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Templo de Nuwa
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Templo de Nuwa
por Eilinel Miér Mayo 11, 2011 9:02 am
Como bien cuentan las leyendas, escondido en las profundidades de las altas y peligrosas montañas de China, alejado de la civilización normal, se encuentra el templo sagrado de la Diosa Nuwa, rodeado de los siete templos de los Dragones Imperiales, encargados de protegerla.
La estructura que conforma el Templo principal de aquel Santuario, conlleva muchos años de historia consigo, donde han residido todas las reencarnaciones de la Divinidad China, rodeada de sus valerosos y fieles guerreros. Un estilo tradicionalista resalta de este, debido a los años que lleva existiendo, pues fue la mismísima Nuwa quien creó aquel templo luego de crear a los hombres, su santuario fue su propia creación, estipulando ella misma su organización y la gran cercanía con los templos de sus guerreros.
Pero este templo, lleva ya varios años vacio, anhelante del cosmos de su creadora y guardiana, esperando el momento en que la Divinidad reencarnará en una mortal merecedora de su gracia, para así volver al lugar al que pertenece.
La estructura que conforma el Templo principal de aquel Santuario, conlleva muchos años de historia consigo, donde han residido todas las reencarnaciones de la Divinidad China, rodeada de sus valerosos y fieles guerreros. Un estilo tradicionalista resalta de este, debido a los años que lleva existiendo, pues fue la mismísima Nuwa quien creó aquel templo luego de crear a los hombres, su santuario fue su propia creación, estipulando ella misma su organización y la gran cercanía con los templos de sus guerreros.
Pero este templo, lleva ya varios años vacio, anhelante del cosmos de su creadora y guardiana, esperando el momento en que la Divinidad reencarnará en una mortal merecedora de su gracia, para así volver al lugar al que pertenece.
Eilinel reapareció frente a las imponentes y macizas puertas de entrada de su templo, manteniendo la vista fija en la perfecta estructura que se postraba ante ella, finalmente había podido regresar. Una sonrisa se dibujo en los labios divinos al tiempo que cerraba sus ojos dejándose dotar por la gracia de su hogar, sintiendo la sutil caricia del viento contra su tersa piel.
Con paso calmo y decidido camino hacia la admisión de su templo, siendo su presencia suficiente para que las puertas se abrieran ante ella, continuo su camino ingresando en el primer salón del lugar, observando la decoración que hace antaño extrañaba.
- Finalmente…
Susurro manteniendo su sonrisa, sabía que los dos dragones imperiales que habían renacido hasta el momento no tardarían en llegar, así se lo indicaban sus energías en movimiento, aproximándose con cada segundo que terminaba. Sin hacerse esperar más ingreso al cuarto principal. Siete estatuas de los dragones imperiales adornaban de forma maravillosa el salón en su totalidad, cada estatua poseía una piedra preciosa en su centro, con un color particular y único, pero sólo dos de ellas otorgaban un brillo infinito y divino, sólo dos dragones imperiales se encontraban presentes, el resto aún dormía, esperando al usuario indicado para portar la sagrada armadura, pero ya pronto volverían a ella.
La divinidad prosiguió con su camino en dirección al trono que se encontraba en el fondo del gran salón, rodeado de las imponentes estatuas. Subió los peldaños previos a este con sus ojos cerrados, recordando cada rincón del templo, para luego con solemnidad y elegancia tomar asiento en el lugar que le correspondía. Al momento de hacerlo abrió sus ojos de golpe, a lo que las luces del templo brillaron nuevamente. Nuwa expandió su cosmos por todos sus dominios con gentileza celestial, estableciéndose nuevamente en su lugar, aguardando a la llegada de sus queridos guerreros, aún con un extraño sentimiento abordando en su pecho, había olvidado algo de gran importancia de su vida mortal, algo que de alguna forma u otra le dolía saber perdido.
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Re: Templo de Nuwa
por Sion Miér Mayo 11, 2011 9:46 am
El viento atravesaba mi rostro de la manera mas cálida posible, mis pies me mantenían en el aire... por ese momento pensaba que si usara mi cloth de dragón blanco llegaría en nada de tiempo hasta donde estaba mi señora, y me percataba de que ese momento estaba llegando, pues lentamente el terreno iba cambiando hasta ponerse rocoso, esto me daba señal que el templo emplazado en la parte mas alta de un risco no estaba lejos. Me detuve unos segundos y fui consciente de algo maravilloso, el lugar se encontraba en completo silencio, como si no existiese nadie allí. Descendí lentamente de la copa de un árbol, pues mis saltos me depositaban en la parte mas alta del lugar que recorría, para terminar parado junto a un gran campo de arroz sumergido, aquellas plantaciones no eran para nada extrañas, yo mismo había crecido viendo como los campesinos trabajaban de sol a sol en esos lugares para traer la comida a los pueblos, pero estos estaban en un pequeño templo rezando, yo me acerque a aquel lugar y los observe con calma.
- ¿Hoy es un buen día para trabajar verdad? ¿a quien le están pidiendo prosperidad si se puede saber? -
Uno de ellos el mas anciano me hizo una reverencia, pues me conocía, mientras que los demás siguieron con sus plegarias sin prestarme mucha atención. Yo por mi parte me acerque al anciano y deposite mi mano sobre su hombro, este hombre centenario simplemente sonrió y me pego con el bastón en el estomago como era su costumbre, un golpe leve y casi imperceptible.
- Le rezamos a nuestra deidad Sion, sobre todo a la querida Nuwa... algunos dicen que ha renacido y me gustaría tener su protección con nuestro pueblo... -
Mi mirada se enterneció frente a aquella gente, pensar que Eilinel estaba siendo la artífice de una cantidad impresionante de adeptos a su causa y traía fe y prosperidad a todo lo que tocaba. Su rostro me vino a la mente unos segundos y su sonrisa me hizo cerrar mis ojos, disfrutando de aquella visión, desde que la conocí de niña hasta estos tiempos en que le seguía sirviendo como la gran dama que era.
- Por favor, déjenme ofrecer una plegaria por ella tambien... -
Camine lentamente hasta el pequeño altar donde la imagen de los dioses estaban posicionados y entonces me arrodille junto a un niño y su madre, entonces entrecruce mis manos al modo de rezo y comencé a recitar algunas frases antiguas de agradecimiento a los dioses, sin darme cuenta mientras rezaba mi cosmos fue en aumento haciendo que todos se sorprendiesen por aquel evento. Me puse de pie y mi cosmoenergia hizo que la armadura sagrada del dragón llegara hasta mi, todos se pusieron de pie y se alejaron de la escena, el anciano fue el único que con los ojos abiertos de par en par se acerco a mi.
- Tu... ¿eres el gran dragón blanco de la sabiduría?¿ Tu Sion Lee? -
Pobre anciano se le salian las lagrimas, yo envuelto en luz completamente blanca asenti y la cloth me vistió, dejándome como un autentico protector de Nuwa, todos se arrodillaron y comenzaron a rezarme a lo que levante mi mano para llamar su atención.
- Mis queridos hermanos Chinos, ya no hay de que preocuparse, pues nuestra señora Nuwa ha reencarnado, y yo soy la prueba de ello, ella no los ha olvidado y sus rezos seran oidos... grandes momentos nos esperan a los hijos de Nuwa... se los puedo asegurar -
Dicho esto lentamente comence a levantar vuelo, hasta desplegar unas alas cosmicas blancas, inmediatamente despues parti hacia el castillo de Nuwa, en pleno viaje me detuve, en la parte mas alta de un desfiladero y a la intemperie habia una hermosa flor de colores blancos y rosados, me acerque lentamente a ella y la desprendi observandola con cariño. Un viento soplo con fuerza e hizo que la niebla que cubria las montañas se abriera de lado a lado, dejandome ver el templo de Nuwa.
Rapidamente me envolvi en cosmos y parti a aquel lugar, mucho mas impresionante de lo que lo recordaba, llegue casi en un instante hasta el ala principal del castillo.
- Mi señora... - dije entonces en la entrada, al parecer estaba en lo mas profundo del castillo y Wesker aun no habia llegado, yo rapidamente ingresé hasta donde se encontraba sentada, la observe unos segundos sin mirarla directamente y entonces camine hasta quedar delante de su trono.
- Aqui estoy mi señora Nuwa... permitame ofrecerle este humilde regalo... - dije mientras levantaba en mi mano el Lilium rosado y blanco que habia recogido en las montañas, entonces, y solo entonces por primera vez, mis ojos ambarinos se encontraron con las orbes azules de Eilinel, retire lentamente el casco de mi armadura y la trenza que sostenia mi cabello en el casco se mostro cayendo hacia adelante, revelando mi blanca cabellera.
- ¿Hoy es un buen día para trabajar verdad? ¿a quien le están pidiendo prosperidad si se puede saber? -
Uno de ellos el mas anciano me hizo una reverencia, pues me conocía, mientras que los demás siguieron con sus plegarias sin prestarme mucha atención. Yo por mi parte me acerque al anciano y deposite mi mano sobre su hombro, este hombre centenario simplemente sonrió y me pego con el bastón en el estomago como era su costumbre, un golpe leve y casi imperceptible.
