[Salón del Patriarca]
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Edward
Albafica
Sasha
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[Salón del Patriarca]
Un resplandor solar bañaba a Athena y su compañero, descendiendo lentamente las escalinatas Sasha meditaba sobre los acontecimientos que rodeaban al mundo… y no sólo eso sino también sobre cómo iban a proceder durante esta guerra santa. La tranquilidad que irradiaba resultaba ser meramente superficial, su vida había sido exclusivamente preparada para llegar a esa situación llegando el momento de tomar toda la responsabilidad que heredó de su padre Zeus, un designio que siempre acataría hasta el con fin de los tiempos.
El trayecto hacia el salón que conectaba con el templo de la sabiduría le pareció simplemente eterno, cada paso que daba bajaba la mirada, no deseaba transmitir esa preocupación incluso ante su caballero. El descanso se presentaba ante sus ojos anunciando que finalmente llegaban a ese recinto.. como lo estaba esperando, todo resultaba vacío, la ausencia del patriarca marcó demasiado sobre la determinación de esa mujer. Ninguno de los santos de oro estaban enterados de esta trágica noticia, solo ella había guardado en silencio aquella desaparición… la incógnita es.. ¿quién se había encargado de mantener el orden en el Santuario?, era un secreto que solo Sasha se guardaría dentro de su corazón.
Todo se mantenía igual de cómo lo llegaba a recordar, solo que ahora la leve oscuridad del salón le parecía singularmente deprimente. Aun así se mantuvo lo más tranquila que podía, avanzando cada vez hasta tomar su lugar…
– Ha llegado el momento, ¿estarás a mi lado siempre?... –hasta ese momento jamás observó el rostro de ese hombre, aunque se hubiera mantenido en silencio y que se mantuvo limitada a cruzar más de unas palabras, necesitaba saber que alguien estaba a su lado para que la reconfortaran. Su mano sujetó su báculo con tal fuerza encendiendo su cosmos, transmitiendo un mensaje que solo llegaría a ser escuchado para los que se mantenían fieles a la diosa. – Caballeros es hora de presentarse una vez más ante el salón del Patriarca, por favor… les convoco el despertar de Hades, ha dado comienzo. –seguramente sabrían que algo más andaba mal, se darían cuenta de que el Patriarca...
El trayecto hacia el salón que conectaba con el templo de la sabiduría le pareció simplemente eterno, cada paso que daba bajaba la mirada, no deseaba transmitir esa preocupación incluso ante su caballero. El descanso se presentaba ante sus ojos anunciando que finalmente llegaban a ese recinto.. como lo estaba esperando, todo resultaba vacío, la ausencia del patriarca marcó demasiado sobre la determinación de esa mujer. Ninguno de los santos de oro estaban enterados de esta trágica noticia, solo ella había guardado en silencio aquella desaparición… la incógnita es.. ¿quién se había encargado de mantener el orden en el Santuario?, era un secreto que solo Sasha se guardaría dentro de su corazón.
Todo se mantenía igual de cómo lo llegaba a recordar, solo que ahora la leve oscuridad del salón le parecía singularmente deprimente. Aun así se mantuvo lo más tranquila que podía, avanzando cada vez hasta tomar su lugar…
– Ha llegado el momento, ¿estarás a mi lado siempre?... –hasta ese momento jamás observó el rostro de ese hombre, aunque se hubiera mantenido en silencio y que se mantuvo limitada a cruzar más de unas palabras, necesitaba saber que alguien estaba a su lado para que la reconfortaran. Su mano sujetó su báculo con tal fuerza encendiendo su cosmos, transmitiendo un mensaje que solo llegaría a ser escuchado para los que se mantenían fieles a la diosa. – Caballeros es hora de presentarse una vez más ante el salón del Patriarca, por favor… les convoco el despertar de Hades, ha dado comienzo. –seguramente sabrían que algo más andaba mal, se darían cuenta de que el Patriarca...
Sasha- Dios
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Re: [Salón del Patriarca]
Mientras el sol se ponía en la cordillera que separaba el Santuario de aquel mundo atroz, donde las pequeñas rosas que se habían alzado en áridas tierras con esperanza marchitaban ante un olor a muerte proveniente de tierras bajas, proveniente del Inframundo.
Sí, el dios Hades había despertado y eso irradiaba una aire pesimista en cualquier lugar, pues no era algo que fuera fácil ignorar.
El viento aciago movía tranquilo mi azulado cabello con cada escalón que subía para llegar a la actualmente vacía casa del Patriarca, donde nos esperaba la diosa Athena.
Llegué a la casa. La puerta estaba abierta y allí vi a sólo dos personas, y una de ellas no era el Patriarca.
Se trataba de la benerada diosa Athena y el famoso caballero de Sagitario, un nuevo santo dorado que había conseguido la respetada armadura de Sagitario por su increíble poder y fidelidad y, aunque le guardaba algo de respeto por ser mi igual, me resultaba indiferente.
Nada más dar el primer paso al interior de la cámara tocada por excelencia a un inexistente Patriarca, me arrodillé con la pierna izquierda y coloqué mi mano derecha a la altura del corazón en mi armadura.
- Honorseme presente a nos por mi lugar en aqueste respetado monumento, mas, con el debido respeto hacia vos, y vos- Dije, señalando con la cabeza al caballero de Sagitario-. opino que este no es momento de alabanzas. Tenéis aquí,diosa Athena, al portador de la armadura dorada de Psicis. El caballero dorado Albafica de Piscis.- Dije, alzándome y levantando mi cabeza con orgullo, sin mostrar ninguna expresión.
Caminé hacia el lugar donde se encontraba el santo de Sagitario y, tras hacer una reverencia a Athena, que estaba a su lado, la hice frente al caballero de Sagitario.
- En consecuencia y excepción en mi opinión ya parlada, diré tan sólo que os doy mi enhorabuena por vuestra armadura.
Me coloqué enfrente de Athena, aunque a una distancia considerable y, arrodillado, pregunté.
- Soy consciente de el deber que nos, no es otro pues de esperar a los caballeros faltantes mas, aguardaré lo que queréis decirnos.
Sí, el dios Hades había despertado y eso irradiaba una aire pesimista en cualquier lugar, pues no era algo que fuera fácil ignorar.
El viento aciago movía tranquilo mi azulado cabello con cada escalón que subía para llegar a la actualmente vacía casa del Patriarca, donde nos esperaba la diosa Athena.
Llegué a la casa. La puerta estaba abierta y allí vi a sólo dos personas, y una de ellas no era el Patriarca.
Se trataba de la benerada diosa Athena y el famoso caballero de Sagitario, un nuevo santo dorado que había conseguido la respetada armadura de Sagitario por su increíble poder y fidelidad y, aunque le guardaba algo de respeto por ser mi igual, me resultaba indiferente.
Nada más dar el primer paso al interior de la cámara tocada por excelencia a un inexistente Patriarca, me arrodillé con la pierna izquierda y coloqué mi mano derecha a la altura del corazón en mi armadura.
- Honorseme presente a nos por mi lugar en aqueste respetado monumento, mas, con el debido respeto hacia vos, y vos- Dije, señalando con la cabeza al caballero de Sagitario-. opino que este no es momento de alabanzas. Tenéis aquí,diosa Athena, al portador de la armadura dorada de Psicis. El caballero dorado Albafica de Piscis.- Dije, alzándome y levantando mi cabeza con orgullo, sin mostrar ninguna expresión.
Caminé hacia el lugar donde se encontraba el santo de Sagitario y, tras hacer una reverencia a Athena, que estaba a su lado, la hice frente al caballero de Sagitario.
- En consecuencia y excepción en mi opinión ya parlada, diré tan sólo que os doy mi enhorabuena por vuestra armadura.
Me coloqué enfrente de Athena, aunque a una distancia considerable y, arrodillado, pregunté.
- Soy consciente de el deber que nos, no es otro pues de esperar a los caballeros faltantes mas, aguardaré lo que queréis decirnos.
Albafica- Caballero dorado
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Re: [Salón del Patriarca]
Habiamos salido de la recamara de Athena como ella habia ordenado, el camino hasta el salon del patriarca se hacia largo pues caminabamos con lentitud. Siempre estaba detras de ella, dejandola caminar con ese porte que tenia. Era tal y como pensaba que seria, una mujer increible, salvo por el hecho de que... la conocia desde pequeña y sabia como era en realidad y verla asi, se me hacia raro. Era como ver a una niña alegre convertida en alguien tan madura que te sorprende.
Entramos a la estancia del patriarca, como se suponia aun no habia llegado nadie pero suponiamos que los demas no tardarian en llegar. En esos momentos a solas con Athena el silencio se hizo presente. Ninguno de los dos pronuncio palabra hasta que ella me pregunto si siempre estaria a su lado.
Siempre, podra contar conmigo.
Dije con decision. Y al fin entro uno de los caballeros dorados, una de las doce personas que debian entrar al salon del patriarca. Era concretamente el caballero de Piscis. Su casa era la doceava asi que tambien se entendia por que habia llegado el primero. Se paro primero delante de Athena a honrarle un saludo respetuoso, y luego a mi ademas de felicitarme por mi recien adquirida armadura de Sagitario.
Gracias caballero de Piscis. Es un placer conocerle.
Ya conocia al queria seria uno de mis once compañeros. El tiempo seguia pasando pero Athena ya se decidio a hablar, como esperabamos, el dia del despertar de Hades habia llegado. Aprete mis puños y pense en que el momento decisivo se acercaba.
Entramos a la estancia del patriarca, como se suponia aun no habia llegado nadie pero suponiamos que los demas no tardarian en llegar. En esos momentos a solas con Athena el silencio se hizo presente. Ninguno de los dos pronuncio palabra hasta que ella me pregunto si siempre estaria a su lado.
Siempre, podra contar conmigo.
Dije con decision. Y al fin entro uno de los caballeros dorados, una de las doce personas que debian entrar al salon del patriarca. Era concretamente el caballero de Piscis. Su casa era la doceava asi que tambien se entendia por que habia llegado el primero. Se paro primero delante de Athena a honrarle un saludo respetuoso, y luego a mi ademas de felicitarme por mi recien adquirida armadura de Sagitario.
Gracias caballero de Piscis. Es un placer conocerle.
Ya conocia al queria seria uno de mis once compañeros. El tiempo seguia pasando pero Athena ya se decidio a hablar, como esperabamos, el dia del despertar de Hades habia llegado. Aprete mis puños y pense en que el momento decisivo se acercaba.
