Casa de Leo.

por Regulus2 Mar Abr 26, 2011 2:55 am

La noche había asumido al santuario de la diosa, junto con esta el roció comenzaba a cubrir el santuario. Abajo del gran santuario todo parecía tranquilo, los candidatos a santos seguramente ya habían terminado su entrenamiento del día y ya se encontraban acostados en sus camas durmiendo. Aun así había quienes no dormían, los santos dorados de Athena quienes darían su vida si ella lo pidiera. El joven caballero de Leo estaba parado frente a la entrada de su templo sosteniendo su casco con su mano mientras que un flequillo tapaba su ojo izquierdo, los días de guerras se aproximaban el lo sabia. Por eso mas que nada los Bronceados, Plateados e incluso los Dorados deberían entrenar aun mas si querían que su diosa estuviese asalvo de las garras de los otros dioses.

- Finalmente las personas se han dado cuenta de en que situación están. Día a día nuestros números aumentan, el corazón de los hombres y mujeres los impulsaban a proteger la verdad y la justicia todo eso porque aun tenían una luz a la cual seguir. La luz de la Fe, una luz que no podría detener ni siquiera Zeus. Era la naturaleza del hombre pelear por todo lo que ama y defenderlo con su vida si lo quisieran. Es por eso que acepte ser un santo de Athena. Pues he jurado defenderla a ella y a la tierra con mi sangre. . -

El caballero de Leo sonreía pues sus palabras eran ciertas, ese era el motivo que lo inspiraba a ser santo dorado. Se daba media vuelta pues confiaba en que los otros santos mantendrían seguro el santuario de Athena, se sentó en el suelo y cerro sus ojos solo para meditar y recordar a su abuelo.

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