- Le rezamos a nuestra deidad Sion, sobre todo a la querida Nuwa... algunos dicen que ha renacido y me gustaría tener su protección con nuestro pueblo... -
Mi mirada se enterneció frente a aquella gente, pensar que Eilinel estaba siendo la artífice de una cantidad impresionante de adeptos a su causa y traía fe y prosperidad a todo lo que tocaba. Su rostro me vino a la mente unos segundos y su sonrisa me hizo cerrar mis ojos, disfrutando de aquella visión, desde que la conocí de niña hasta estos tiempos en que le seguía sirviendo como la gran dama que era.
- Por favor, déjenme ofrecer una plegaria por ella tambien... -
Camine lentamente hasta el pequeño altar donde la imagen de los dioses estaban posicionados y entonces me arrodille junto a un niño y su madre, entonces entrecruce mis manos al modo de rezo y comencé a recitar algunas frases antiguas de agradecimiento a los dioses, sin darme cuenta mientras rezaba mi cosmos fue en aumento haciendo que todos se sorprendiesen por aquel evento. Me puse de pie y mi cosmoenergia hizo que la armadura sagrada del dragón llegara hasta mi, todos se pusieron de pie y se alejaron de la escena, el anciano fue el único que con los ojos abiertos de par en par se acerco a mi.
- Tu... ¿eres el gran dragón blanco de la sabiduría?¿ Tu Sion Lee? -
Pobre anciano se le salian las lagrimas, yo envuelto en luz completamente blanca asenti y la cloth me vistió, dejándome como un autentico protector de Nuwa, todos se arrodillaron y comenzaron a rezarme a lo que levante mi mano para llamar su atención.
- Mis queridos hermanos Chinos, ya no hay de que preocuparse, pues nuestra señora Nuwa ha reencarnado, y yo soy la prueba de ello, ella no los ha olvidado y sus rezos seran oidos... grandes momentos nos esperan a los hijos de Nuwa... se los puedo asegurar -
Dicho esto lentamente comence a levantar vuelo, hasta desplegar unas alas cosmicas blancas, inmediatamente despues parti hacia el castillo de Nuwa, en pleno viaje me detuve, en la parte mas alta de un desfiladero y a la intemperie habia una hermosa flor de colores blancos y rosados, me acerque lentamente a ella y la desprendi observandola con cariño. Un viento soplo con fuerza e hizo que la niebla que cubria las montañas se abriera de lado a lado, dejandome ver el templo de Nuwa.
Rapidamente me envolvi en cosmos y parti a aquel lugar, mucho mas impresionante de lo que lo recordaba, llegue casi en un instante hasta el ala principal del castillo.
- Mi señora... - dije entonces en la entrada, al parecer estaba en lo mas profundo del castillo y Wesker aun no habia llegado, yo rapidamente ingresé hasta donde se encontraba sentada, la observe unos segundos sin mirarla directamente y entonces camine hasta quedar delante de su trono.
- Aqui estoy mi señora Nuwa... permitame ofrecerle este humilde regalo... - dije mientras levantaba en mi mano el Lilium rosado y blanco que habia recogido en las montañas, entonces, y solo entonces por primera vez, mis ojos ambarinos se encontraron con las orbes azules de Eilinel, retire lentamente el casco de mi armadura y la trenza que sostenia mi cabello en el casco se mostro cayendo hacia adelante, revelando mi blanca cabellera.
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Re: Templo de Nuwa
por Eilinel Jue Mayo 12, 2011 9:03 am
El cosmos creciente del dragón imperial blanco se aproximaba con rapidez a los dominios de Nuwa, llenándolo poco a poco con su energía, guiándose hasta donde la divinidad se encontraba reposando con sus ojos cerrados pero atenta a todo lo sucedido a su alrededor. La presencia de uno de sus guerreros no paso desapercibida para ella, es más le noto en todo momento, siguiendo mentalmente el recorrido que viajo el hombre.
La voz de Sion, hizo que Nuwa abriera sus ojos observándole con detenimiento, siguiendo con atención cada movimiento realizado por el guerrero. Su vista se perdió en unos momentos en el presente otorgado por él, una hermosa flor, un lirio, más conocido como Lilium, su flor favorita. Sonrió sin poder evitarlo de forma alegre y cálida, recibiendo la hermosa flor con un asentimiento de cabeza.
- Xièxie Sion…
Murmuro al tiempo que sus miradas se encontraban, notando nuevamente como aquel sentimiento de haber olvidado algo de suma importancia la torturaba, seguramente él se encontraba en aquellos recuerdos que había perdido hace poco. Continúo observándole un momento, guardando silencio hasta notar como removía el yelmo de su armadura, liberando sus largos y blancos cabellos. Fue entonces que volvió a hablarle.
- Huānyíng
Su voz se escucho melodiosa y llena de calidez, aun manteniendo en sus labios la sonrisa mientras observaba al dragón blanco de la sabiduría frente a ella. Necesitaba recordarle, es más deseaba recuperar los recuerdos que había creado Eilinel en su vida, puesto sentía un gran vacío en el pecho ante el olvido. Si bien muy pocas veces había tomado importancia de la vida mortal que había tomado en profundidad, ahora sentía una extraña conexión con esta, y el saberla en cierta parte perdida formaba una frustración en sus emociones.
- Nos hemos conocido antes, ¿no es así?
Cuestiono observándole con calma, al tiempo que cerraba sus ojos disfrutando del exquisito aroma que la flor le brindaba, nuevamente volvió a sonreír, para luego observar al hombre frente a ella, invitándole a hablar con sinceridad y confianza. Puesto que aún Wesker no se hacía presente, tenían tiempo de hablar a solas y en calma y no lo desaprovecharía en aquel momento, puesto en anhelo del recuerdo la atormentaba continuamente de forma cruel.
La voz de Sion, hizo que Nuwa abriera sus ojos observándole con detenimiento, siguiendo con atención cada movimiento realizado por el guerrero. Su vista se perdió en unos momentos en el presente otorgado por él, una hermosa flor, un lirio, más conocido como Lilium, su flor favorita. Sonrió sin poder evitarlo de forma alegre y cálida, recibiendo la hermosa flor con un asentimiento de cabeza.
- Xièxie Sion…
Murmuro al tiempo que sus miradas se encontraban, notando nuevamente como aquel sentimiento de haber olvidado algo de suma importancia la torturaba, seguramente él se encontraba en aquellos recuerdos que había perdido hace poco. Continúo observándole un momento, guardando silencio hasta notar como removía el yelmo de su armadura, liberando sus largos y blancos cabellos. Fue entonces que volvió a hablarle.
- Huānyíng
Su voz se escucho melodiosa y llena de calidez, aun manteniendo en sus labios la sonrisa mientras observaba al dragón blanco de la sabiduría frente a ella. Necesitaba recordarle, es más deseaba recuperar los recuerdos que había creado Eilinel en su vida, puesto sentía un gran vacío en el pecho ante el olvido. Si bien muy pocas veces había tomado importancia de la vida mortal que había tomado en profundidad, ahora sentía una extraña conexión con esta, y el saberla en cierta parte perdida formaba una frustración en sus emociones.
- Nos hemos conocido antes, ¿no es así?
Cuestiono observándole con calma, al tiempo que cerraba sus ojos disfrutando del exquisito aroma que la flor le brindaba, nuevamente volvió a sonreír, para luego observar al hombre frente a ella, invitándole a hablar con sinceridad y confianza. Puesto que aún Wesker no se hacía presente, tenían tiempo de hablar a solas y en calma y no lo desaprovecharía en aquel momento, puesto en anhelo del recuerdo la atormentaba continuamente de forma cruel.
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Re: Templo de Nuwa
por Sion Vie Mayo 13, 2011 6:40 am
Solo podía dar silencio absoluto ante la presencia de Nuwa, pero mi mirada seguía fija en ella como viendo aun a Eilinel frente a mi mismo, no podía concebir que ella no fuese la misma dama que portaba tan hermosos ojos en los días anteriores, todo ese tiempo perdido, solo porque Nuwa necesitaba un cuerpo y toda una vida de servicios devotos y de todo corazón arrebatados simplemente por el capricho de una diosa.
Ella recibió la flor con tranquilidad y en aquel momento me puse de pie, comprendí que de nada servia aferrarme a los sentimientos pasados y que debía hacer mi actual trabajo como dragón blanco, parpadee ligeramente y entonces suspiré devolviendo una sonrisa a Nuwa.
- Gracias por su bienvenida mi señora, es un gusto servirle, usted mande y yo mismo llevare a cabo sus deseos -
Las palabras de la diosa de pronto quitaron toda aquella pantalla que deseaba levantar entre la deidad y mi persona, su pregunta habia sido como un balde de agua fria en una tarde de verano.