Última edición por Edward el Dom Mayo 22, 2011 10:42 pm, editado 1 vez
Edward- Caballero dorado
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Re: [Salón del Patriarca]
Con el sol ya muy cerca de ponerse tras las montañas que encerraban el santuario de Athena recibí un mensaje, era de la mismísima Athena y llamaba a todos los caballeros para una reunión en la casa del patriarca, aunque ya sabia de que trataría la reunión, era indispensable que todos los santos dorados que estábamos en el santuario nos incorporáramos a aquella reunión, después de escuchar la dulce voz de Athena-sama me levante de mi posición de meditación y caminando lentamente salí de mi casa para ir a la casa del venerado patriarca Shion de Aries. El sol ya se empezaba a ocultar tras las montañas y parecía que pronto entraría a gobernar en el mundo la noche, entre tanto yo seguí mi camino hacia la casas del patriarca, encontré que muchas de las casas aun se encontraban desocupadas, sin un guardián, así que pase por las casas restantes sin encontrar resistencia alguna, después de un largo camino llegue a la casa del patriarca, deseaba volver a ver al patriarca Shion y ademas poder ver a mi diosa de nuevo.
Cuando entre en la casa me encontré con que a la reunión aun no se habían incorporado muchos de mis compañeros, así que habría que esperar a que todos ellos llegaran, a un lado se encontraba el caballero dorado Albafica de Piscis quien era el guardián de la doceava casa y ultima barrera de protección para el patriarca y la misma Athena, adelante en el centro de todo se encontraba la diosa Athena, a su lado se encontraba el recién nombrado caballero de sagitario, aun no lo había conocido así que su nombre poca importancia tenia, recostado en una columna de manera grosera para presentarse a su diosa se encontraba un caballero de plata, el caballero de Lira. Pase a la casa esperando encontrar al patriarca Shion y muy desilusionado pude "ver" que no se encontraba en la sala, aquello me hizo presentir lo peor, camine a través de la sala sin voltear hacia nadie con la "mirada" puesta en Athena siempre, cuando me encontré en la mitad de la sala y frente a Athena le hice una reverencia como gesto de respeto hacia mi diosa y después le dije:
Le pido disculpas de nuevo por mi intervención de la otra noche, es solo que me pareció que tal noticia no podía esperar, ahora yo el caballero Shaka guardián de la casa y la armadura de Virgo le presento mis respetos Athena-sama a usted y a este sagrado lugar -voltee a mirar a Sagitario y le dije- Bienvenido al santuario caballero de sagitario, espero que des lo mejor de ti en estos momentos de tensión.
Despues de mis palabras di unos pasos hacia atras y me acerque a Albafica para darle con un gesto de mi parte los saludos correspondientes para un caballero y un compañero. Me quede parado al lado de Albafica para tratar de poner orden a la reunión.
Cuando entre en la casa me encontré con que a la reunión aun no se habían incorporado muchos de mis compañeros, así que habría que esperar a que todos ellos llegaran, a un lado se encontraba el caballero dorado Albafica de Piscis quien era el guardián de la doceava casa y ultima barrera de protección para el patriarca y la misma Athena, adelante en el centro de todo se encontraba la diosa Athena, a su lado se encontraba el recién nombrado caballero de sagitario, aun no lo había conocido así que su nombre poca importancia tenia, recostado en una columna de manera grosera para presentarse a su diosa se encontraba un caballero de plata, el caballero de Lira. Pase a la casa esperando encontrar al patriarca Shion y muy desilusionado pude "ver" que no se encontraba en la sala, aquello me hizo presentir lo peor, camine a través de la sala sin voltear hacia nadie con la "mirada" puesta en Athena siempre, cuando me encontré en la mitad de la sala y frente a Athena le hice una reverencia como gesto de respeto hacia mi diosa y después le dije:
Le pido disculpas de nuevo por mi intervención de la otra noche, es solo que me pareció que tal noticia no podía esperar, ahora yo el caballero Shaka guardián de la casa y la armadura de Virgo le presento mis respetos Athena-sama a usted y a este sagrado lugar -voltee a mirar a Sagitario y le dije- Bienvenido al santuario caballero de sagitario, espero que des lo mejor de ti en estos momentos de tensión.
Despues de mis palabras di unos pasos hacia atras y me acerque a Albafica para darle con un gesto de mi parte los saludos correspondientes para un caballero y un compañero. Me quede parado al lado de Albafica para tratar de poner orden a la reunión.
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Re: [Salón del Patriarca]
Cargando a todo momento con la caja de Pandora se detuvo detrás del Templo y antes de llegar a la puerta que daba a la recamara del Patriarca y que conectaba hacia el Templo de Atenea, se detuvo. No era conveniente entrar sin armadura y por donde tendría que hacerlo el Patriarca, dio un salto alto hacia los techos del Salón y se colocó la armadura con la llamada de su cosmos. Corrió a través de arriba de todos los allí presentes sin ser notado, o quizás si y descendió por la entrada haciendo un poco de sombra con su cuerpo en el Templo desde las puertas que aun dejaban filtrar un par de rayos de sol y estaban abiertas del todo para la libertad de los que llegasen. Se ordenó el cabello, no podía estar impresentable para la señorita Athena, para luego acomodar y centrar muy bien el rubí de la Tiara que portaba, entrando con lentitud al templo, al punto que tosía un poco para que su garganta no le fallara en la reunión. Los pasos metálicos silenciados por aquella alfombra de seda roja que daba hacia el trono del monarca, le pareció muy bonita a sus ojos y aspiró la dulce fragancia de rosas que había en el ambiente, quizás destilada por el caballero de Piscis y por su cercanía con su templo, que estaba anterior al del Patriarca si se tomaba el camino correcto.
Disculpen el retraso al llamado tan importante que la Diosa ha dado. – musitó con una voz bastante suave, pero siempre correcta. Se quedó ahí estático, conocía a la mujer, a su Diosa, a la Señorita Sasha, pero a pesar de que había oído hablar de los caballeros dorados y que todos le dijeron que estaba destinado formar parte de ellos, jamás había visto uno en persona. Ahora estaba frente a tres, tragó saliva, expectante, reclinó sus ojos hacia un costado y se sintió insignificante por un momento, frente a cuatro personas tan importantes, se sonrojó y agachó su cabeza, haciendo una reverencia de la vergüenza para ocultar su rostro enrojecido y su mutismo al mismo tiempo.
Réquiem, Santo de Andrómeda. – dijo mientras hacía una reverencia llevando su rodilla al suelo. Se había apurado bastante, esperando ver a los doce ahí presentes y quizás a un par de guerreros dorados mas, pero solamente había tres, quizás estaban en misiones importantes y no podían asistir, pero había llegado antes que ellos, algo que le causaba un poco de pena, porque quizás les hubiese dejado mal parado que un santo de bronce llegara antes que un dorado, se sintió molesto consigo mismo. Para erguirse nuevamente y mirar hacia su amiga. – Señorita Sash… – Se detuvo y retomó con velocidad. – Athena. Espero sus instrucciones y servirle de algo en sus planes.
Disculpen el retraso al llamado tan importante que la Diosa ha dado. – musitó con una voz bastante suave, pero siempre correcta. Se quedó ahí estático, conocía a la mujer, a su Diosa, a la Señorita Sasha, pero a pesar de que había oído hablar de los caballeros dorados y que todos le dijeron que estaba destinado formar parte de ellos, jamás había visto uno en persona. Ahora estaba frente a tres, tragó saliva, expectante, reclinó sus ojos hacia un costado y se sintió insignificante por un momento, frente a cuatro personas tan importantes, se sonrojó y agachó su cabeza, haciendo una reverencia de la vergüenza para ocultar su rostro enrojecido y su mutismo al mismo tiempo.
Réquiem, Santo de Andrómeda. – dijo mientras hacía una reverencia llevando su rodilla al suelo. Se había apurado bastante, esperando ver a los doce ahí presentes y quizás a un par de guerreros dorados mas, pero solamente había tres, quizás estaban en misiones importantes y no podían asistir, pero había llegado antes que ellos, algo que le causaba un poco de pena, porque quizás les hubiese dejado mal parado que un santo de bronce llegara antes que un dorado, se sintió molesto consigo mismo. Para erguirse nuevamente y mirar hacia su amiga. – Señorita Sash… – Se detuvo y retomó con velocidad. – Athena. Espero sus instrucciones y servirle de algo en sus planes.
