Isla Kanon

por Defteros Vie Dic 31, 2010 4:17 am

La gloriosa y magnifica isla Kanon lugar donde por generaciones todos los Geminis habían entrenado para algún día portar la gloriosa armadura de los Gemelos. Me encontraba completamente solo en aquella isla desolada, después de todo nadie la había visitado en años ademas de mi y Aspros mi gemelo el cual no había dejado rastro de existencia hace ya casi tres años pero aun así tenia lugares en mis sueños aunque no eran tan buenos. Mi mente había llegado al punto de la locura, las advertencias del Lord Patriarca eran ciertas. ¿Malvad o locura era lo que ahora fluía por mis sangres? El poder de los Titanes.... un poder que incluso superaba al de los dioses. Mis ideales eran nulos y solo un santo podía averiguarlo por su inteligencia y habilidad mental.

- El templo de Chronos esta del otro lado de la isla, a que he llegado. Proteger esta Isla y evitar que se rompa el sello de Zeus en la tumba de Chronos, gracias a esto fui obligado a abandonar mi templo en el santuario. Pero Kairos..... El sigue vivo, si logro encontrarlo y absorberlo con las arenas de Chronos mi poder superara al de todos los dioses. Solo tengo que evitar que este anciano despierte y todos mis planes se verán echo un completo excito. -

por Shion. Vie Dic 31, 2010 7:27 am

Al haber salido del Santuario claramente conseguí una mejor percepción del cosmos perteneciente a Defteros de Géminis quien había abandonado el santuario sin explicación alguna. Aunque solo eran especulaciones ya podía imaginarme de que se trataba todo esto, Defteros como todo Santo de Géminis sufría de una mente confusa y loca por poder, lo que era de esperarse. Una persona que no comprende su propia mente ni su propio destino, buscaría la respuesta detrás de todas sus incógnitas a través del poder. Ya que para ellos el poder es lo único que logra saciar esa ansiedad por las respuestas de aquellas preguntas que lo invaden en su interior.

Pocos minutos después de mi partida logre visualizar la legendaria Isla de Kanon que actualmente se encontraba desierta. Pero había algo mas que estaba apunto de asegurar mi objetivo. Un fuerte cosmos yacía en aquella desolada isla, se trataba del mismo cosmos que se encontraba ausente en el Santuario. Sin duda alguna este cosmos pertenecía a Defteros de Géminis el hombre a quien había estado buscando.

Sin mas preámbulos aparecí a velocidad luz justo en frente de este hombre al cual se le conocía por sus grandes habilidades en la creación de ilusiones por lo tanto no podía bajar la guardia aunque dudaba mucho caer bajo uno de sus trucos puesto que mis habilidades mentales tampoco eran cosa de juego. Me detuve unas fracciones de segundo mientras lo veía fijamente al rostro para finalmente dirigirle mis palabras iniciales ante lo que parecería ser una larga conversación.

-Espero no haber llegado tarde, Defteros de Géminis, Por lo que veo me has estado esperando... Podría añadir que ya sabias que vendría tras de ti al detectar tu ausencia en el santuario... Vayamos al grano sin necesidad de rodeos; ¿Que es lo que quieres?,¿Que estas tramando con todo esto?

Dije en un tono tranquilo y sin exaltación alguna puesto que no traía intenciones de pelear por lo tanto mantenía mi cosmos a un nivel moderado no solo en señal de paz si no mas bien para que ningún otro caballero fuera capaz de seguirme. Sabia que Defteros me estaba esperando en este lugar y que terminaría viéndome involucrado en sus planes si no tenia cuidado.

por Defteros Sáb Ene 01, 2011 2:13 am

Sostenía el casco de la sagrada armadura de Geminis con mi brazo derecho, mantenía cerrado ambos parpados dejando que la piel cubriera las pupilas de mi ojo. Si Cronos despertaba ya no habría salvación, todo lo había visto al viajar por el tiempo. Nada de esto seria como lo recordábamos, el mundo solo seria tierra desierta y putrefacción. Lo peor era, que si Cronos despertaba. Los otros Titanes también lo harían, despertarían para vengarse de los dioses por haberlos exiliados de la mitología, Aspros. Sus ultimas palabras antes de desaparecer alentaban completamente a los Titanes, su odio hacia mi comenzó a despertar en el momento en el que lo derrote por la candidatura al santo de Geminis. Fue entonces cuando comencé a sentirlo, un gran cosmos se acercaba. Shion No Aries, había demorado mucho pero finalmente estaba cerca de la isla Kanon.

El sello de Zeus estaba a punto de romperse y Cronos desataría su furia sobre la humanidad y sobre sus hijos Poseidon, Hades y Zeus. Fue entonces cuando finalmente el Carnero blanco apareció, tal y como lo predije sus niveles mentales eran increíblemente altos suficientes para lograr percibir mi cosmos y seguirme hasta este lugar. Pero sin el no podría lograr mi cometido, transportar el templo de Cronos a la gran puerta Negra que se encontraba en lo mas profundo del Inframundo. Solo así podríamos detener a Cronos y evitar que resurgiera para destruir a la humanidad y a sus hijos, al oír sus palabras simplemente sonreí. Típico del santo de Aries siempre tranquilo apesar de la situación en la que se encontraba.