- Realmente, no recuerda mi señora... sobre... ¿sobre su vida antes del despertar? -
En ese momento agache la mirada y corri mis cabellos sobre mis hombros dejando mi rostro mas al descubierto, levante la mirada una vez mas y me encontre con sus orbes enfocando la mirada sobre mi, pense repetidas veces que le diria si llegaba este momento, pero entonces decidi que lo mejor seria dispensar de mi armadura y aparecer ante ella con las ropas que siempre lo hacia.
La cloth del dragon blanco se desarmo y fue a detenerse junto a la estatua que la caracterizaba, su lugar predilecto protegiendo a la diosa, mientras yo aparecia con las ropas caracteristicas del ejercito y la guardia real, la unica capaz de estar tan cerca de la joven Eilinel desde que nacio.
- Señora Nuwa, mi nombre es Sion Lee, protector de la familia imperial y general de las fuerzas armadas, desde que tenia la señorita Eilinel diez años he estado protegiendola y trabajando para hacerlo, puede que la cercania que alguna vez guardamos en el ejercicio de mi deber le haga recordarme... -
En ese momento deje la reverencia de lado y levante la mirada hacia mi diosa, entre una sensación de esperanza y resignacion, no pude evitar mas que susurrar...
- Realmente no me recuerdas ¿Eilinel? -
Ella recibió la flor con tranquilidad y en aquel momento me puse de pie, comprendí que de nada servia aferrarme a los sentimientos pasados y que debía hacer mi actual trabajo como dragón blanco, parpadee ligeramente y entonces suspiré devolviendo una sonrisa a Nuwa.
- Gracias por su bienvenida mi señora, es un gusto servirle, usted mande y yo mismo llevare a cabo sus deseos -
Las palabras de la diosa de pronto quitaron toda aquella pantalla que deseaba levantar entre la deidad y mi persona, su pregunta habia sido como un balde de agua fria en una tarde de verano.
- Realmente, no recuerda mi señora... sobre... ¿sobre su vida antes del despertar? -
En ese momento agache la mirada y corri mis cabellos sobre mis hombros dejando mi rostro mas al descubierto, levante la mirada una vez mas y me encontre con sus orbes enfocando la mirada sobre mi, pense repetidas veces que le diria si llegaba este momento, pero entonces decidi que lo mejor seria dispensar de mi armadura y aparecer ante ella con las ropas que siempre lo hacia.
La cloth del dragon blanco se desarmo y fue a detenerse junto a la estatua que la caracterizaba, su lugar predilecto protegiendo a la diosa, mientras yo aparecia con las ropas caracteristicas del ejercito y la guardia real, la unica capaz de estar tan cerca de la joven Eilinel desde que nacio.
- Señora Nuwa, mi nombre es Sion Lee, protector de la familia imperial y general de las fuerzas armadas, desde que tenia la señorita Eilinel diez años he estado protegiendola y trabajando para hacerlo, puede que la cercania que alguna vez guardamos en el ejercicio de mi deber le haga recordarme... -
En ese momento deje la reverencia de lado y levante la mirada hacia mi diosa, entre una sensación de esperanza y resignacion, no pude evitar mas que susurrar...
- Realmente no me recuerdas ¿Eilinel? -
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Re: Templo de Nuwa
por Eilinel Vie Mayo 13, 2011 8:48 am
El dejo de tristeza en su mirada y en su hablar eran notados con facilidad por la Diosa quien observo en completo silencio al dragon imperial mientras este lanzaba sus vocablos para ella, dejandole total libertad de expresión, puesto que era lo que deseaba, anhelaba escuchar la verdad probeniente del guerrero para asi tal vez poder asimilarla como propia, pero parecia imposible. Recordaba su apellido, la noble familia Feng, pero solo formaba parte de sus memorias por el leve recuerdo del anillo que llevaba puesto por tradición de antaño, nada más, el resto habia perecido en los rincones más oscuros de su mente haciendosele imposible el recuperarlos.
Obersvo con cierta frustración a Sion al escuchar su verdad sintiendola tan ajena, en verdad no podia recordarle, le era imposible, al Eilinel estar dormida casi en su totalidad sus recuerdos yacian con ella. Cerro sus ojos con fuerza intentando recuperar el control de si.
Su guerrero ya no portaba la armadura, hace leves segundos esta habia abandonado su cuerpo dejandose estar al lado de la estatua del dragón de la sabiduria, ahora Sion solo portaba ropas comunes, que no habia visto antes, pero le traian un sentimiento de nostalgia. Suspiro con pesar ante la confusión de sus emociones, la frustración invadia a la divinidad sin mesura y esta era conciente de que aquel sentimiento no desapareceria a menos de que pudiera recordar la historia de su ahora rencarnación mortal.
- Realmente no me recuerdas ¿Eilinel?
Aquella frase pronunciada por el caballero, hizo que Nuwa abriera sus ojos observandole con atención y desconcierto, puesto el sentimiento desbordado ante tal leves palabras fue inmenso, sintio como ante la leve mensión del nombre de “Eilinel” esta desperto en su interior con fuerza, tomando el control total de su cuerpo, haciendola perder su voluntad, se levanto sin decir nada observando al guerrero, aun confundida, muchos de sus recuerdos se encontraban aun perdidos, pero le reconocia, sabia quien era aquel hombre que tenia frente a ella.
- Sion…
Le llamo esta vez de forma diferente mientras le sonreia. Puesto que el verlo y saberlo junto a ella calmaba por completo el acongojamiento que habia sentido al enterarse de su destino, si bien el honor invadio su ser ante la noticia la soledad se habia establecido como su compañera.
- Oh Sion… jamas podria olvidarte por completo
Olvido la etiqueta, las reglas, los modales a seguir, todo, permitiendose un momento de alegria al ser sincera con quien era una de las personas más importantes para ella, no importaba si ahora era la reencarnación de una divinidad no podia ni queria dejar en el olvido a alguien que siempre significo tanto para ella. Con calma se acerco a èl tomando sus manos entre las suyas y observandole con ternura.
- Es una dicha saber que contare con tu compañía…
Obersvo con cierta frustración a Sion al escuchar su verdad sintiendola tan ajena, en verdad no podia recordarle, le era imposible, al Eilinel estar dormida casi en su totalidad sus recuerdos yacian con ella. Cerro sus ojos con fuerza intentando recuperar el control de si.
Su guerrero ya no portaba la armadura, hace leves segundos esta habia abandonado su cuerpo dejandose estar al lado de la estatua del dragón de la sabiduria, ahora Sion solo portaba ropas comunes, que no habia visto antes, pero le traian un sentimiento de nostalgia. Suspiro con pesar ante la confusión de sus emociones, la frustración invadia a la divinidad sin mesura y esta era conciente de que aquel sentimiento no desapareceria a menos de que pudiera recordar la historia de su ahora rencarnación mortal.
- Realmente no me recuerdas ¿Eilinel?
Aquella frase pronunciada por el caballero, hizo que Nuwa abriera sus ojos observandole con atención y desconcierto, puesto el sentimiento desbordado ante tal leves palabras fue inmenso, sintio como ante la leve mensión del nombre de “Eilinel” esta desperto en su interior con fuerza, tomando el control total de su cuerpo, haciendola perder su voluntad, se levanto sin decir nada observando al guerrero, aun confundida, muchos de sus recuerdos se encontraban aun perdidos, pero le reconocia, sabia quien era aquel hombre que tenia frente a ella.
- Sion…
Le llamo esta vez de forma diferente mientras le sonreia. Puesto que el verlo y saberlo junto a ella calmaba por completo el acongojamiento que habia sentido al enterarse de su destino, si bien el honor invadio su ser ante la noticia la soledad se habia establecido como su compañera.
- Oh Sion… jamas podria olvidarte por completo
Olvido la etiqueta, las reglas, los modales a seguir, todo, permitiendose un momento de alegria al ser sincera con quien era una de las personas más importantes para ella, no importaba si ahora era la reencarnación de una divinidad no podia ni queria dejar en el olvido a alguien que siempre significo tanto para ella. Con calma se acerco a èl tomando sus manos entre las suyas y observandole con ternura.
- Es una dicha saber que contare con tu compañía…
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Re: Templo de Nuwa
por Sion Lun Mayo 16, 2011 5:17 am
El silencio es un periodo de tiempo desesperante en la vida de un humano ansioso, llega a pensar en miles de cosas que normalmente no pasarían por su cabeza en un momento normal, sin embargo en aquellos momentos en que Nuwa estaba pensando para su interior, yo estaba pensando muchísimas cosas, rápidamente me habia puesto nuevamente parado de costado a donde se hallaba ella sin decir mucho mas, esperaba que en ese momento tal vez mi fraternalidad con las dama no hubiese sido penalizada, ya que me había olvidado que estaba frente a una diosa y no frente a mi señora Eilinel.
- Sepa disculpar mi manera de hablar... no era mi intención faltar el respeto... -
Su voz... habia sonado distinta al pronunciar mi nombre, en ese instante levante la mirada cargada de ilusion e inmediatamente volvi a bajarla, mientras esta vez ambas manos estaban posicionadas en el piso en modo de absoluta sumisión y respeto hacia la mujer que tenia delante...