Réquiem- Caballero de bronce
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Re: [Salón del Patriarca]
Mu despues de escuchar el llamado de la diosa Athena, sorprendido por la noticia, mu empieza su recorrido que va diriguido a la casa de el patriarca y mu pensaba en que si su maestro apareseria finalmente aunque un poco intranquilo en su mente por el despertar de Hades pero en su rostro tenia la expresion de tranquilidad
Un dia que era extraño sin pajaros cantando ni un viento tranquilo en un ocaso muy oscuro y tenebroso Mu al notar esto dijo " este dia se ha corrompido por la desagradable noticia de el despertar de Hades y poco a poco la pertubacion llega a la mente de cada uno sera que ganaremos esta guerra tal parece que se marca el ocaso de cada uno de los santos de Athena para la proteccion pero gracias a mi entrenamiento estoy listo para mi primera batalla"
Mu iba a conocer a los demas caballeros que se reunirian en esa importante convocacion a la casa de el patriarca el sol se ponia lentamente en el horizonte y Mu caminaba hasta que habia llegado a la casa de tauro y pasaba por todo las casas hasta llegar a la de el santo de virgo que tambien era conocido como el " Hombre mas cercano a dios"
Mu al fin habia llegado a el ultimo trayecto que conducia a la ultima casa que era la ultima casa antes de llegar a la casa de Athena, despues se acerco al salon de el patriarca y obiamente habia notado que algunos caballeros estaban alli, aunque mu ya habia sentido estos grandes cosmoa de estos caballeros de oro y el de bronce
Despues de entrar Mu vio con mirada fija a los caballeros de oro que habia alli y al de bronce que portaba la armadura de andromeda, antes de adentrase mas en la recamara de el patriarca se dirigio con voz firme pero respetuosa a la diosa Athena y a los demas caballeros "disculpen el retarso por mi asistensia pero estaba esperando los consejos de mi maestro" Mu despues de decir esto intento conocer a los demas caballeros que habia en la sala pero dio marcha atras y despues espero en silencio las indicasiones de Athena
Mu entendia en la posicion que es estaba por luchar al lado de estos caballeros y quien lo diria ya que de donde venia no eras mas que un fracaso pero Mu entendia la importancia de la armadura que cargaba, Mu se acerco a Athena y le dijo "estoy aqui para servirle y luchar por usted hasta la muerte si ese es mi destino lo hare"
Un dia que era extraño sin pajaros cantando ni un viento tranquilo en un ocaso muy oscuro y tenebroso Mu al notar esto dijo " este dia se ha corrompido por la desagradable noticia de el despertar de Hades y poco a poco la pertubacion llega a la mente de cada uno sera que ganaremos esta guerra tal parece que se marca el ocaso de cada uno de los santos de Athena para la proteccion pero gracias a mi entrenamiento estoy listo para mi primera batalla"
Mu iba a conocer a los demas caballeros que se reunirian en esa importante convocacion a la casa de el patriarca el sol se ponia lentamente en el horizonte y Mu caminaba hasta que habia llegado a la casa de tauro y pasaba por todo las casas hasta llegar a la de el santo de virgo que tambien era conocido como el " Hombre mas cercano a dios"
Mu al fin habia llegado a el ultimo trayecto que conducia a la ultima casa que era la ultima casa antes de llegar a la casa de Athena, despues se acerco al salon de el patriarca y obiamente habia notado que algunos caballeros estaban alli, aunque mu ya habia sentido estos grandes cosmoa de estos caballeros de oro y el de bronce
Despues de entrar Mu vio con mirada fija a los caballeros de oro que habia alli y al de bronce que portaba la armadura de andromeda, antes de adentrase mas en la recamara de el patriarca se dirigio con voz firme pero respetuosa a la diosa Athena y a los demas caballeros "disculpen el retarso por mi asistensia pero estaba esperando los consejos de mi maestro" Mu despues de decir esto intento conocer a los demas caballeros que habia en la sala pero dio marcha atras y despues espero en silencio las indicasiones de Athena
Mu entendia en la posicion que es estaba por luchar al lado de estos caballeros y quien lo diria ya que de donde venia no eras mas que un fracaso pero Mu entendia la importancia de la armadura que cargaba, Mu se acerco a Athena y le dijo "estoy aqui para servirle y luchar por usted hasta la muerte si ese es mi destino lo hare"
Mu- Caballero dorado
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Re: [Salón del Patriarca]
El zumbido entre los árboles que rodeaban al Santuario se hizo presente, algunos pájaros se alborotaron por tal acto y emprendieron vuelo, intentando huir de aquello que los asechaba y rompía un poco su paz. La estela dorada de luz iluminaba a su paso toda la pequeña oscuridad que aquel bosque estaba teniendo por ponerse la noche, había tardado mas de lo que creía, de hecho, pensaba llegar en tan solo un par de horas y partió a la mañana para llegar a la tarde al Santuario, pero lo había hecho en buen tiempo. De repente aquella estela de luz se frenó en seco, levantando una humareda gigante en un sitio, aquel sitio donde estaba parado aquel joven. Sus cabellos alborotados por la velocidad adquirida en el viaje fueron acomodados por su mano mientras ajustaba un poco más la cinta de su frente que se había aflojado un poco. La nube de polvo se dispersó y su rostro, impecable en su faz, jamás llegó a expresar sentimiento alguno mientras observaba el Santuario. Se podía sentir el viento en sus oídos chocar y hacer un leve sonido bastante lúgubre, sin embargo sabía que había llegado al lugar correcto. El Santuario de Athena, en Grecia. – Supongo que está un poco mas cambiado de la última vez que vine, recuerdo que éste lugar era mas calido.
Se dijo para si mismo, mientras observaba al bosque de reojos del que había venido, alzó una ceja con desconcierto al sentir un par de presencia que no le gustaron nada, pero sin embargo no era momento para distraerse con ese tipo de insignificancias su Diosa aguardaba su llegada. Observó el Templo de Atenea, tan lejano y a una altura considerable, había que alcanzar todas las casas, sin embargo sabía que podía llegar allá de un salto. De vez en cuando se proponía un par de retos así, para probar sus habilidades y ver que tan eficiente era en hacer algo que quizás podría llegar a hacer. Miró la Casa de Aries, estaba vacía, la estela y rastro de cosmos en el aire, apuntaba hacia el Templo de Athena, lo que quería decir que su Guardián había abandonado esa casa para ir exclusivamente al llamado de su Diosa. Tenía que apurarse, cerró sus ojos, pensó en un par de cosas antes de que su corazón latiera al ritmo en que se movían todos sus músculos tensándose para hacer el salto, sus piernas se inundaron de un cosmos que le cubría e iluminaba un poco la oscuridad de la tarde, para flexionarlas e impulsarse hacia arriba, maniobró en el aire hacia delante y cayó sobre el techo de la Casa de Leo, para luego hacer otro salto rápido y caer en la de Piscis y luego hacer un salto más y quedar en la recamara del Patriarca, había llegado en tres saltos. – Tengo que practicar un poco mas, Lee Sin hubiera llegado de uno solo.
Dijo para mirar sobre su hombro una presencia que le había llamado la atención, al parecer un cosmos que había sentido en China ahora se aproximaba hacia el Santuario, era extraño eso, ya que no conocía muchas presencias que le llamaran la atención. Entró a la recamara del Patriarca, mientras que sus ojos se encontraban con las columnas, observando en la oscuridad, no le gustaban las sorpresas. Con sus ojos entrecerrados adelantó un par de pasos mientras pensaba en cuando había llegado ahí por primera vez, con una sonrisa que acunó en su rostro pensó tenuemente mientras observaba todo el lugar. – Éste Templo está tal como lo recordaba… aunque un poco más sombrío.
Su mirada de pasar a todos los rincones, se encontró con aquel brillo particular de las armaduras doradas que relucientes se mostraban ahí. Enseguida bajó la caja que pesaba en su espalda y se apoyó en ella observando a la mujer del vestido blanco que tenía justo enfrente de él. Abandonó la caja un instante y caminó hasta el frente, subiendo dos escalones de los tres que había en total e hizo una reverencia, anclando su pierna en el tercero y su rodilla en el segundo escalón. – Gareth de Tauro.
Sin ponerse de pie, colocó la palma de su mano derecha hacia el frente, mientras estiraba su brazo como si intentara tocar a la diosa pero sin hacerlo. Se frenó justo a unos instantes de hacer contacto con su vestido y con los ojos cerrados musitó. – Su voluntad…
Llevó la misma mano a su pecho cubierto por aquella camisa blanca que usaba para entrenar y que tenía una insignia china que decía “Shojin”, como se apodaba su estilo de combate. –…Mis manos. – Dijo para completar la frase que había iniciado. Era algo que le había enseñado su maestro, se puso de pie e hizo una pequeña reverencia inclinando su cuerpo con su mano que seguía en su pecho. Hizo un par de pasos para atrás nunca dándole la espalda a su Diosa y se colocó justo al lado de sus camaradas. No quería interrumpir y ya se había presentado, ahora solo quedaba esperar pacientemente.
Se dijo para si mismo, mientras observaba al bosque de reojos del que había venido, alzó una ceja con desconcierto al sentir un par de presencia que no le gustaron nada, pero sin embargo no era momento para distraerse con ese tipo de insignificancias su Diosa aguardaba su llegada. Observó el Templo de Atenea, tan lejano y a una altura considerable, había que alcanzar todas las casas, sin embargo sabía que podía llegar allá de un salto. De vez en cuando se proponía un par de retos así, para probar sus habilidades y ver que tan eficiente era en hacer algo que quizás podría llegar a hacer. Miró la Casa de Aries, estaba vacía, la estela y rastro de cosmos en el aire, apuntaba hacia el Templo de Athena, lo que quería decir que su Guardián había abandonado esa casa para ir exclusivamente al llamado de su Diosa. Tenía que apurarse, cerró sus ojos, pensó en un par de cosas antes de que su corazón latiera al ritmo en que se movían todos sus músculos tensándose para hacer el salto, sus piernas se inundaron de un cosmos que le cubría e iluminaba un poco la oscuridad de la tarde, para flexionarlas e impulsarse hacia arriba, maniobró en el aire hacia delante y cayó sobre el techo de la Casa de Leo, para luego hacer otro salto rápido y caer en la de Piscis y luego hacer un salto más y quedar en la recamara del Patriarca, había llegado en tres saltos. – Tengo que practicar un poco mas, Lee Sin hubiera llegado de uno solo.
Dijo para mirar sobre su hombro una presencia que le había llamado la atención, al parecer un cosmos que había sentido en China ahora se aproximaba hacia el Santuario, era extraño eso, ya que no conocía muchas presencias que le llamaran la atención. Entró a la recamara del Patriarca, mientras que sus ojos se encontraban con las columnas, observando en la oscuridad, no le gustaban las sorpresas. Con sus ojos entrecerrados adelantó un par de pasos mientras pensaba en cuando había llegado ahí por primera vez, con una sonrisa que acunó en su rostro pensó tenuemente mientras observaba todo el lugar. – Éste Templo está tal como lo recordaba… aunque un poco más sombrío.
Su mirada de pasar a todos los rincones, se encontró con aquel brillo particular de las armaduras doradas que relucientes se mostraban ahí. Enseguida bajó la caja que pesaba en su espalda y se apoyó en ella observando a la mujer del vestido blanco que tenía justo enfrente de él. Abandonó la caja un instante y caminó hasta el frente, subiendo dos escalones de los tres que había en total e hizo una reverencia, anclando su pierna en el tercero y su rodilla en el segundo escalón. – Gareth de Tauro.
Sin ponerse de pie, colocó la palma de su mano derecha hacia el frente, mientras estiraba su brazo como si intentara tocar a la diosa pero sin hacerlo. Se frenó justo a unos instantes de hacer contacto con su vestido y con los ojos cerrados musitó. – Su voluntad…
Llevó la misma mano a su pecho cubierto por aquella camisa blanca que usaba para entrenar y que tenía una insignia china que decía “Shojin”, como se apodaba su estilo de combate. –…Mis manos. – Dijo para completar la frase que había iniciado. Era algo que le había enseñado su maestro, se puso de pie e hizo una pequeña reverencia inclinando su cuerpo con su mano que seguía en su pecho. Hizo un par de pasos para atrás nunca dándole la espalda a su Diosa y se colocó justo al lado de sus camaradas. No quería interrumpir y ya se había presentado, ahora solo quedaba esperar pacientemente.
Gareth- Caballero dorado
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Re: [Salón del Patriarca]
Mirando siempre en dirección hacia la puerta la diosa trataba de mantenerse tranquila ante todo, una ínfima sonrisa se dibujaba sobre sus labios al escuchar las palabras de sagitario, sentía una gran presión en su pecho hasta que algo interrumpía esa calma.