- Bienvenido Shion, veo que al seguirme sigues dudando de mi. Pero mi inteligencia te trajo hasta aquí, todo estaba bien planeado. Pero descuida no pienso hacerte daño alguno. Solo te necesito por una milésima de segundos, veras hay alguien que incluso supera el poder de Hades y tanto yo como Athena somos enemigos de el. Su nombre es Cronos padre de todos los dioses y supremo titan del tiempo, si osas llamarte santo de Athena espero que cooperes. Claro que no es obligación, hace algunos días sentí como el sello que puso Zeus sobre el templo de Cronos iba destruyéndose poco a poco y dentro de poco despertara. Esto me obligo a dejar mi templo y venir hasta aqui inmediatamente para remediar la solución, lamentablemente el poder espiritual del templo es demasiado poderoso y no puedo mandarlo a la puerta Negra del inframundo, es por eso que necesito tu fuerza siquica para poder encerrar a Cronos y terminar de una vez con esta amenaza así que dime Shion ¿Cooperaras para defender a Athena?. -

Mi mirada se torno seria ante aquel santo Dorado, no estaba bromeando. Era una situación increíblemente riesgosa y si Cronos despertaba arruinaría todos mis planes de acabar de una vez con la inpuresa de este mundo a base de poder.

por Shion. Sáb Ene 01, 2011 3:26 am

Me encontraba de pie frente a Defteros de Geminis a quien encontraba muy calmado a pesar de haber salido del Santuario burlando todos los santos. Mi capa se movia al son del frio viento de las noches de luna llena mientras Defteros me explicaba detalladamente el "Objetivo" detras de todo su elaborado plan que hasta hace poco para mi no era mas que una perdida de tiempo. Era claro que Defteros queria alcanzar la fuerza de un dios tal y como lo habia previsto pero eso no me preocupaba ya que una persona tan insignificante como el no seria capaz de alcanzar tal poder. Talvez lo estaba subestimando demasiado pero esa era mi impresion acerca de el; la cual no cambiara hasta que este demostrara lo contrario.

Al terminar de escuchar aquellas palabras que dictaba Defteros cerre mis ojos y sonrei levemente mientras caminaba hacia el al punto de quedar cara a cara. Mi cosmos comenzaba a elevarse con firmeza mientras mi arrogante gesto perduraba en mi rostro me dispuse a responder aquellas palabras que me habia dirigido Defteros de Geminis.

-Tu y yo sabemos mas que cualquier otro que ni el mismisimo infierno podria compararse con el asombroso poder de un Titan. Aunque no puedo decir que es una perdida de tiempo ya que al contrario, Ganaremos tiempo tras dejarlo en el inframundo y asi podremos prepararnos para hacerle frente en el santuario. Si es que claro... No te importa que se le alerte a nuestra Diosa Athena. En fin esta mas que claro que te ayudare con la Transportacion de Cronos. Solo dime cuando empezar... Defteros.

Abri mis ojos al finalizar mis palabras y junto con esto comence a elevar a un mas mi cosmos casi al punto maximo solo para prepararme y proceder a transportar al ya antes nombrado Titan; Cronos...

por Defteros Dom Ene 02, 2011 4:16 am

El santo de Aries me había decepcionado con sus palabras, la unica forma en la que Cronos se libere seria derrotando a su hijo Hades para escapar del Inframundo o tan solamente abrir el portal de Asgard y allí su único problema seria Odin dios de esas tierras quien vela por su pueblo y no permitiría que alguien como Cronos tocara siquiera esas tierras heladas. Por otro lado estaban los otros Titanes y los Gigantes los únicos por ahora que podrían evitar que el carnero y yo encerremos el templo en el Tartaro, Aspros había caído demasiado bajo. Traicionar a Athena para ahora tratar de liberar a los Titanes, Aspros en si tenia casi todos mis mismos poderes únicamente le había faltado una habilidad. El control del tiempo a su antojo, una habilidad que solo yo y Cronos poseíamos.

Con tan solo ver al nuevo carnero blanco note que era un amargo sin experiencia seguramente otros de los que se escondían detrás del manto de Athena. Pero sin ese chivo expiatorio no podía lograr llevar el templo de Cronos, lo mas extraño era que yo podía hablar con ese anciano. Ya desde niño oía su voz en mis sueños como me alentaba a convertirme en uno de sus Ciervos y junto a el gobernar el universo, pero aun así podía resistirme a sus promesas de poder y gloria. Cronos solo estaría usándome y luego me desecharía. Pero aun así me destino estaba unido al de el, todavía recordaba las palabras de mi hermano mayor al darme aquel collar el cual tenia escrito en una frase titanes "El vendrá y destruirá todo lo que se oponga a su camino".

Luego de unos momentos comenzaba a darme media vuelta y junto con el santo de Aries me dirigí hasta el corazón de la Isla justamente para transportar el templo del Titan a lo mas profundo del Tartaro para que cuando intente salir los Dioses de ambas entradas se encarguen de el, al llegar inmediatamente estire mi brazo derecho y en el cielo comenzaba a abrirse alguna especie de agujero negro y a la vez el santo de Aries ya sabría que hacer. El también estiro sus brazos elevando su cosmos y alimentando al agujero negro para darle poder y fuerza, finalmente el poder de nosotros dos comenzaba a hacer efecto pedazo por pedazo fueron metiéndose en el agujero negro.
Hasta que finalmente fue tragado completamente por este, sonreí tan solo un poco al ver como el templo del anciano desaparecía rumbo al tártaro para luego finalmente el santo de Aries desapareciera rumbo a Troya. Al igual que el yo también debía proteger mi templo, estirando mi brazo derecho comenzaba a cortar una cortina sobre la tierra abriendo así un portal a otra dimensión la cual me conduciría directo al santuario.

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