- Señorita Eilinel... que gusto me da volver a verla... -
Dije entonces como si ella se hubiese ido alguna vez y no hubiese vuelto a verle, rapidamente ella se acerco hasta donde estaba y me regalo algunas palabras, tomo mis manos como antes lo hacia cuando queria agradecerme por los servicios y entonces de alguna manera deje escapar una sonrisa de felicidad.
- Pase bastante tiempo buscandole, sin saber que usted ahora ocupaba el lugar de la señora Nuwa... fue mucho tiempo en el que deje todo, incluso a la familia Feng para seguirla...-
Acaricie sus manos con ternura y entonces la mire a los ojos, era la misma niña que habia crecido casi junto a mi, la misma energia pura e inocente de la princesa que yo protegia, MI princesa.
- Ahora lo he dejado todo para seguirla incluso en este camino... asi que por favor, acepteme a su lado... -
Dije inclinandome una vez mas y besando sus manos, el contacto solo con su piel me hizo recordar la primera vez que nos conocimos...
- Tantas cosas han cambiado... -
- Sepa disculpar mi manera de hablar... no era mi intención faltar el respeto... -
Su voz... habia sonado distinta al pronunciar mi nombre, en ese instante levante la mirada cargada de ilusion e inmediatamente volvi a bajarla, mientras esta vez ambas manos estaban posicionadas en el piso en modo de absoluta sumisión y respeto hacia la mujer que tenia delante...
- Señorita Eilinel... que gusto me da volver a verla... -
Dije entonces como si ella se hubiese ido alguna vez y no hubiese vuelto a verle, rapidamente ella se acerco hasta donde estaba y me regalo algunas palabras, tomo mis manos como antes lo hacia cuando queria agradecerme por los servicios y entonces de alguna manera deje escapar una sonrisa de felicidad.
- Pase bastante tiempo buscandole, sin saber que usted ahora ocupaba el lugar de la señora Nuwa... fue mucho tiempo en el que deje todo, incluso a la familia Feng para seguirla...-
Acaricie sus manos con ternura y entonces la mire a los ojos, era la misma niña que habia crecido casi junto a mi, la misma energia pura e inocente de la princesa que yo protegia, MI princesa.
- Ahora lo he dejado todo para seguirla incluso en este camino... asi que por favor, acepteme a su lado... -
Dije inclinandome una vez mas y besando sus manos, el contacto solo con su piel me hizo recordar la primera vez que nos conocimos...
- Tantas cosas han cambiado... -
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Re: Templo de Nuwa
por Eilinel Mar Mayo 17, 2011 7:52 am
La lealtad del hombre se demostraba sin impedimento en el cariño con el que pronunciaba cada vocablo para Eilinel, cada acción realizada, desde la más leve mirada estaba impregnada de aquella ternura, que provocaba una sonrisa de agradecimiento en la ahora divinidad.
La calidez del beso depositado en las manos divinas, logro estremecer levemente su nívea piel, sin querer perder de vista el actuar del hombre que tenia frente a ella. Había conseguido recordarle, siempre le acompaño en todo momento, dedicándose a protegerla y a verla bien, agradecía desde el fondo de su corazón el poder contar con él en este momento tan importante y trascendental de su vida.
- Sion, es una alegría, un orgullo y un honor el saberos a mi lado en este momento…
Sus palabras cargadas de honestidad se transmitieron hasta el ahora dragón imperial de la sabiduría, aún con la sonrisa posada en sus labios escucho la última frase de Sion con calma, borrando levemente su sonrisa y asintiendo. Era cierto, ahora la situación era diferente, ella había aceptado a Nuwa, se había aceptado como la reencarnación de la Divinidad China, conllevando con esto una serie de responsabilidades y sacrificios personales, encontrándose dentro de ellos su antigua relación con él.
- Muchas cosas cambiaron Sion, pero es lo que conlleva el pasar del tiempo... más sin embargo muchos cambios son buenos…
Murmuro volviendo a sonreírle acariciando con suavidad las manos de su siempre fiel guerrero, pues con el tiempo la confianza y el cariño que sentía por él había aumentado en base a las experiencias vividas y más aún al saberlo con ella. Puesto que la simple presencia de aquel hombre aumentaba su seguridad sobre su decisión final, sintiéndose dichosa de poder recuperar sus recuerdos perdidos ante lo sucedido recientemente.
- Agradezco que te encuentres conmigo…
Su sonrisa aumento, al tiempo que con leve y elegante movimiento libraba las manos ajenas del tacto de las propias, retrocediendo algunos pasos sin perderle de vista. El vacio dentro de su pecho había desaparecido, sintiéndose ahora realmente preparada para su unión con Nuwa, sabiendo que seguiría siendo ella al fin y al cabo.
La calidez del beso depositado en las manos divinas, logro estremecer levemente su nívea piel, sin querer perder de vista el actuar del hombre que tenia frente a ella. Había conseguido recordarle, siempre le acompaño en todo momento, dedicándose a protegerla y a verla bien, agradecía desde el fondo de su corazón el poder contar con él en este momento tan importante y trascendental de su vida.
- Sion, es una alegría, un orgullo y un honor el saberos a mi lado en este momento…
Sus palabras cargadas de honestidad se transmitieron hasta el ahora dragón imperial de la sabiduría, aún con la sonrisa posada en sus labios escucho la última frase de Sion con calma, borrando levemente su sonrisa y asintiendo. Era cierto, ahora la situación era diferente, ella había aceptado a Nuwa, se había aceptado como la reencarnación de la Divinidad China, conllevando con esto una serie de responsabilidades y sacrificios personales, encontrándose dentro de ellos su antigua relación con él.
- Muchas cosas cambiaron Sion, pero es lo que conlleva el pasar del tiempo... más sin embargo muchos cambios son buenos…
Murmuro volviendo a sonreírle acariciando con suavidad las manos de su siempre fiel guerrero, pues con el tiempo la confianza y el cariño que sentía por él había aumentado en base a las experiencias vividas y más aún al saberlo con ella. Puesto que la simple presencia de aquel hombre aumentaba su seguridad sobre su decisión final, sintiéndose dichosa de poder recuperar sus recuerdos perdidos ante lo sucedido recientemente.
- Agradezco que te encuentres conmigo…
Su sonrisa aumento, al tiempo que con leve y elegante movimiento libraba las manos ajenas del tacto de las propias, retrocediendo algunos pasos sin perderle de vista. El vacio dentro de su pecho había desaparecido, sintiéndose ahora realmente preparada para su unión con Nuwa, sabiendo que seguiría siendo ella al fin y al cabo.
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Re: Templo de Nuwa
por Sion Miér Mayo 18, 2011 1:14 am
Rápidamente me puse de pie ante la actitud de Eilinel, guarde silencio mientras esta retrocedía y entonces me encamine hacia mi armadura nuevamente, estuve en silencio en el proceso mi camino, una vez llegado hasta mi armadura simplemente apunte el dedo indice hacia la armadura, un fino rayo de cosmos salio disparado hacia esta y el espíritu de un dragón salio disparado hacia mi pecho, rápidamente el manto sagrado del dragón blanco fue cubriendo mi cuerpo, hasta volver a ser el mismo que era antes, fue en ese momento que me puse de pie junto a la estatua guardiana y observe detenidamente la piedra que era sostenida por esta, un diamante tallado en la perfeccion total; era cierto que los diamantes eran la forma mas perfecta de piedra, tanto como se podia esperar de la sabiduria que yo manejaba...
- Una piedra no es perfecta hasta que se la talla por completo, y aun entonces debe ser pulida y mantenida durante toda su existencia... es asi como se mantiene la sabiduria... -
Dije mientras hablaba, entonces me volvi hacia Nuwa y extendi mis brazos a ambos lados, rapidamente dos angeles muy hermosas se presentaron delante de mi persona, tal vez nadie en su vida los hubiesen reconocido, pero ambos tenian la apariencia de Eilinel misma, en ese momento comprendi que indefectiblemente mi mundo giraba en torno a ella. Cuando terminaron de ubicarse, ambos angeles desplegaron un libro de negra tapa, tan grueso como una pared y sus hojas se perdian en un mar de lineas, este libro se abri delante de Nuwa.
- Mi señora, este libro es capaz de mostrar eventos lejanos a su portador, a mi se me niega ver algunas cosas que estan protegidas por dioses, pero usted que es una diosa, estoy seguro que no se le negará ver en su totalidad... -
Una vez dicho esto me retire lentamente dejando unos pasos entre ella y libro, este seguramente le mostraria cosas que deseara ver, aunque lo unico que esperaba que le mostrara aun fuese mis sentimientos por ella.
Me ubique junto a mi trono, esperando que ella se pronunciara, tal vez seria hora de avanzar hacia algun lado o hacer algo, pero entonces algo vino a mi mente...
- Señora, una vez que este libre ¿le gustaria salir a caminar por el reino? tal y como lo haciamos antes... su presencia reconfortaria a los campesinos y dejaria en paz mi corazon... -
Dije en un tono tranquilo mientras acomodaba mis cabellos debajo del casco de la armadura al tiempo que me lo colocaba.