Justamente se presentaba uno de los caballeros más cercanos a la casa del Patriarca, como era de saberse Piscis era el que protegía el paso que conectaba al gran salón con sus rosas venenosas. Como era de esperarse portaba su armadura, tan resplandeciente como el sol mismo, el eco de sus pasos retumbaban de una manera metálica. Sin embargo, aquel hombre tomaba la delantera al posicionarse frente a Sasha, expresando su respeto y no solo eso.. si no expresar su opinión sobre la guerra que se avecinaba.
– Gracias pero lo que diré será frente a todos ustedes... –sus ojos se fijaron en el semblante de Albafica, respondiendo con tranquilidad y a la vez con amabilidad agradeciendo la preocupación que exponía su caballero. Uno a uno los caballeros llegaban y presentaban todos sus respetos, Sasha solamente asentía con la cabeza esperando a que corriera el tiempo y por fin se hicieran todos presentes. Algunos rostros conocidos para la joven.. otros no tanto… pero había llegado el momento de dejar pasar el tiempo antes de que Hades tomara cierta ventaja de la situación.
Con lentitud la diosa se colocaba de pie, todos aguardaban desde una posición en fila a excepción de Sagitario que tenía la orden de mantenerse siempre cerca de Sasha…- Hades ha despertado sobre este mundo… y una catástrofe se avecina, como habrán notado el Patriarca no se encuentra con nosotros..–su voz se apagaba con leve tristeza al recordar a Shion pero sabía que estaba haciendo lo correcto, levantando su rostro con más determinación sujetó a Niké.- Por disposición del Patriarca eligió buscar el cuerpo que Hades elegiría para reencarnar sobre este mundo… y como todos sabrán el dios del Inframundo elige el cuerpo más puro sobre todos los seres humanos para utilizarlo como avatar, mientras que su verdadera forma está custodiada en los campos elíseos por sus concejales.. los dioses gemelos, Thanatos e Hypnos. Hace dos años recibimos reportes de alguien que podría ser el predecesor de Hades.. debido a esto si protegíamos a ese hombre trayéndolo al Santuario antes de que Pandora pudiera hallarlo evitaríamos que la oscuridad se desencadenara nuevamente, obligándolo a ocupar su cuerpo y comenzar con la Guerra sellándolo para siempre.
Angustiada Sasha miró hacia uno de los ventanales, la seguridad de Shion le preocupaba en extremo pues después de esas palabras, todos se habrían dado cuenta que la misión de hallar a ese joven y poder protegerlo con su cosmos había resultado ser un fracaso. - Raphael Rex Deorum… perteneciente a la familia más rica de Grecia.. desapareció debido a los rumores de que sus escritos llamaban a la muerte misma. Shion se dirigió de inmediato a ese lugar con la esperanza de hallarlo pero la última pista que mantuvimos de él y del Patriarca fue cerca del territorio Persa… Dando un leve suspiro encaró una vez más a sus caballeros.- Evidentemente ya no hay tiempo para esperar, no solamente hay que sellar el alma de Hades sino destruir su cuerpo definitivamente evitando que reencarne… ahora lo que queda hacer..
Un fuerte golpe proveniente de la sala se escuchaba, el grito de uno de los guardianes del templo del Patriarca llamaba desesperadamente.
- ¡Pronto!.. La señorita Athena corre peligro.. el Patriarca…
Confundida la joven observó como un resplandor oscuro igualando al de un espectro destelló con fuerza.
No puede ser.. esa voz…
Shion!!!!...
[Off: Bien… les dejo libre acceso para que puedan sellar solamente el cuerpo del Patriarca, en el post de Hades coloca como Shion a su paso asesina a algunos santos para llegar a mí y acabar conmigo, declarando de esta forma el inicio de la Guerra Santa. Ahora el cuerpo de Shion es manipulado por el cosmos de Hades debido a que el está describiendo los movimientos del Patriarca.]
Justamente se presentaba uno de los caballeros más cercanos a la casa del Patriarca, como era de saberse Piscis era el que protegía el paso que conectaba al gran salón con sus rosas venenosas. Como era de esperarse portaba su armadura, tan resplandeciente como el sol mismo, el eco de sus pasos retumbaban de una manera metálica. Sin embargo, aquel hombre tomaba la delantera al posicionarse frente a Sasha, expresando su respeto y no solo eso.. si no expresar su opinión sobre la guerra que se avecinaba.
– Gracias pero lo que diré será frente a todos ustedes... –sus ojos se fijaron en el semblante de Albafica, respondiendo con tranquilidad y a la vez con amabilidad agradeciendo la preocupación que exponía su caballero. Uno a uno los caballeros llegaban y presentaban todos sus respetos, Sasha solamente asentía con la cabeza esperando a que corriera el tiempo y por fin se hicieran todos presentes. Algunos rostros conocidos para la joven.. otros no tanto… pero había llegado el momento de dejar pasar el tiempo antes de que Hades tomara cierta ventaja de la situación.
Con lentitud la diosa se colocaba de pie, todos aguardaban desde una posición en fila a excepción de Sagitario que tenía la orden de mantenerse siempre cerca de Sasha…- Hades ha despertado sobre este mundo… y una catástrofe se avecina, como habrán notado el Patriarca no se encuentra con nosotros..–su voz se apagaba con leve tristeza al recordar a Shion pero sabía que estaba haciendo lo correcto, levantando su rostro con más determinación sujetó a Niké.- Por disposición del Patriarca eligió buscar el cuerpo que Hades elegiría para reencarnar sobre este mundo… y como todos sabrán el dios del Inframundo elige el cuerpo más puro sobre todos los seres humanos para utilizarlo como avatar, mientras que su verdadera forma está custodiada en los campos elíseos por sus concejales.. los dioses gemelos, Thanatos e Hypnos. Hace dos años recibimos reportes de alguien que podría ser el predecesor de Hades.. debido a esto si protegíamos a ese hombre trayéndolo al Santuario antes de que Pandora pudiera hallarlo evitaríamos que la oscuridad se desencadenara nuevamente, obligándolo a ocupar su cuerpo y comenzar con la Guerra sellándolo para siempre.
Angustiada Sasha miró hacia uno de los ventanales, la seguridad de Shion le preocupaba en extremo pues después de esas palabras, todos se habrían dado cuenta que la misión de hallar a ese joven y poder protegerlo con su cosmos había resultado ser un fracaso. - Raphael Rex Deorum… perteneciente a la familia más rica de Grecia.. desapareció debido a los rumores de que sus escritos llamaban a la muerte misma. Shion se dirigió de inmediato a ese lugar con la esperanza de hallarlo pero la última pista que mantuvimos de él y del Patriarca fue cerca del territorio Persa… Dando un leve suspiro encaró una vez más a sus caballeros.- Evidentemente ya no hay tiempo para esperar, no solamente hay que sellar el alma de Hades sino destruir su cuerpo definitivamente evitando que reencarne… ahora lo que queda hacer..
Un fuerte golpe proveniente de la sala se escuchaba, el grito de uno de los guardianes del templo del Patriarca llamaba desesperadamente.
- ¡Pronto!.. La señorita Athena corre peligro.. el Patriarca…
Confundida la joven observó como un resplandor oscuro igualando al de un espectro destelló con fuerza.
¡¡REVOLUCION DEL POLVO ESTELAR!!
No puede ser.. esa voz…
Shion!!!!...
[Off: Bien… les dejo libre acceso para que puedan sellar solamente el cuerpo del Patriarca, en el post de Hades coloca como Shion a su paso asesina a algunos santos para llegar a mí y acabar conmigo, declarando de esta forma el inicio de la Guerra Santa. Ahora el cuerpo de Shion es manipulado por el cosmos de Hades debido a que el está describiendo los movimientos del Patriarca.]
Sasha- Dios
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Re: [Salón del Patriarca]
Me encontraba aun frente a mi diosa ofreciendo mis servicios sin condición alguna, aun seguía admirándola desde las filas de sus mas poderosos caballeros, ella rápidamente y sin vacilar ni un momento le contó a todos los presentes acerca del renacimiento de Hades, yo ya sabia de estas noticias pero era mi deber mostrar mi respeto ante mi diosa y presentarme en dicha reunión, por un momento pude sentir un cambio de cosmos en el ambiente y una especie de presentimiento de maldad hizo que por mi piel pasara una corriente de sensaciones la cual pude percibir pero decidí no darle mayor importancia y esperar mejor el momento adecuado para hablar de ello, mas sin embargo estaba muy alerta a cualquier cosa que pasara. Una de las cosas que mas me interesaba en esta reunión era saber acerca del estado del patriarca Shion antiguo caballero de Aries y un viejo amigo y compañero de batallas, las noticias de su paradero no se hicieron esperar mas sin embargo, las noticias que daba Athena-sama acerca de como Shion había caído en batalla eran increíbles para mi, en innumerables veces habíamos luchado y sin duda el tenia el poder para hacerle frente a cualquier espectro de Hades, incluso de escapar de Hades gracias a su gran manejo de las dimensiones y su teletransportacion.
Las noticias seguían llegando y sabíamos del plan de Athena, este era sellar el verdadero cuerpo de Hades de una vez por todas para que el mundo pudiera estar en paz por los menos por un tiempo.
Un grito se escucho fuera de la sala y un poderoso rayo violeta se avecino ante mi diosa, ya conocía esta técnica y todo se volvió aun mas claro cuando escuche la voz de un hombre.
¡¡REVOLUCION DEL POLVO ESTELAR!!
En ese momento supe de quien se trataba y sabia exactamente que debía hacer, sin vacilar ni un instante me puse frente a mi diosa Athena y con una mano frente a mi y lanzando uno de mis ataques, el Tenma Kofuku, deshice aquel poderoso rayo que provenía del guerrero que poseía un cosmos parecido al de un espectro, resulto sencillo bloquear esta técnica gracias a mi gran conocimiento de ella, ya que en anterioridad había tenido que superarla, de la puerta que daba entrada a la sala de la reunión y ante la mirada de sorpresa de muchos de los presentes aparecía el mismísimo patriarca Shion pero esta vez con su armadura de un tono morado como el de los sappuris de los espectros, era obvio que en estos momentos estaba siendo controlado por el maligno cosmos de Hades y sin duda ya habría hecho estragos en su camino hacia la casa del patriarca, su anterior casa, matando a si a muchos santos incapaces de soportar tal poder.
-¿Athena-sama se encuentra bien?
