El almacen de la mente: Arayashiki, meditaciones divagantes

por **Asmita.** Jue Mayo 02, 2013 5:43 am

El viento era una caricia leve en el ambiente, ecos susurrantes palpitaban por las paredes de la casa de virgo, la noche reinaba se sentía dos cosmos abrumadores desde extremos del universo, se podía sentir que pertenecía a la diosa Atena y a Hades. El santo caballero dorado Asmita de Virgo se encontraba meditando sentado en el salón central de la casa de Virgo, meditando acerca de la guerra santa, imponía reflexiones semejantementes abrumadoras en significado y misión.

Y es un universo el que desciende hacia los tristes hangares de los muertos desde las altas zonas de la maldad y la oscuridad. A su triste cortejo opongo una voz quebrada, un cansancio de sueños rotos desde las dulces praderas de la infancia hasta los días coronados de lutos. Y es mi sueño el que desciende hacia negativos vocablos desde las altas cimas de los conceptos de justicia y paz.

En la noche, y a sí misma, cercada por la intensa oscuridad, las personas, por el miedo, el mundo desciende al día circundado de esperanzas. Pero pregunto por el cielo en las tristes mansiones de dolientes caballeros, las 12 casas desoladas están, no hay ningún cosmos tranquilo, todos están agitados esperando una batalla tras otra, pregunto por el amor en los sucios lechos de muerte donde un niño parpadea por última vez bajo una irónica luz de sonido y el llanto de la madre que enloquece de dolor. No preguntare tampoco, en este mundo de Dioses con voluntades abrumadoras y escombros llamados personas quién fundará el sueño de la luz después de las eficaces promesas de los desastres y muertes, nobles caballeros perdían su vida por defender una voluntad tan abrumadora y tan distante de ellos.

Todos los caballeros cruzamos por el día con un muerto cercano al corazón, mientras el mundo y el universo asciende hacia la noche, circundada de venganzas y odio. Nosotros libramos guerras interiores y nuestros son los muertos, las brisas traen olor a sangre y muerte, los ojos inocentes bajo tierras de los Dioses. Yo no tengo sino palabras, preguntas, pero declaro una guerra al podrido mundo. No es nuestro el que desciende por el río, entre muertos y sargazos. La protección de la diosa es un hecho casi un prologo de nuestras vidas de caballeros el epilogo corresponderá a una paz momentánea para llegar a la secuela de otra guerra santa.... sacrificios de otros caballeros, otras almas hacia el inframundo reencarnaciones tras reencarnaciones. Y las personas sujetas a las engañosas y exquisitas leyes de espacio-tiempo, como yo, en ese escaso momento, ellas: nacen, ríen, lloran, luchan, son heridas, sienten alegría, tristeza, odian a alguien, aman a alguien. Todo en un sólo momento y después, son abrazados por ese sueño eterno llamado muerte.

Un sueño que mortales, no pueden escapar. Y de repente la ironía se aprovecha de mi espíritu. Mi cosmos esta latente y flamante formando una lengua de fuego mas en el universo entrando en armonía con todo el universo entero....... El caballero dorado de Virgo, Asmita se adentraba en otra meditación otra especie de sueño consiente viajando por los confines del universo y el conocimiento

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