- Una piedra no es perfecta hasta que se la talla por completo, y aun entonces debe ser pulida y mantenida durante toda su existencia... es asi como se mantiene la sabiduria... -
Dije mientras hablaba, entonces me volvi hacia Nuwa y extendi mis brazos a ambos lados, rapidamente dos angeles muy hermosas se presentaron delante de mi persona, tal vez nadie en su vida los hubiesen reconocido, pero ambos tenian la apariencia de Eilinel misma, en ese momento comprendi que indefectiblemente mi mundo giraba en torno a ella. Cuando terminaron de ubicarse, ambos angeles desplegaron un libro de negra tapa, tan grueso como una pared y sus hojas se perdian en un mar de lineas, este libro se abri delante de Nuwa.
- Mi señora, este libro es capaz de mostrar eventos lejanos a su portador, a mi se me niega ver algunas cosas que estan protegidas por dioses, pero usted que es una diosa, estoy seguro que no se le negará ver en su totalidad... -
Una vez dicho esto me retire lentamente dejando unos pasos entre ella y libro, este seguramente le mostraria cosas que deseara ver, aunque lo unico que esperaba que le mostrara aun fuese mis sentimientos por ella.
Me ubique junto a mi trono, esperando que ella se pronunciara, tal vez seria hora de avanzar hacia algun lado o hacer algo, pero entonces algo vino a mi mente...
- Señora, una vez que este libre ¿le gustaria salir a caminar por el reino? tal y como lo haciamos antes... su presencia reconfortaria a los campesinos y dejaria en paz mi corazon... -
Dije en un tono tranquilo mientras acomodaba mis cabellos debajo del casco de la armadura al tiempo que me lo colocaba.
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Re: Templo de Nuwa
por Eilinel Mar Mayo 24, 2011 8:11 pm
La divinidad China se mantuvo al tanto de las acciones que el dragón de la sabiduría realizaba frente a ella, permaneciendo en silencio mientras le observaba con detenimiento. Dos ángeles imponentes aparecieron a su lado portando un hermoso y gran libro, el corazón de Nuwa se regocijo levemente al saber lo que era siendo testigo de su poder. Los ángeles, que tenían el mismo aspecto que Eilinel se mantuvieron en su posición al tiempo que Sion retrocedía levemente dándole espacio, invitándola a examinar aquel escrito.
Solo a los Dioses se les permitía saber la verdad completa, la real verdad oculta para los mortales. Con calma se levanto sin quitar sus ojos del libro, camino con elegancia y parsimonia acortando la distancia. Una leve sonrisa asomo su rostro al verlo frente a ella, cerro sus ojos con delicadeza al tiempo que suspiraba.
Sin abrir sus ojos, coloco su mano sobre el libro con lentitud. Ante el leve tacto divino el libro produjo un brillo enceguecido dentro del recinto, iluminándolo en su totalidad. Las páginas del escrito comenzaron a pasar con rapidez frente a los ojos de Eilinel, a quien se le revelo sucesos en otros reinos, se confirmaron sospechas de su corazón, y además supo que estaba en lo correcto con respecto a su unión completa con la divinidad China, la sonrisa en sus labios aumento, al tiempo que el libro se cerraba frente a ella, agotando la intensa luz que había llenado el lugar.
Los ángeles comenzaron a desaparecer al igual que el libro, aún en silencio Nuwa se giro hacia su trono caminando con calma, recordando una frase leída en una de las páginas del escrito, “Tu imperio ha comenzado a despertar”. Giro con lentitud su vista hacia dos estatuas de sus guerreros, las esculturas del Dragón Imperial de la Pasión y el de la Calma brillaba con intensidad al igual que la de la Sabiduría, habían despertado dos de sus guerreros. La alegría invadió a su corazón al tiempo que se sentaba observando a Sion.
- Vuestro libro ha confirmado sospechas que atormentaban mi mente… Hades ha despertado, y temo que estemos dentro de sus planes…
Murmuro con calma mientras tocaba el anillo de su mano. Cerro sus ojos un momento y pensó en la propuesta del joven, a pesar de que le agradaría el dotarse de un momento de paz al pasear por el imperio, debía dar prioridad a otros asuntos.
- Pero no preocupéis, nuestro imperio no caerá. Más dragones han despertado, y pronto nos veremos honrados con su presencia.
Una sonrisa adorno el rostro de Nuwa, quien con calidez alzo su cosmos llamando a sus guerreros. Si bien siempre había mantenido acción pacífica en las guerras de otros reinos, no permanecería en silencio si algún mal intentaba azotar contra China.
- Por el momento debo declinar la posibilidad de un paseo por los alrededores… espero comprendas los motivos que me obligan a tomar esta decisión.
Sus palabras a pesar de la cordialidad y seriedad con las que las pronunciaba honrando el código de respeto que debía haber entre ellos, estaban dotadas de cariño y disculpa. Sin decir más Eilinel cerró sus ojos aguardando con calma a los nuevos guerreros que habían despertado, sintiendo como sus energías se movían por el imperio.
----------------------
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He ignorado el post anterior del usuario Wesker, debido a que él ha abandonado el foro y así mismo sus personajes.
Saludos
Solo a los Dioses se les permitía saber la verdad completa, la real verdad oculta para los mortales. Con calma se levanto sin quitar sus ojos del libro, camino con elegancia y parsimonia acortando la distancia. Una leve sonrisa asomo su rostro al verlo frente a ella, cerro sus ojos con delicadeza al tiempo que suspiraba.
Sin abrir sus ojos, coloco su mano sobre el libro con lentitud. Ante el leve tacto divino el libro produjo un brillo enceguecido dentro del recinto, iluminándolo en su totalidad. Las páginas del escrito comenzaron a pasar con rapidez frente a los ojos de Eilinel, a quien se le revelo sucesos en otros reinos, se confirmaron sospechas de su corazón, y además supo que estaba en lo correcto con respecto a su unión completa con la divinidad China, la sonrisa en sus labios aumento, al tiempo que el libro se cerraba frente a ella, agotando la intensa luz que había llenado el lugar.
Los ángeles comenzaron a desaparecer al igual que el libro, aún en silencio Nuwa se giro hacia su trono caminando con calma, recordando una frase leída en una de las páginas del escrito, “Tu imperio ha comenzado a despertar”. Giro con lentitud su vista hacia dos estatuas de sus guerreros, las esculturas del Dragón Imperial de la Pasión y el de la Calma brillaba con intensidad al igual que la de la Sabiduría, habían despertado dos de sus guerreros. La alegría invadió a su corazón al tiempo que se sentaba observando a Sion.
- Vuestro libro ha confirmado sospechas que atormentaban mi mente… Hades ha despertado, y temo que estemos dentro de sus planes…
Murmuro con calma mientras tocaba el anillo de su mano. Cerro sus ojos un momento y pensó en la propuesta del joven, a pesar de que le agradaría el dotarse de un momento de paz al pasear por el imperio, debía dar prioridad a otros asuntos.
- Pero no preocupéis, nuestro imperio no caerá. Más dragones han despertado, y pronto nos veremos honrados con su presencia.
Una sonrisa adorno el rostro de Nuwa, quien con calidez alzo su cosmos llamando a sus guerreros. Si bien siempre había mantenido acción pacífica en las guerras de otros reinos, no permanecería en silencio si algún mal intentaba azotar contra China.
- Por el momento debo declinar la posibilidad de un paseo por los alrededores… espero comprendas los motivos que me obligan a tomar esta decisión.
Sus palabras a pesar de la cordialidad y seriedad con las que las pronunciaba honrando el código de respeto que debía haber entre ellos, estaban dotadas de cariño y disculpa. Sin decir más Eilinel cerró sus ojos aguardando con calma a los nuevos guerreros que habían despertado, sintiendo como sus energías se movían por el imperio.
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He ignorado el post anterior del usuario Wesker, debido a que él ha abandonado el foro y así mismo sus personajes.
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Re: Templo de Nuwa
por Yukimura Mar Mayo 24, 2011 9:09 pm
A las grandes puertas de un apartado templo llegaron los pasos de un desconocido. Pocos sabian la existencia de aquel lugar sagrado pues solo los elegidos por las deidades chinas conocian el camino que conducian al templo mas importante de toda China. Ese era el templo de la diosa Nuwa, una diosa que tenia a su servicio a los dragones imperiales, personas que poseen una fuerza increible, guerreros chinos preparados para defender a su diosa y a sus ideales. A los niños se lo solia contar este tipo de historia, aunque la mayoria de las personas creen que son solo eso.. historias.. leyendas.. mitos... Pero cuando ves a uno de esos dragones, comprendes que el mito puede volverse realidad.
Esa persona atraveso la gran puerta, para dar paso al jardin que se interponia antes de llegar a la sala principal, los supuestos aposentos de Nuwa. Los pasos de aquella persona eran lentos, tenia dos grandes lanzas cruzadas en su espalda y su apariencia era joven, de no mas de veinte años.