Le dije con voz calmada mientras me giraba hacia ella para notar una sonrisa y una mirada de impresión en su rostro, luego voltee a mirar a Shion para observar la nueva armadura que portaba, la cual mostraba sus nuevas intenciones.
-¿Como pudiste caer tan bajo Shion de Aries?, no puedo creer que alguien con tu poder fuera superado tan fácilmente e incluso ser obligado a portar tan deshonrosa armadura.
Le dije sin demostrar sentimiento alguno, si bien, era difícil para mi luchar contra mi viejo amigo, se que él así lo hubiese querido, él haría cualquier cosa por proteger a Athena-sama de cualquier peligro, tal como lo haría cualquier santo dorado.
Las noticias seguían llegando y sabíamos del plan de Athena, este era sellar el verdadero cuerpo de Hades de una vez por todas para que el mundo pudiera estar en paz por los menos por un tiempo.
Un grito se escucho fuera de la sala y un poderoso rayo violeta se avecino ante mi diosa, ya conocía esta técnica y todo se volvió aun mas claro cuando escuche la voz de un hombre.
¡¡REVOLUCION DEL POLVO ESTELAR!!
En ese momento supe de quien se trataba y sabia exactamente que debía hacer, sin vacilar ni un instante me puse frente a mi diosa Athena y con una mano frente a mi y lanzando uno de mis ataques, el Tenma Kofuku, deshice aquel poderoso rayo que provenía del guerrero que poseía un cosmos parecido al de un espectro, resulto sencillo bloquear esta técnica gracias a mi gran conocimiento de ella, ya que en anterioridad había tenido que superarla, de la puerta que daba entrada a la sala de la reunión y ante la mirada de sorpresa de muchos de los presentes aparecía el mismísimo patriarca Shion pero esta vez con su armadura de un tono morado como el de los sappuris de los espectros, era obvio que en estos momentos estaba siendo controlado por el maligno cosmos de Hades y sin duda ya habría hecho estragos en su camino hacia la casa del patriarca, su anterior casa, matando a si a muchos santos incapaces de soportar tal poder.
-¿Athena-sama se encuentra bien?
Le dije con voz calmada mientras me giraba hacia ella para notar una sonrisa y una mirada de impresión en su rostro, luego voltee a mirar a Shion para observar la nueva armadura que portaba, la cual mostraba sus nuevas intenciones.
-¿Como pudiste caer tan bajo Shion de Aries?, no puedo creer que alguien con tu poder fuera superado tan fácilmente e incluso ser obligado a portar tan deshonrosa armadura.
Le dije sin demostrar sentimiento alguno, si bien, era difícil para mi luchar contra mi viejo amigo, se que él así lo hubiese querido, él haría cualquier cosa por proteger a Athena-sama de cualquier peligro, tal como lo haría cualquier santo dorado.
Anterior Shaka- Caballero dorado
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Re: [Salón del Patriarca]
Recostado sobre le frío material de material que componía el perfectamente pulido firmamento de la casa del patriarca en pose seiza me hallaba.
Con los ojos cerrados meditando sobre la situación y tras la dulce consideración de la diosa Athena sobre mis palabras esperaba a los otros guerreros. Fueron entonces llegando éstos, oyendo sus pasos, sin recibir mi atención o tan siquiera mi mirada, que seguía apagada y cerrada en el complejo pensamiento del análisis de la situación.
Llegó el prestigioso santo dorado de Virgo, alguien que, pese a mi conciencia de lo que desconocía su ser, sabía que era alguien extremadamente poderoso.
Oyose más tarde temblorosos pasos de una armadura de bronce que retumba el chirrido metálico y aguda al frotar ésta por el marfil del suelo. Se presentó, llegando a mis oídos la identidad de aquel joven Santo de Bronce, de la armadura de Andrómeda.
Vino después el también joven caballero dorado de Aries, Mu. No conocía en ningún aspecto a aquel personaje pero, tan sólo sin plantearmelo, presencié un cosmos curioso de ese guerrero, aunque por supuesto, apenas era mi importancia aquel guerrero.
Vino más gente, mientras yo seguí meditando, con un esquema ya sobre los principales aspectos de la situación que concernía al Santuario frente al Inframundo. Uno de los nuevos guerreros del Santuario convocados por la diosa Athena era, tras presentarse, Gareth de Tauro. Éste también tratase de alguien joven en ambos aspectos, aunque con una notable fuera si se medías sobre las dos anteriores visitas. Tenía un cosmos extraño y curioso para ser el santo de Tauro, más sin embargo no retuve mi atención en el nuevo guerrero y me quedé pensando en las cosas que me concernían, pues estaba esperando la palabra de Athena.
Finalmente, tras unos saludos hacia la diosa Athena, majestuosa a nuestras vistas pues se hallaba justo enfrente de nosotros, habló nuestra diosa Athena grácil y con sus sutiles y dulces palabras.
Abrí esta vez los ojos para recibir las palabras que debía decir nuestra diosa sobre el renacimiento del Hades, el dios del Inframundo.
Recibimos entonces el informe de la situación de Athena, sabiendo que habían perdido la pista a Shion, aquel guerrero cuya misión debía ser evitar al cuerpo en cual Hades reencarnaría su mandato de terror y sangre, aquel mandato que nosotros luchamos por impedir.
Sin embargo, no fue así. Hades ha renacido definitivamente y nosotros debíamos acabar con él, pero obviamente se trataba de una misión harto difícil.
Fue en ese momento Athena interrumpida, a lo que pudimos ver el cuerpo de Shion, el guerrero con quien más había compartido vida, pese a que fueran escasos momentos.
Alcé mi cosmos en seguida escuché y sentí el cosmos del ataque, sin embargo, Shaka de virgo ya se había percatado y lo había visto. Era extremadamente poderoso. Consiguió acabar con el ataque del Patriarca, aunque, se detuvo un momento y frenó su poder, parece que no tenía intención de luchar contra el antiguo Patriarca.
Tras el gran ataque, me levanté y, con expresión fría, decidí hablarle a Shaka.
- Shaka, Shion ya abatido se halla, si algo podemos hacer por él es liberarle del sufrimiento al que está expuesto por ser manipulado en pos del Deceso.- Dije, frío, a lo que alcé mi cosmos, a tiempo de ver que el patriarca preparó un nuevo ataque.
Con mi cosmos alto y altivo, una rosa negra salió de mi brazal dorado, posándoseme en la mano, a lo que en el mismo instante, se multiplicó en otra rosa negra.
Las lancé rápidamente sobre el Patriarca que preparaba un nuevo ataque, recibiendo la primera en su brazo derecho, consiguiendo evitar el lanzamiento de su sangre. Sin embargo, para mi sorpresa, tan sólo unos pequeño cortes en el brazo y el brazal roto apareció en el brazo, mientras un brillo dorado le alumbraba del pecho. Me detuve pensando entonces, a tiempo de ver que la rosa negra que lancé en dirección del pecho produjo el mismo efecto, con el mismo brillo en el pecho.
Pude deducir entonces que portaba su llamado amuleto. Este amuleto conseguía disminuir el cosmos que portaban los ataques y objetos que se dirigían hacia él, reduciendo en gran medida el daño que le provocaban.
Además de aquello, mis poderoso poco efecto surtirían en esta ocasión. Mis ataques de campo con mis rosas asesinas acabarían envenenando a los presentes, así que poco podía hacer yo.
- ¡Tenéis que atacarle a la vez, pues el daño que le causamos es reducido! Creédme, no penséis como Shaka, debemos hacer algo.- Dije, a tiempo que me giraba hacia Athena, mientras Shion se recuperaba y cargaba de nuevo su poderoso ataque-. Disculpadnos, Diosa Athena, espero que lo comprendáis...
Me gire a tiempo de ver cómo el antiguo Patriarca lanzaba otro poderoso ataque sobre Athena, a lo que, pude ver el ataque pasar por mi cabeza dirigirse hacia Athena, intentando moverme para evitarlo.
(Off: El siguiente en postear será Requiem, por favor, respetad tan sólo este turno, perdón por las molestias ^^")
Con los ojos cerrados meditando sobre la situación y tras la dulce consideración de la diosa Athena sobre mis palabras esperaba a los otros guerreros. Fueron entonces llegando éstos, oyendo sus pasos, sin recibir mi atención o tan siquiera mi mirada, que seguía apagada y cerrada en el complejo pensamiento del análisis de la situación.
Llegó el prestigioso santo dorado de Virgo, alguien que, pese a mi conciencia de lo que desconocía su ser, sabía que era alguien extremadamente poderoso.
Oyose más tarde temblorosos pasos de una armadura de bronce que retumba el chirrido metálico y aguda al frotar ésta por el marfil del suelo. Se presentó, llegando a mis oídos la identidad de aquel joven Santo de Bronce, de la armadura de Andrómeda.
Vino después el también joven caballero dorado de Aries, Mu. No conocía en ningún aspecto a aquel personaje pero, tan sólo sin plantearmelo, presencié un cosmos curioso de ese guerrero, aunque por supuesto, apenas era mi importancia aquel guerrero.
Vino más gente, mientras yo seguí meditando, con un esquema ya sobre los principales aspectos de la situación que concernía al Santuario frente al Inframundo. Uno de los nuevos guerreros del Santuario convocados por la diosa Athena era, tras presentarse, Gareth de Tauro. Éste también tratase de alguien joven en ambos aspectos, aunque con una notable fuera si se medías sobre las dos anteriores visitas. Tenía un cosmos extraño y curioso para ser el santo de Tauro, más sin embargo no retuve mi atención en el nuevo guerrero y me quedé pensando en las cosas que me concernían, pues estaba esperando la palabra de Athena.
Finalmente, tras unos saludos hacia la diosa Athena, majestuosa a nuestras vistas pues se hallaba justo enfrente de nosotros, habló nuestra diosa Athena grácil y con sus sutiles y dulces palabras.
Abrí esta vez los ojos para recibir las palabras que debía decir nuestra diosa sobre el renacimiento del Hades, el dios del Inframundo.
Recibimos entonces el informe de la situación de Athena, sabiendo que habían perdido la pista a Shion, aquel guerrero cuya misión debía ser evitar al cuerpo en cual Hades reencarnaría su mandato de terror y sangre, aquel mandato que nosotros luchamos por impedir.
Sin embargo, no fue así. Hades ha renacido definitivamente y nosotros debíamos acabar con él, pero obviamente se trataba de una misión harto difícil.
Fue en ese momento Athena interrumpida, a lo que pudimos ver el cuerpo de Shion, el guerrero con quien más había compartido vida, pese a que fueran escasos momentos.