Asi que el dragon no mentia.
Esas palabras salieron de los labios de un joven de cabello castaño, y ojos marrones, con ropajes y armadura de color rojo, y una larga cinta que cubria su frente y llegaba hasta su cintura. Un collar con monedas colgada de su cuello y llevaba su pecho al descubiert. Lo unico que llevaba de un color diferente eran sus pantalones, blancos, con unas llamas de fuego dibujadas en el. En efecto.. era Yukimura, aquel que en el campo de batalla se le conocia como el Dragon Rojo. Un joven prodigio para la lucha que habia estado hasta hace poco en uno de los muchos ejercitos que hay por China.
Este chico nunca habia perdido una batalla, hasta que llego el tragico dia. Un hombre con seis espadas, y un parche en el ojo, fue quien le vencio. En ese momento, estaba tan desonrado que quiso morir, pero el guerrero le perdono la vida. Aun asi.. no queria vivir.. fue en ese momento que un dragon rojo aparecio frente a el. Le conto toda la historia sobre Nuwa, y sobre los dragones imperiales. Le dio un motivo para vivir, para no rendirse y para emprender de nuevo el viaje, siendo ahora un dragon imperial. Entonces dejo a su admirado maestro y el ejercito que llevaba para empreder el camino en busca de Nuwa.
Varios meses han pasado ya desde eso, y al fin habia encontrado el templo de la diosa. Estaba entusiasmado por mirar como seria una deidad, si tendria apariencia humana, o bien apariencia animal. Y ahora solo tenia que cruzar una puerta mas para descubrir todo ello. Respiro profundamente abrio las ultimas puertas para descubrir si todo lo que el dragon rojo le habia contado era verdad o solo era una farsa del destino.
Yukimura entraba a una nueva sala, los que hubiera dentro, escucharon como unos pasos se acercaba a ellos. De las sombras de la entrada aparecia ese chico joven de cabello castaño y ropajes rojos con sus grandes lanzas en la espalda. Dentro habia dos personas, un hombre de cabello largo y blanco, parecia mayor que Yukimura, y una hermosa mujer rubia, con rasgos increiblemente bellos, nunca habia visto a una mujer tan hermosa como ella, seria ella.. la diosa Nuwa.. seria real lo que el dragon le dijo?
Disculpen la intromision.. pero he viajado mucho, en busca de la Nuwa..
Yukimura no hablo con tanto respeto como una diosa merecia, pero.. hasta que no viera que todo lo que habia escuchado fuera verdad, no estaba seguro de mostrarse respetuoso ante nadie. Ya que de por si, el chico era aun muy joven y para el solo debia tener su respeto su maestro.
Mi nombre es Yukimura. Y si he venido aqui, fue por la aparicion de un dragon de color rojo. Me dijo que buscara a Nuwa.. que junto a ella debia encontrar mi destino.
Esa persona atraveso la gran puerta, para dar paso al jardin que se interponia antes de llegar a la sala principal, los supuestos aposentos de Nuwa. Los pasos de aquella persona eran lentos, tenia dos grandes lanzas cruzadas en su espalda y su apariencia era joven, de no mas de veinte años.
Asi que el dragon no mentia.
Esas palabras salieron de los labios de un joven de cabello castaño, y ojos marrones, con ropajes y armadura de color rojo, y una larga cinta que cubria su frente y llegaba hasta su cintura. Un collar con monedas colgada de su cuello y llevaba su pecho al descubiert. Lo unico que llevaba de un color diferente eran sus pantalones, blancos, con unas llamas de fuego dibujadas en el. En efecto.. era Yukimura, aquel que en el campo de batalla se le conocia como el Dragon Rojo. Un joven prodigio para la lucha que habia estado hasta hace poco en uno de los muchos ejercitos que hay por China.
Este chico nunca habia perdido una batalla, hasta que llego el tragico dia. Un hombre con seis espadas, y un parche en el ojo, fue quien le vencio. En ese momento, estaba tan desonrado que quiso morir, pero el guerrero le perdono la vida. Aun asi.. no queria vivir.. fue en ese momento que un dragon rojo aparecio frente a el. Le conto toda la historia sobre Nuwa, y sobre los dragones imperiales. Le dio un motivo para vivir, para no rendirse y para emprender de nuevo el viaje, siendo ahora un dragon imperial. Entonces dejo a su admirado maestro y el ejercito que llevaba para empreder el camino en busca de Nuwa.
Varios meses han pasado ya desde eso, y al fin habia encontrado el templo de la diosa. Estaba entusiasmado por mirar como seria una deidad, si tendria apariencia humana, o bien apariencia animal. Y ahora solo tenia que cruzar una puerta mas para descubrir todo ello. Respiro profundamente abrio las ultimas puertas para descubrir si todo lo que el dragon rojo le habia contado era verdad o solo era una farsa del destino.
Yukimura entraba a una nueva sala, los que hubiera dentro, escucharon como unos pasos se acercaba a ellos. De las sombras de la entrada aparecia ese chico joven de cabello castaño y ropajes rojos con sus grandes lanzas en la espalda. Dentro habia dos personas, un hombre de cabello largo y blanco, parecia mayor que Yukimura, y una hermosa mujer rubia, con rasgos increiblemente bellos, nunca habia visto a una mujer tan hermosa como ella, seria ella.. la diosa Nuwa.. seria real lo que el dragon le dijo?
Disculpen la intromision.. pero he viajado mucho, en busca de la Nuwa..
Yukimura no hablo con tanto respeto como una diosa merecia, pero.. hasta que no viera que todo lo que habia escuchado fuera verdad, no estaba seguro de mostrarse respetuoso ante nadie. Ya que de por si, el chico era aun muy joven y para el solo debia tener su respeto su maestro.
Mi nombre es Yukimura. Y si he venido aqui, fue por la aparicion de un dragon de color rojo. Me dijo que buscara a Nuwa.. que junto a ella debia encontrar mi destino.
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Re: Templo de Nuwa
por Gray-5 Miér Mayo 25, 2011 4:39 am
Adentrado en las montañas a lo lejos de china según al leyenda contaba que se escondía un templo creado por la Diosa Nuwa, rodeado por los templos de los dragones Imperiales, era un lugar peligroso en el cual, cualquier persona podría perderse si no sabia el camino, se contaban grandes historias sobre aquellos dragones legendarios, Pasión, Sabiduría, Orgullo, Hermandad, Esfuerzo, Felicidad y Calma, aquellos legendarios dragones representaban aquellos sentimientos siendo poderosos capases de mover montañas se luchaban juntos, todos le temían pero china los adoraba junto a su diosa.
Pronto se pudo ver a un hombre con una vestimenta extraña, un pantalón negro con cinturón azul y una camisa de color blanco con un borde azul y una caja enorme en su espalda cubierta por una tela color blanco. Ese joven tenia el cabello corto, cabello azul oscuro y ojos negros como el carbón, unos orbes sin sentimientos ni expresión. Ese chico se veía acalorado extrañamente pero no sudaba solo movía su camisa para crear algo de fresco dentro pero no lo lograba aun con las frías montañas por lo que pronto se quito la camisa y la coloco la caja en su espalda dejando ver así un tatuaje peculiar en su pecho del lado derecho de color azul.
Aquel tatuaje era la marca de su maestra. Luego de seguir caminando durante minutos subiendo las montañas se encontró con el templo de Nuwa frente a el, con unas grandes puertas resguardadas por unos cuantos monjes que apenas el intento entrar lo detuvieron para preguntarle que hacia en aquel lugar, y acto seguido aquel joven cambio su expresión tan seria a una muy tranquila y saludando con su mano y una sonrisa en su rostro respondio a su pregunta con las siguientes palabras.
-Bueno yo soy Gray, y pues eh venido a visitar a mi diosa Nuwa, según mi maestra yo soy... ehm... como era esa cosa..... a si el Dragón celeste, Protector imperial de la calma. Mi maestra me dejo su marca para así avisarles-
Dijo mientras señalaba su tatuaje y enseguida lo dejaron pasar reconociéndolo de la antigua dragón de la calma, por lo tanto Gray paso a un templo y luego de caminar durante unos minutos por unos pasillos sin conocer a donde iba solo guiado por su instinto logro encontrarse en un salón donde se encontraba un joven de vestimentas rojas y cabello corto y castaño, y otro hombre de ropajes mayoría blancos y un cabello largo y blanco. No noto nada muy diferente con excepción de las diferencias de edades y puesto cambio la mirada de aquellos orbes negros a una dama que estaba frente a ellos, una dama rubia con piel blanca y hermosa cual apenas verla hizo brillar el tatuaje en la espalda de Gray que lo hizo sonreír y caminando con calma hasta a ella levanto su mano en forma de saludo.
-Hola señorita, creo que usted es la persona que estoy buscando, mi cuerpo me llama hacia usted y eso no es muy normal en mi Jeje, bueno Soy Gray Dragón celeste, Protector de la calma, a sus servicios-
Dijo mientras se inclinaba un poco y colocaba su mano en el pecho en forma de respeto sin mirarla a los ojos solo centrando su mirada al suelo.
Pronto se pudo ver a un hombre con una vestimenta extraña, un pantalón negro con cinturón azul y una camisa de color blanco con un borde azul y una caja enorme en su espalda cubierta por una tela color blanco. Ese joven tenia el cabello corto, cabello azul oscuro y ojos negros como el carbón, unos orbes sin sentimientos ni expresión. Ese chico se veía acalorado extrañamente pero no sudaba solo movía su camisa para crear algo de fresco dentro pero no lo lograba aun con las frías montañas por lo que pronto se quito la camisa y la coloco la caja en su espalda dejando ver así un tatuaje peculiar en su pecho del lado derecho de color azul.
Aquel tatuaje era la marca de su maestra. Luego de seguir caminando durante minutos subiendo las montañas se encontró con el templo de Nuwa frente a el, con unas grandes puertas resguardadas por unos cuantos monjes que apenas el intento entrar lo detuvieron para preguntarle que hacia en aquel lugar, y acto seguido aquel joven cambio su expresión tan seria a una muy tranquila y saludando con su mano y una sonrisa en su rostro respondio a su pregunta con las siguientes palabras.
-Bueno yo soy Gray, y pues eh venido a visitar a mi diosa Nuwa, según mi maestra yo soy... ehm... como era esa cosa..... a si el Dragón celeste, Protector imperial de la calma. Mi maestra me dejo su marca para así avisarles-
Dijo mientras señalaba su tatuaje y enseguida lo dejaron pasar reconociéndolo de la antigua dragón de la calma, por lo tanto Gray paso a un templo y luego de caminar durante unos minutos por unos pasillos sin conocer a donde iba solo guiado por su instinto logro encontrarse en un salón donde se encontraba un joven de vestimentas rojas y cabello corto y castaño, y otro hombre de ropajes mayoría blancos y un cabello largo y blanco. No noto nada muy diferente con excepción de las diferencias de edades y puesto cambio la mirada de aquellos orbes negros a una dama que estaba frente a ellos, una dama rubia con piel blanca y hermosa cual apenas verla hizo brillar el tatuaje en la espalda de Gray que lo hizo sonreír y caminando con calma hasta a ella levanto su mano en forma de saludo.
-Hola señorita, creo que usted es la persona que estoy buscando, mi cuerpo me llama hacia usted y eso no es muy normal en mi Jeje, bueno Soy Gray Dragón celeste, Protector de la calma, a sus servicios-
Dijo mientras se inclinaba un poco y colocaba su mano en el pecho en forma de respeto sin mirarla a los ojos solo centrando su mirada al suelo.
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Re: Templo de Nuwa
por Sion Miér Mayo 25, 2011 5:26 am
- Hades? ¿El dios del Inframundo Griego? -
No era secreto que ese tipo siempre peleaba con la otra diosa griega, Athena, de los cuales sabia bastante pero no había tenido mayores noticias, simplemente me desagradaban los extranjeros que jugaban con el destino de la tierra y esos dos eran parte de ello, por lo cual las noticias no eran agradables para mi persona.
- Sabrá mantener su distancia de nuestro pueblo si no quiere llevarse una mala pasada mi señora... -
Dije mientras apretaba mi puño de manera inconsciente, a menudo podia ser blando y considerado con las personas, sobre todo con Eilinel, pero al momento de la batalla me convertia en el verdadero dragon blanco. Rapidamente volvi mi vista hacia el libro y espere nuevas interpretaciones de la diosa.
- ¿Mas dragones? -
Volvi mi vista a las estatuas, la pasion y la calma habian brillado intensamente, eso nos hacia tener dos guerreros mas a disposicion, observe con calma esas estatuas y las ignore con calma, no me interesaba mucho compartir mi lugar con otros guerreros, el dragon de la sabiduria siempre habia sido una bestia solitaria y esta vez no cambiaria ese hecho.
- No se preocupe mi señora... doy por hecho que la situacion no esta para paseos -
Dicho esto mi semblante cambio completamente, pase de ser Sion a ser El dragon blanco de la sabiduria, un guerrero frio y calculador, que no esperaba mas frivolidad que la tension de la batalla... y se aproximaban los testigos de ello, los demas dragones.
Dos nuevos cosmos llenos de poder llegaron ante la señora Nuwa, cada uno de ellos era distinto en sus andares y sus formas de hablar, el primero parecía ser un guerrero inexperto, se hacia acreedor del dragón imperial de la pasión, lo observe detenidamente mientras se presentaba, no parecía muy respetuoso, por lo que igualmente no dije mucho... seguramente Nuwa me regañaría si le decía algo, simplemente lo dejaría pasar, pues los jóvenes siempre eran así. El segundo en cambio parecía mucho mas recto que el primero y su poder estaba casi al mismo nivel que el mio, lo observe detenidamente y guarde silencio mientras se presentaban, no tenia muy en claro como reaccionar aun...
No era secreto que ese tipo siempre peleaba con la otra diosa griega, Athena, de los cuales sabia bastante pero no había tenido mayores noticias, simplemente me desagradaban los extranjeros que jugaban con el destino de la tierra y esos dos eran parte de ello, por lo cual las noticias no eran agradables para mi persona.
- Sabrá mantener su distancia de nuestro pueblo si no quiere llevarse una mala pasada mi señora... -
Dije mientras apretaba mi puño de manera inconsciente, a menudo podia ser blando y considerado con las personas, sobre todo con Eilinel, pero al momento de la batalla me convertia en el verdadero dragon blanco. Rapidamente volvi mi vista hacia el libro y espere nuevas interpretaciones de la diosa.
- ¿Mas dragones? -
Volvi mi vista a las estatuas, la pasion y la calma habian brillado intensamente, eso nos hacia tener dos guerreros mas a disposicion, observe con calma esas estatuas y las ignore con calma, no me interesaba mucho compartir mi lugar con otros guerreros, el dragon de la sabiduria siempre habia sido una bestia solitaria y esta vez no cambiaria ese hecho.
- No se preocupe mi señora... doy por hecho que la situacion no esta para paseos -
Dicho esto mi semblante cambio completamente, pase de ser Sion a ser El dragon blanco de la sabiduria, un guerrero frio y calculador, que no esperaba mas frivolidad que la tension de la batalla... y se aproximaban los testigos de ello, los demas dragones.
Dos nuevos cosmos llenos de poder llegaron ante la señora Nuwa, cada uno de ellos era distinto en sus andares y sus formas de hablar, el primero parecía ser un guerrero inexperto, se hacia acreedor del dragón imperial de la pasión, lo observe detenidamente mientras se presentaba, no parecía muy respetuoso, por lo que igualmente no dije mucho... seguramente Nuwa me regañaría si le decía algo, simplemente lo dejaría pasar, pues los jóvenes siempre eran así. El segundo en cambio parecía mucho mas recto que el primero y su poder estaba casi al mismo nivel que el mio, lo observe detenidamente y guarde silencio mientras se presentaban, no tenia muy en claro como reaccionar aun...
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Re: Templo de Nuwa
por Eilinel Mar Mayo 31, 2011 8:37 pm
Finalmente el despertar de sus dragones había dado comienzo, la pasión junto a la calma habían retornado a su hogar encontrándose con la Sabiduría, tres dragones imperiales se encontraban frente a Nuwa en este momento. La Diosa no murmuro palabra hasta que vio que los dos cosmos que se aproximaban llegaban a su destino frente a ella, el más joven de los dos muchachos aun luchaba con la duda en su corazón, y ella no le culpaba, es más sabia que al disipar aquellas cuestionantes el joven se volvería un guerrero indispensable en su imperio. Una leve sonrisa evoco su rostro al notar como quien se nombraba Yukimura se refería a ella.
Por otra parte llego un muchacho de cabellos azules y fría presencia, el dragón de la calma. Su entrada fue en silencio refiriéndose a ella únicamente, con respeto y lealtad en sus palabras. A diferencia de la pasión el sabia toda la verdad, no denotaba duda en su hablar y sus ojos demostraban confianza en sus palabras. La divinidad mantuvo su sonrisa al observar el tatuaje que llevaba en su torso, lo había visto antes, la anterior usuaria de la Calma lo había llevado, entonces él era el aprendiz de aquella excepcional mujer. Ahora comprendía la fuerza que irradiaba el cosmos del muchacho, que se notaba un guerrero experimentado.
Cerró sus ojos un momento meditando el suceso para luego levantarse, dando unos cuantos pasos frente a ellos. Le sonrió con calma mientras observaba a Sion notándole en completo silencio e inmóvil, esperando su reacción. Volvió con calma su mirada en ambos dragones y alzo su cosmos con calma, depositando sus ojos sobre el dragón de la pasión al tiempo que extendía su mano en dirección a la estatua que le representaba.
- Yukimura… El legendario Dragón de la Pasión os ha informado con la verdad… se testigo de ello…
Susurro con dulzura mientras la estatua de la pasión lanzaba un brillo enceguecedor apareciendo frente a la divinidad china una caja metálica de color rojiza, al leve tacto de su mano esta se abrió dejando a la vista la imponente armadura del dragón imperial rojo.