Alcé mi cosmos en seguida escuché y sentí el cosmos del ataque, sin embargo, Shaka de virgo ya se había percatado y lo había visto. Era extremadamente poderoso. Consiguió acabar con el ataque del Patriarca, aunque, se detuvo un momento y frenó su poder, parece que no tenía intención de luchar contra el antiguo Patriarca.
Tras el gran ataque, me levanté y, con expresión fría, decidí hablarle a Shaka.
- Shaka, Shion ya abatido se halla, si algo podemos hacer por él es liberarle del sufrimiento al que está expuesto por ser manipulado en pos del Deceso.- Dije, frío, a lo que alcé mi cosmos, a tiempo de ver que el patriarca preparó un nuevo ataque.
Con mi cosmos alto y altivo, una rosa negra salió de mi brazal dorado, posándoseme en la mano, a lo que en el mismo instante, se multiplicó en otra rosa negra.
Las lancé rápidamente sobre el Patriarca que preparaba un nuevo ataque, recibiendo la primera en su brazo derecho, consiguiendo evitar el lanzamiento de su sangre. Sin embargo, para mi sorpresa, tan sólo unos pequeño cortes en el brazo y el brazal roto apareció en el brazo, mientras un brillo dorado le alumbraba del pecho. Me detuve pensando entonces, a tiempo de ver que la rosa negra que lancé en dirección del pecho produjo el mismo efecto, con el mismo brillo en el pecho.
Pude deducir entonces que portaba su llamado amuleto. Este amuleto conseguía disminuir el cosmos que portaban los ataques y objetos que se dirigían hacia él, reduciendo en gran medida el daño que le provocaban.
Además de aquello, mis poderoso poco efecto surtirían en esta ocasión. Mis ataques de campo con mis rosas asesinas acabarían envenenando a los presentes, así que poco podía hacer yo.
- ¡Tenéis que atacarle a la vez, pues el daño que le causamos es reducido! Creédme, no penséis como Shaka, debemos hacer algo.- Dije, a tiempo que me giraba hacia Athena, mientras Shion se recuperaba y cargaba de nuevo su poderoso ataque-. Disculpadnos, Diosa Athena, espero que lo comprendáis...
¡¡STARDUST REVOLUTION!!
Me gire a tiempo de ver cómo el antiguo Patriarca lanzaba otro poderoso ataque sobre Athena, a lo que, pude ver el ataque pasar por mi cabeza dirigirse hacia Athena, intentando moverme para evitarlo.
(Off: El siguiente en postear será Requiem, por favor, respetad tan sólo este turno, perdón por las molestias ^^")
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Re: [Salón del Patriarca]
¡Señorita Sasha! – vociferó Réquiem mientras se colocaba enfrente de ella e iba a utilizar algún ataque, pero su velocidad, no le permitió ni siquiera a atinar a hacer algo solo llegar a protegerle. El golpe dio de lleno en su armadura, enviándolo a volar hacia atrás más rodó por los aires con tantas explosiones en su cuerpo que quedó justo detrás de las cortinas que estaban cercanas al Trono del Patriarca. Desapareciendo de escena por unos instantes, todos los dorados se ponían en guardia e incluso aquel que había hablado Albafica, ahora estaban todos a la espera de alguna acción de Shion.
Los pasos metálicos de una armadura se hicieron presentes allí por donde había caído herido el Santo de Andrómeda. Era él, estaba bastante maltrecho, de su boca liberaba un pequeño hilo de sangre al igual que por debajo de su ojo. Estaba con su mirada escondida detrás de sus cabellos, con la cabeza agacha, con una sonrisa en su rostro, tal cual como la había mantenido en todo momento desde que había nacido, prácticamente.
Hizo un paso, ni siquiera se atrevía a levantar su mirada ante los presentes. Se sostenía su pecho, en el lugar donde su armadura tenía una enorme rajadura por el impacto que había recibido por parte del Patriarca. La sangre caía tiñendo de rojo aquel frío piso de mármol, dando un paso tras otro. - ¡Pido que no lo juzguen! ¡Es tan solo un espectro porque Hades le venció...! ¡¡Pero apuesto a que dio todo lo que tenía por hacerle frente a aquel Dios!!
Las mejillas reflejaron el cosmos oscuro del Patriarca, con aquel cristalino brillo de sus lágrimas. No podía evitar llorar por los seres que alguna vez dieron su vida y ahora no eran respetados, lo que mas le dolía es que eran insultados por personas que se creían mejor que él por estar vivo y a él no le gustaba eso. - ¡No lo ataquen...!
Dijo levantando su rostro y corriendo frente a Shion como pudo. Había sido el Patriarca, quien lo había guiado, era alguien muy importante. Era un espectro, pero algo de humanidad quedaba en él, por cada paso que hacía sentía la opresión en el pecho que el cosmos del antiguo monarca inflingía en su corazón, podría haber hecho temblar a cualquier hombre, pero no a Réquiem, él prefería morir antes de lastimarlo. - ¡¡Sé que queda humanidad en ti...!!
Dijo a aquel cadáver que inanimado levantó su mano para disparar una onda de choque que golpeó en el pecho de Réquiem que ni siquiera atinó a defenderse. Aguantó como pudo siendo arrastrado un par de centímetros hacia atrás, pero jamás agachó su rostro ni borro su sonrisa. Suspiró un instante para continuar caminando hacia el espectro que le lanzó otro disparo cósmico e hizo tambalear pero no lo movió. - ¡¡Basta... por favor!!
Dijo mientras un par de lágrimas mas brotaban de su rostro. Tensando su puño y observando hacia el suelo. Lanzó la cadena nebular y lo aprisionó, rápidamente mientras el Patriarca comenzaba a forcejear un poco, al parecer no tenía todo su poder o una parte de él le impedía atacar con todas sus fuerzas, después de todo tenía algo de humanidad. Corrió hacia él algo herido y llegó hasta enfrente. - ¡¡Sé que tu puedes...!!
Soltó su aprisionamiento y sintió como sus cabellos se alborotaban por la ventisca que el Patriarca liberaba gracias a su fuerza cósmica. Su Sappuri parecía relucir con más fuerza y Réquiem se quedó paralizado. Sintió por primera vez el miedo de ver la muerte a un par de pasos de él, sintió que todo el mundo se le derrumbaba encima, comenzó a temblar sin embargo musitó. - ¡¡Sé que tu puedes...!! ¡¡Re-Recuerda a Athena!!
Y el Patriarca pareció tener vida en sus ojos cuando la palabra Athena recorrió sus oídos. Parecía titubear, la fuerza de su corazón y el amor que tenía por la Diosa le mantenía quieto. Estaba como ido, como si se perdiera en recuerdos y ya no fuera ese cuerpo sin camino que andar, tenía uno, desde hacía muchos años y era proteger a Athena, y a pesar de ser tan solo un cuerpo dominado completamente por Hades, se detenía. Era cierto lo que decía Réquiem, había voluntad de su alma en aquel hombre, había algo de humanidad en su ser, fue en ese momento que dijo. – ¡¡Ya ven…!! ¡¡El aun es el patriarca en lo más profundo de ese cuerpo que es como una marioneta para Hades!!
Por favor, tú ya has muerto. Regresa al mundo de los muertos, prometemos que aquí esperaremos ansiosos ver tu alma en el mas allá cuando llegue nuestro momento, Gran Patriarca. – Musitó lentamente y con paciencia para que el cuerpo se moviera y les diera la espalda a todos. Era como si volviera de donde había venido, desde el más allá para descansar por fin en paz. Hizo un par de pasos, sin embargo se tomó su cabeza y comenzó a dar enormes gritos resonando entre ecos en el silencio de aquel templo.
Un cosmos oscuro acunaba ahora el cuerpo del Antiguo Monarca, era aun mas grande que el anterior y su brillo mas intenso, aquel color de las armaduras de las huestes de Hades, aquel violáceo impuro que dejó atónito a Réquiem. Levantó sus brazos poniéndose delante de Athena y musitó. – ¡¡Lucha contra los ideales de Hades!! ¡¡¡Sé que aun puede hacerlo, Patriarca…!!!
El cadáver lanzó tres pequeñas estrellas cósmicas que impactaron en el pecho de Andrómeda, en realidad iban dispuestas a hacerle daño a Athena pero él se interponía en el camino. Una tras otra golpeó su ser, mientras que comenzó a caminar hacia delante, estaba a un paso de la muerte pero quería demostrarle a Hades que el amor de un caballero de Athena, podría vencer sus intensiones oscuras. Caminó hacia Shion y lo tomó del brazo, arañando sus ropajes por que sus músculos se comenzaban a tensar debido a que se estaban alterando todos sus nervios por la perdida de sangre y vitalidad. – Por favor… Patriarca… ¡¡¡Usted puede…!!!
Le miró a los ojos, a esos ojos que ahora estaban rojos por poseer un alma impura, porque Hades se hacía de su voluntad. Tragó saliva, le sonrió, pequeños recuerdos pasaron por la mente de Réquiem, el patriarca había sido como un padre para él, como el padre que nunca había tenido por desgracias. – ¡¡No se rinda…!!
El Patriarca parecía observarle benevolente, parecía que se calmaba nuevamente. Sin embargo su estado de pureza no duraba mucho, nuevamente un ataque con la otra mano que no era tomada por Réquiem impactó en su pecho, pero el santo de Bronce se aferró como pudo para no salir volando escupiendo un poco de sangre al suelo. – Yo…
Dijo para quedarse un instante, toda su vida, su corta vida parecía pasar en su mente en menos de unos segundos. Sonrió, mientras que el Patriarca le observaba, pero esta vez colocando su mano izquierda como si fuera el filo de una espada, de sus uñas hasta su antebrazo ardía en llamas cósmicas y con un rápido y certero movimiento lo clavó en el estomago de Réquiem, traspasando su mano de lado a lado, asomándose ésta manchada en sangre por su espalda. – Yo…Yo lo perdono, Patriarca…
Dijo mientras brotaba sangre de sus fauces a borbotones. Su cosmos se apagaba como si una estrella fugaz lo hiciera, la constelación de Andrómeda se encendía con más fuerza, rememorando al caballero que le representaba y que pronto se extinguiría. La sonrisa impecable en su ser seguía ahí mientras cerraba sus ojos. Hasta que su cosmos ardió con fuerza, como dando el ultimo golpe. – Pero perdóneme usted también…
Dijo mientras una ventisca rosada se formaba en el vientre del Patriarca producto del último suspiro de Réquiem. Todas sus fuerzas se desvanecieron en ese golpe, estampando al Patriarca contra una de las paredes del Templo que anteriormente había habitado. El peliverde se quedó con su mano en alto un segundo antes de desvanecerse en el suelo manchándolo de carmesí por la sangre que liberaba, era inútil que lo ayudaran, él ya no estaba en este mundo.
Off: Muerte de Réquiem.
Los pasos metálicos de una armadura se hicieron presentes allí por donde había caído herido el Santo de Andrómeda. Era él, estaba bastante maltrecho, de su boca liberaba un pequeño hilo de sangre al igual que por debajo de su ojo. Estaba con su mirada escondida detrás de sus cabellos, con la cabeza agacha, con una sonrisa en su rostro, tal cual como la había mantenido en todo momento desde que había nacido, prácticamente.
Hizo un paso, ni siquiera se atrevía a levantar su mirada ante los presentes. Se sostenía su pecho, en el lugar donde su armadura tenía una enorme rajadura por el impacto que había recibido por parte del Patriarca. La sangre caía tiñendo de rojo aquel frío piso de mármol, dando un paso tras otro. - ¡Pido que no lo juzguen! ¡Es tan solo un espectro porque Hades le venció...! ¡¡Pero apuesto a que dio todo lo que tenía por hacerle frente a aquel Dios!!
Las mejillas reflejaron el cosmos oscuro del Patriarca, con aquel cristalino brillo de sus lágrimas. No podía evitar llorar por los seres que alguna vez dieron su vida y ahora no eran respetados, lo que mas le dolía es que eran insultados por personas que se creían mejor que él por estar vivo y a él no le gustaba eso. - ¡No lo ataquen...!
Dijo levantando su rostro y corriendo frente a Shion como pudo. Había sido el Patriarca, quien lo había guiado, era alguien muy importante. Era un espectro, pero algo de humanidad quedaba en él, por cada paso que hacía sentía la opresión en el pecho que el cosmos del antiguo monarca inflingía en su corazón, podría haber hecho temblar a cualquier hombre, pero no a Réquiem, él prefería morir antes de lastimarlo. - ¡¡Sé que queda humanidad en ti...!!
Dijo a aquel cadáver que inanimado levantó su mano para disparar una onda de choque que golpeó en el pecho de Réquiem que ni siquiera atinó a defenderse. Aguantó como pudo siendo arrastrado un par de centímetros hacia atrás, pero jamás agachó su rostro ni borro su sonrisa. Suspiró un instante para continuar caminando hacia el espectro que le lanzó otro disparo cósmico e hizo tambalear pero no lo movió. - ¡¡Basta... por favor!!
Dijo mientras un par de lágrimas mas brotaban de su rostro. Tensando su puño y observando hacia el suelo. Lanzó la cadena nebular y lo aprisionó, rápidamente mientras el Patriarca comenzaba a forcejear un poco, al parecer no tenía todo su poder o una parte de él le impedía atacar con todas sus fuerzas, después de todo tenía algo de humanidad. Corrió hacia él algo herido y llegó hasta enfrente. - ¡¡Sé que tu puedes...!!
Soltó su aprisionamiento y sintió como sus cabellos se alborotaban por la ventisca que el Patriarca liberaba gracias a su fuerza cósmica. Su Sappuri parecía relucir con más fuerza y Réquiem se quedó paralizado. Sintió por primera vez el miedo de ver la muerte a un par de pasos de él, sintió que todo el mundo se le derrumbaba encima, comenzó a temblar sin embargo musitó. - ¡¡Sé que tu puedes...!! ¡¡Re-Recuerda a Athena!!
Y el Patriarca pareció tener vida en sus ojos cuando la palabra Athena recorrió sus oídos. Parecía titubear, la fuerza de su corazón y el amor que tenía por la Diosa le mantenía quieto. Estaba como ido, como si se perdiera en recuerdos y ya no fuera ese cuerpo sin camino que andar, tenía uno, desde hacía muchos años y era proteger a Athena, y a pesar de ser tan solo un cuerpo dominado completamente por Hades, se detenía. Era cierto lo que decía Réquiem, había voluntad de su alma en aquel hombre, había algo de humanidad en su ser, fue en ese momento que dijo. – ¡¡Ya ven…!! ¡¡El aun es el patriarca en lo más profundo de ese cuerpo que es como una marioneta para Hades!!
Por favor, tú ya has muerto. Regresa al mundo de los muertos, prometemos que aquí esperaremos ansiosos ver tu alma en el mas allá cuando llegue nuestro momento, Gran Patriarca. – Musitó lentamente y con paciencia para que el cuerpo se moviera y les diera la espalda a todos. Era como si volviera de donde había venido, desde el más allá para descansar por fin en paz. Hizo un par de pasos, sin embargo se tomó su cabeza y comenzó a dar enormes gritos resonando entre ecos en el silencio de aquel templo.
Un cosmos oscuro acunaba ahora el cuerpo del Antiguo Monarca, era aun mas grande que el anterior y su brillo mas intenso, aquel color de las armaduras de las huestes de Hades, aquel violáceo impuro que dejó atónito a Réquiem. Levantó sus brazos poniéndose delante de Athena y musitó. – ¡¡Lucha contra los ideales de Hades!! ¡¡¡Sé que aun puede hacerlo, Patriarca…!!!
El cadáver lanzó tres pequeñas estrellas cósmicas que impactaron en el pecho de Andrómeda, en realidad iban dispuestas a hacerle daño a Athena pero él se interponía en el camino. Una tras otra golpeó su ser, mientras que comenzó a caminar hacia delante, estaba a un paso de la muerte pero quería demostrarle a Hades que el amor de un caballero de Athena, podría vencer sus intensiones oscuras. Caminó hacia Shion y lo tomó del brazo, arañando sus ropajes por que sus músculos se comenzaban a tensar debido a que se estaban alterando todos sus nervios por la perdida de sangre y vitalidad. – Por favor… Patriarca… ¡¡¡Usted puede…!!!
Le miró a los ojos, a esos ojos que ahora estaban rojos por poseer un alma impura, porque Hades se hacía de su voluntad. Tragó saliva, le sonrió, pequeños recuerdos pasaron por la mente de Réquiem, el patriarca había sido como un padre para él, como el padre que nunca había tenido por desgracias. – ¡¡No se rinda…!!
El Patriarca parecía observarle benevolente, parecía que se calmaba nuevamente. Sin embargo su estado de pureza no duraba mucho, nuevamente un ataque con la otra mano que no era tomada por Réquiem impactó en su pecho, pero el santo de Bronce se aferró como pudo para no salir volando escupiendo un poco de sangre al suelo. – Yo…
Dijo para quedarse un instante, toda su vida, su corta vida parecía pasar en su mente en menos de unos segundos. Sonrió, mientras que el Patriarca le observaba, pero esta vez colocando su mano izquierda como si fuera el filo de una espada, de sus uñas hasta su antebrazo ardía en llamas cósmicas y con un rápido y certero movimiento lo clavó en el estomago de Réquiem, traspasando su mano de lado a lado, asomándose ésta manchada en sangre por su espalda. – Yo…Yo lo perdono, Patriarca…
Dijo mientras brotaba sangre de sus fauces a borbotones. Su cosmos se apagaba como si una estrella fugaz lo hiciera, la constelación de Andrómeda se encendía con más fuerza, rememorando al caballero que le representaba y que pronto se extinguiría. La sonrisa impecable en su ser seguía ahí mientras cerraba sus ojos. Hasta que su cosmos ardió con fuerza, como dando el ultimo golpe. – Pero perdóneme usted también…
Dijo mientras una ventisca rosada se formaba en el vientre del Patriarca producto del último suspiro de Réquiem. Todas sus fuerzas se desvanecieron en ese golpe, estampando al Patriarca contra una de las paredes del Templo que anteriormente había habitado. El peliverde se quedó con su mano en alto un segundo antes de desvanecerse en el suelo manchándolo de carmesí por la sangre que liberaba, era inútil que lo ayudaran, él ya no estaba en este mundo.
Off: Muerte de Réquiem.
Réquiem- Caballero de bronce
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Re: [Salón del Patriarca]
Despues de lo ocurrido con Requiem, Mu habia quedado en shock por su muerte y sus ultimos suspiros como caballero mu sabia que dejando atras la muerte de un gran caballero le pasaria lo mismo por proteger a Athena , pero lo que estaba a punto de ver lo dejaria en shock, era a su maestro shion atacando para arrebatarles la vida a los demas caballeros
En el calor de la batalla en la que shion, su maestro, trataria de matarlo pero Mu confiaba que en su intrerior estaba el maestro que le enseño sus tecnicas y que era su buen amigo y hasta era como el padre que siempre quiso, miramdolo a hora en lo que se habia convertido
en ese momento todo para Mu se habia detenido por pensar en que al defender a la diosa Athena podia herir a su maestro ya que el nunca penso en eso en el pasado es mas ni siquiera se le paso por la mente tener que pelear con su maestro si no fuera en el entrenamiento
pero era la realidad que Mu debia enfrentar y que ese era el destino que estaba apunto de descubrir si era morir o vivir, no dabia que era una decision que debia tomar o que simplemente sucederia pero tendria que pasar rapido y dejar atras que era su maestro
La accion era constante mietras los caballeros luchaban para defender a la diosa con su vida, Mu habia tomado la decision de lucar con su maestro frente a frente para asi poder tratar de sellar el cuerpo de su maestro en Jamir y que ese podria ser su destino , sin mas en que pensar Mu armado de valor, aumento su cosmos para lanzar un ataque a Shion"se que esto no le hara mucho a mi maestro pero si funciona para que mi maestro vuelva en si lo hare, lo siento maestro...... STARLIGHT EXTINCTION" , despues de esto Mu centro su mirada a los ojos de su maestro, al ver que este no rrespondia con nada Mu rrepitio y rrepitio el ataque hasta casi quedarse sin cosmos
Mu habia decidido que no permitiria que ni el ni su mestro moririan ese dia y que tenia esperansas de poder salvarlo asi le costara la vida para asi poder porteger a Athena pero sin dañar a su maestro Mu nublado por la situacion no podia pensar en in plan para poder detener a su maestro y asi salvarlo ya que a Mu le habia desconsertado que su maestro no le habia enseñado muchas de sus tecnicas
Despues de pensar lo suficiente, Mu pendo que era inutil atarcarlo si no romper la conexion de el cosmos de Hades con el cuerpo de el patriarca para asi dellarlo y llevarlo a Jamir, para su recuperacion definitiva, aunque Mu sabia que era muy debil para hacerle frente a el cosmos de Hades
Mu en ese momento recordo que la unica forma de que Hades lo utilizara como una merioneta era que el patriarca estaba muerto, Mu lleno su cara con lagrimas al pensar que su idolo, su maestro y al que debia perdonar como lo perdono Requiem por sus actos cometidos, estraba muerto tan facilmente pero como dijio Requiem habia luchado con todas sus fuersas para hacerle frente a Hades
Mu tenia esperansas para que Athena reviviera al patriarca Mu dijo "yo..........maestro ...!AUN NO MESDESPEDIRE DE USTED PORQUE SE QUE USTAD VOLVERA LO PROMETO¡
Mu penso que podia llegar a el corazon de patriarca y purificarlo de tanta maldad "maestro no haga esto recuerde a Athena la confia en usted y piense en mi que siempre lo quise como unpadre que nunca me abandonara....... que estara protegiendonos y cuidando al dantuario y Athena porfavor piense en esos momentos
hagalo......por todos, por Athena,por mi que lo apresio y lo estimu mucho"
Justo despues de que el patriarca iba a hacer un ataque que seguro mataria Mu de un solo golpe el patriarca habia recapacitado y dijo "yo tambien te quiero como un hijo"
pero despues retomo su ataque que con dificultad Mu habia escapado pero muy herido
"maestro tal como lo hizo Requiem yo lo perdono y le doy una segunda oportunidad porque !YO LO PROMETO USTED VOLVERA, YO SELLARE SU CUERPO¡", sepues de decir esto Mu concentro su cosmos para poder sellar el cuerpo del patriarca
Los ojos de Mu quedaron estrictamente fijos en el patriarca asi actuando sin pensar, si era o no el que debia sellar el cuerpo de el patriarca pero ese era su deseo y Mu sentia que el debia hacerlo asi fuera muy debil su cosmos sentia que esa era su obilgacion y que por metrese con su maestro tenia algo que arreglar algo con Hades sin pensar en ningun momento que no podia contra Hades "Lo juro por los dioses, por todos los que estan aqui presente de que Hades me las va a pagar......Hades,!HADES...........¡"
Mu se calmo por un momento al decir estas palabras, esperando que la siosa Athena le diera el permiso de sellar el cuerpo de el patriarca, y se quedo inmovil y pensando que seria mejor que alguien mas podia encargarse de eso como Shaka o Albafica que eran mucho mas fuertes que Mu, despues de pensar esto se quedo hay esperando y esperando.