“Ve con aquel que es merecedor de ti”
Sus pensamientos dotaron a la armadura quien a modo de respuesta a la divinidad se dirigió con rapidez frente al muchacho, brillando con magnificencia al estar a su lado. La Diosa sonrió invitando al joven a confiar en ella y en aquel dragón, otorgándole el momento del análisis y la duda. Sin más centro su atención en aquel muchacho de cabellos azules.
- Gray, Dragón Imperial de la Calma… en vuestros ojos observo que sois conocedor de la verdad oculta en este templo…
Susurro alzando su templo nuevamente a lo que la caja en la espalda del joven fue liberada de su cubierta revelando un color celeste impregnado en esta. La sonrisa de Nuwa aumento y volvió a sentarse observando a los tres muchachos.
- Mi nombre es Eilinel, soy la nueva reencarnación de la Diosa Nuwa… Me siento honrada al tenerlos ante mi presencia…
La sonrisa de la Diosa aumento, sintiendo que las energías a su alrededor habían dejado de realizar movimientos tan extravagantes. Aún mantenía preocupación y alerta por lo que el libro del dragón blanco le había revelado, por ello debía estar preparados para todo, no podían permitir que China cayera por los caprichos egoístas de un Dios Griego.
Poso su vista en los tres guerreros que estaban frente a ella y alzo su voz con calma mientras se dirigía a ella rodeándoles con su cosmos.
- Sion Dragón de la Sabiduría, Yukimura Dragón de la Pasión y Gray Dragón de la Calma, espero contar con vosotros para proteger nuestro imperio de los males que se avecinan…
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A los tres les pido disculpas por mi ausencia y el dejarlos sin respuesta en el rol. He tenido bastantes problemas personales que me dificultaron mi presencia en el foro, pero ya esta todo bien ^^ Asi que nos veremos más seguido, saludos a los tres
Por otra parte llego un muchacho de cabellos azules y fría presencia, el dragón de la calma. Su entrada fue en silencio refiriéndose a ella únicamente, con respeto y lealtad en sus palabras. A diferencia de la pasión el sabia toda la verdad, no denotaba duda en su hablar y sus ojos demostraban confianza en sus palabras. La divinidad mantuvo su sonrisa al observar el tatuaje que llevaba en su torso, lo había visto antes, la anterior usuaria de la Calma lo había llevado, entonces él era el aprendiz de aquella excepcional mujer. Ahora comprendía la fuerza que irradiaba el cosmos del muchacho, que se notaba un guerrero experimentado.
Cerró sus ojos un momento meditando el suceso para luego levantarse, dando unos cuantos pasos frente a ellos. Le sonrió con calma mientras observaba a Sion notándole en completo silencio e inmóvil, esperando su reacción. Volvió con calma su mirada en ambos dragones y alzo su cosmos con calma, depositando sus ojos sobre el dragón de la pasión al tiempo que extendía su mano en dirección a la estatua que le representaba.
- Yukimura… El legendario Dragón de la Pasión os ha informado con la verdad… se testigo de ello…
Susurro con dulzura mientras la estatua de la pasión lanzaba un brillo enceguecedor apareciendo frente a la divinidad china una caja metálica de color rojiza, al leve tacto de su mano esta se abrió dejando a la vista la imponente armadura del dragón imperial rojo.
“Ve con aquel que es merecedor de ti”
Sus pensamientos dotaron a la armadura quien a modo de respuesta a la divinidad se dirigió con rapidez frente al muchacho, brillando con magnificencia al estar a su lado. La Diosa sonrió invitando al joven a confiar en ella y en aquel dragón, otorgándole el momento del análisis y la duda. Sin más centro su atención en aquel muchacho de cabellos azules.
- Gray, Dragón Imperial de la Calma… en vuestros ojos observo que sois conocedor de la verdad oculta en este templo…
Susurro alzando su templo nuevamente a lo que la caja en la espalda del joven fue liberada de su cubierta revelando un color celeste impregnado en esta. La sonrisa de Nuwa aumento y volvió a sentarse observando a los tres muchachos.
- Mi nombre es Eilinel, soy la nueva reencarnación de la Diosa Nuwa… Me siento honrada al tenerlos ante mi presencia…
La sonrisa de la Diosa aumento, sintiendo que las energías a su alrededor habían dejado de realizar movimientos tan extravagantes. Aún mantenía preocupación y alerta por lo que el libro del dragón blanco le había revelado, por ello debía estar preparados para todo, no podían permitir que China cayera por los caprichos egoístas de un Dios Griego.
Poso su vista en los tres guerreros que estaban frente a ella y alzo su voz con calma mientras se dirigía a ella rodeándoles con su cosmos.
- Sion Dragón de la Sabiduría, Yukimura Dragón de la Pasión y Gray Dragón de la Calma, espero contar con vosotros para proteger nuestro imperio de los males que se avecinan…
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[Off Rol]
A los tres les pido disculpas por mi ausencia y el dejarlos sin respuesta en el rol. He tenido bastantes problemas personales que me dificultaron mi presencia en el foro, pero ya esta todo bien ^^ Asi que nos veremos más seguido, saludos a los tres
Eilinel- Dios
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Re: Templo de Nuwa
por Gray-5 Jue Jun 09, 2011 8:05 pm
Gray lograba notar la belleza de su diosa y también un poco de inquietud que aunque la ocultaba con otras expresiones como una sonrisa, también estaba aquel hombre de vestimenta roja que desconfiaba de la diosa Nuwa pero su diosa lo llamaba el dragón de la pasión por lo ya se sabia que tendrían que ser aliados, ademas de eso también lograba ver a un lado a un hombre serio de cabello blanco igual que su vestimenta, aun sin conocerlo el tatuaje en su espalda pareciera que los susurrara al oído diciéndole que aquel hombre era el dragón de la sabiduría, en efecto Gray estaba al tanto de casi todo lo que había pasad, en ese momento gray dejo de inclinarse y vio directamente a Nuwa para decirlo con una sonrisa en el rostro y calmado.
-En efecto mi diosa estoy al tanto de casi todo podría decirse, pero otras que podría no saber por lo que no molestaría saber de que están hablando-
Dijo para luego observar como la caja en su espalda se desprendía de el y dejaba salir al armadura del dragón de la calma y se armaba frente a el formando el mismo tatuaje en su espalda, lo que lo dejo un poco sorprendido pero aun calmado , pareciendo que hablara de forma cínica. Tocando desde la cabeza hasta la toca la dureza de la armadura pero a la vez el pulido que tenia como nueva, sin embargo se notaba que tal vez le daría algo de calor y escuchando las ultimas palabras de Nuwa este volteo hacia a el diciendo mientras que con su mano derecha se rascaba detrás de la nuca.
-Hmm... Nuwa-sama en verdad debo llevar la armadura, es que se ve que me dará algo de calor y pues el calor y yo no nos llevamos muy bien que digamos. Lo que usted ordene Nuwa-sama yo lo cumpliré así sea quitarme la vida, en forma simbólica le daré esto.-
Gray coloco su mano en su pecho donde debería estar su corazón, para comenzar a usar su cosmos congelando algo en su mano que al momento extendió su mano dejando ver así un hielo cristalino pero frió que tardaría días en tratar de descongelarse amenos que fuera apegados un fuego ay que este traía impregnado el cosmos del joven Gray en forma de un corazón, simbolizando así como si este le diera su corazón, su vida ha su querida diosa.
-En efecto mi diosa estoy al tanto de casi todo podría decirse, pero otras que podría no saber por lo que no molestaría saber de que están hablando-
Dijo para luego observar como la caja en su espalda se desprendía de el y dejaba salir al armadura del dragón de la calma y se armaba frente a el formando el mismo tatuaje en su espalda, lo que lo dejo un poco sorprendido pero aun calmado , pareciendo que hablara de forma cínica. Tocando desde la cabeza hasta la toca la dureza de la armadura pero a la vez el pulido que tenia como nueva, sin embargo se notaba que tal vez le daría algo de calor y escuchando las ultimas palabras de Nuwa este volteo hacia a el diciendo mientras que con su mano derecha se rascaba detrás de la nuca.
-Hmm... Nuwa-sama en verdad debo llevar la armadura, es que se ve que me dará algo de calor y pues el calor y yo no nos llevamos muy bien que digamos. Lo que usted ordene Nuwa-sama yo lo cumpliré así sea quitarme la vida, en forma simbólica le daré esto.-
Gray coloco su mano en su pecho donde debería estar su corazón, para comenzar a usar su cosmos congelando algo en su mano que al momento extendió su mano dejando ver así un hielo cristalino pero frió que tardaría días en tratar de descongelarse amenos que fuera apegados un fuego ay que este traía impregnado el cosmos del joven Gray en forma de un corazón, simbolizando así como si este le diera su corazón, su vida ha su querida diosa.
Gray-5- Dragon Imperial
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