En el calor de la batalla en la que shion, su maestro, trataria de matarlo pero Mu confiaba que en su intrerior estaba el maestro que le enseño sus tecnicas y que era su buen amigo y hasta era como el padre que siempre quiso, miramdolo a hora en lo que se habia convertido
en ese momento todo para Mu se habia detenido por pensar en que al defender a la diosa Athena podia herir a su maestro ya que el nunca penso en eso en el pasado es mas ni siquiera se le paso por la mente tener que pelear con su maestro si no fuera en el entrenamiento
pero era la realidad que Mu debia enfrentar y que ese era el destino que estaba apunto de descubrir si era morir o vivir, no dabia que era una decision que debia tomar o que simplemente sucederia pero tendria que pasar rapido y dejar atras que era su maestro
La accion era constante mietras los caballeros luchaban para defender a la diosa con su vida, Mu habia tomado la decision de lucar con su maestro frente a frente para asi poder tratar de sellar el cuerpo de su maestro en Jamir y que ese podria ser su destino , sin mas en que pensar Mu armado de valor, aumento su cosmos para lanzar un ataque a Shion"se que esto no le hara mucho a mi maestro pero si funciona para que mi maestro vuelva en si lo hare, lo siento maestro...... STARLIGHT EXTINCTION" , despues de esto Mu centro su mirada a los ojos de su maestro, al ver que este no rrespondia con nada Mu rrepitio y rrepitio el ataque hasta casi quedarse sin cosmos
Mu habia decidido que no permitiria que ni el ni su mestro moririan ese dia y que tenia esperansas de poder salvarlo asi le costara la vida para asi poder porteger a Athena pero sin dañar a su maestro Mu nublado por la situacion no podia pensar en in plan para poder detener a su maestro y asi salvarlo ya que a Mu le habia desconsertado que su maestro no le habia enseñado muchas de sus tecnicas
Despues de pensar lo suficiente, Mu pendo que era inutil atarcarlo si no romper la conexion de el cosmos de Hades con el cuerpo de el patriarca para asi dellarlo y llevarlo a Jamir, para su recuperacion definitiva, aunque Mu sabia que era muy debil para hacerle frente a el cosmos de Hades
Mu en ese momento recordo que la unica forma de que Hades lo utilizara como una merioneta era que el patriarca estaba muerto, Mu lleno su cara con lagrimas al pensar que su idolo, su maestro y al que debia perdonar como lo perdono Requiem por sus actos cometidos, estraba muerto tan facilmente pero como dijio Requiem habia luchado con todas sus fuersas para hacerle frente a Hades
Mu tenia esperansas para que Athena reviviera al patriarca Mu dijo "yo..........maestro ...!AUN NO MESDESPEDIRE DE USTED PORQUE SE QUE USTAD VOLVERA LO PROMETO¡
Mu penso que podia llegar a el corazon de patriarca y purificarlo de tanta maldad "maestro no haga esto recuerde a Athena la confia en usted y piense en mi que siempre lo quise como unpadre que nunca me abandonara....... que estara protegiendonos y cuidando al dantuario y Athena porfavor piense en esos momentos
hagalo......por todos, por Athena,por mi que lo apresio y lo estimu mucho"
Justo despues de que el patriarca iba a hacer un ataque que seguro mataria Mu de un solo golpe el patriarca habia recapacitado y dijo "yo tambien te quiero como un hijo"
pero despues retomo su ataque que con dificultad Mu habia escapado pero muy herido
"maestro tal como lo hizo Requiem yo lo perdono y le doy una segunda oportunidad porque !YO LO PROMETO USTED VOLVERA, YO SELLARE SU CUERPO¡", sepues de decir esto Mu concentro su cosmos para poder sellar el cuerpo del patriarca
Los ojos de Mu quedaron estrictamente fijos en el patriarca asi actuando sin pensar, si era o no el que debia sellar el cuerpo de el patriarca pero ese era su deseo y Mu sentia que el debia hacerlo asi fuera muy debil su cosmos sentia que esa era su obilgacion y que por metrese con su maestro tenia algo que arreglar algo con Hades sin pensar en ningun momento que no podia contra Hades "Lo juro por los dioses, por todos los que estan aqui presente de que Hades me las va a pagar......Hades,!HADES...........¡"
Mu se calmo por un momento al decir estas palabras, esperando que la siosa Athena le diera el permiso de sellar el cuerpo de el patriarca, y se quedo inmovil y pensando que seria mejor que alguien mas podia encargarse de eso como Shaka o Albafica que eran mucho mas fuertes que Mu, despues de pensar esto se quedo hay esperando y esperando.
Mu- Caballero dorado
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Re: [Salón del Patriarca]
Observaba como sucedían tragedias tras tragedias, un joven caballero de bronce caía ante el poder del anterior patriarca Shion de Aries, sin duda su heroico acto no iba a ser olvidado, se había sacrificado por tratar de salvar el alma de Shion. Después de este, el nuevo caballero de Aries, Mu, trataba de lograr lo mismo logrando una respuesta del expatriarca y sus lagrimas de profundo dolor, mas sin embargo su cuerpo era manipulado por una fuerza mucho mayor y aun con su poder no seria capaz de detener los ataques incesantes que iban contra su alumno. Me acerque a este ultimo hasta que puse mi mano en su hombro
-Calmate Mu, haremos lo posible para que Hades no se salga con la suya, no se derramara mas sangre en este lugar por culpa de Hades, es momento de que eliminemos su presencia de este lugar.
Le dije con voz calma y aumentando mi cosmos cada vez mas, ahora sin el caballero de bronce mi cosmos podía ser liberado sin que los presentes tuvieran tantos problemas, aun esperaba las indicaciones de Athena para poder realizar mi siguiente movimiento, claro esta, esperaba que no tuviera que usar mis ataques en contra de Shion, seria algo desagradable tener que luchar contra un antiguo amigo como lo fue él y es por esta misma razón que entendía a Mu y al joven guerrero de Andromeda.
Usando un poco de mi cosmos y con mi velocidad aparecí detrás de Shion con mi dedo indice en su nuca, un rayo de mi cosmos salio de mi dedo y se introdujo en el cerebro de Shion para causar una de mis ilusiones mientras en susurros se escucho.
-Sei samsara.
Mire a todos los presentes con mi cara libre de cualquier expresión, muestra de mi tan añorada paz interna.
-Ahora Shion se encuentra dentro de una ilusión que sin duda con Hades no funcionara por mucho tiempo, deberemos decidir como proceder antes de que se libere, así las cosas serán mas fáciles.
Dije mientras me alejaba y pasaba por entre los demás caballeros dorados hasta quedar frente a Athena, me arrodille y espere su respuesta.
-Calmate Mu, haremos lo posible para que Hades no se salga con la suya, no se derramara mas sangre en este lugar por culpa de Hades, es momento de que eliminemos su presencia de este lugar.
Le dije con voz calma y aumentando mi cosmos cada vez mas, ahora sin el caballero de bronce mi cosmos podía ser liberado sin que los presentes tuvieran tantos problemas, aun esperaba las indicaciones de Athena para poder realizar mi siguiente movimiento, claro esta, esperaba que no tuviera que usar mis ataques en contra de Shion, seria algo desagradable tener que luchar contra un antiguo amigo como lo fue él y es por esta misma razón que entendía a Mu y al joven guerrero de Andromeda.
Usando un poco de mi cosmos y con mi velocidad aparecí detrás de Shion con mi dedo indice en su nuca, un rayo de mi cosmos salio de mi dedo y se introdujo en el cerebro de Shion para causar una de mis ilusiones mientras en susurros se escucho.
-Sei samsara.
Mire a todos los presentes con mi cara libre de cualquier expresión, muestra de mi tan añorada paz interna.
-Ahora Shion se encuentra dentro de una ilusión que sin duda con Hades no funcionara por mucho tiempo, deberemos decidir como proceder antes de que se libere, así las cosas serán mas fáciles.
Dije mientras me alejaba y pasaba por entre los demás caballeros dorados hasta quedar frente a Athena, me arrodille y espere su respuesta.
Anterior Shaka- Caballero dorado
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