1ª Prisión - En Busca de los Guerreros

por Paradox Miér Feb 16, 2011 11:53 pm

♪Tierra Yerma♪

El escaso viento movía las arenas de la yerma tierra del inframundo. La cola avanzaba poco a poco, con normalidad. No obstante, pese a ésto, se podía notar en el inframmundo cierto temor y admiración. Hades había despertado y no fue un suceso que pasara desapercibido. La guerra se aproximaba y los espectros se mostraban nerviosos.

En la cercanías de la entrada por el descenso al inframundo había un ruinoso habitaje siniestramente decorado. Era la primera sala de calabozos y prisiones. Ahí dentro y sin actividad ninguna reposaba sobre una roca un caballero de armadura reluciente. Era Fedor, estrella celeste de las heridas portador del Sappuri de Mandrágora.

Orgulloso de su puesto. Salió de la inhabitada prisión y pudo observar el Guidecca desde la lejanías. Pese a no saber su localización, Fedor miraba allí, sientiendo su cosmos. Él sentía la necesidad de ayudar a su señor Hades.

Vagó por la fila observando con desprecio y muecas de asco los difuntos para más tarde alzar la cabeza con orgullo.
-Estúpidas criaturas pecadoras... era hora de vuestra usura-Musitó Fedor, alejándose del siniestro ambiente predominante allí.
Pudo enterarse a oídos de espectros sirvientes, de blasfemias atroces contra su benerado señora Hades. Así pues, y aún conteniendo su ira, decidió ir en su busca. No daría piedad a aquellos que osarán enfrentarse al señor Hades.
Así, se dispuso a buscar por el amplio Inframundo a los infractores de tal desgracia para ellos.

por Paradox Dom Feb 27, 2011 4:03 pm

♪Descubrimiento♪

Volví de nuevo a éste lugar siguiendo el mínimo, ahora extendido cosmos que sentía. Oculté mis cosmos al máximo y me escondí tras esa rocosa 1ª prisión. Suu construcción sobre la yerma arena del Inframundo no era muy privilegiada, sin embargo, tenía un gran espacio interior. Sentía su cosmos cada vez más cerca y más activo. Seguramente estarían dentro de la prisión.

Yo, que llevaba puesta mi armadura, me acerqué con cuidado a la puerta, estaba seguro de que se encontraban allí. Así pues, me coloqué frente la puerta y, yo que estaba preparado, o me cería estar serlo siempre, abrí la puerta con mi energía arrogante característica de mí.

Con un rápido movimiento armé un cuchillo mía sacado de la cintura y me preparé para lanzarlo cuando... No había nadie. Sin embargo, sentía su cosmos y igual de cerca. Medité unos pocos segundos, pues derrepente cayó en mí un caballero con una armadura verde.
Estaba furioso, no había pensado que podría haberme equivocado con mi egoísmo y así recibí un ataque. Maldije al caballero.

Éste me dió la vuelta, haciendo que le mirara de frente. éste llevaba una armadura verde. Ésta no resaltaba en detallaes, era una armadura muy simple salvo por su caso, que presidía en forma de serpeiente. Su cara no me sonaba, pues yo prefería la acción antes que buscar datos en los archivos dle inframundo. El caballero sonrío arrogantemente y se dispuso a hablar:

-¡Jajaja! ¡Mirad a quién hemos encontrado!
-*Parece que ellos sí me reconocen... estúpidos...*-Pensé, asqueado.
-¡Un bichejo con una armadura brillante ¡JAJAJA!-Dijo grtando el caballero, divertido
-*O no...*

De repente, salió otro de detrás de la prisión con la misma armadura. No parecía muy fuerte, seguramente tendrían algo que les haría confiarse.

-¿Creías que no te íbamos a pillar? ¡Idiota! ¡JAJAJA! Parece que eres muy cortito de mente. éstas armaduras de serpiente nos proporcionan un oído espectacular, y por lo visto, anda por ahí con una armadura no e smuy sigiloso.-Dijo, echándose a reír a lo que acercó su cara contra la mía-. Eres tan patético como ese Hades que acaba de despertar... Si todos sois aquí en el inframundo será pan comido hacerse con él-Dijo el primero, que estaba sobre mí.

-Deberíamos robarle todo lo que tiene.-Dijo el segundo, sonriendo maliciosamente.

Esos bastardos no sabían nada del inframundo. Seguramente habían llegado ahí poraccidente y se creían poderosos. Sin embargo, tan sólo llevabanuna armadura simpley débil y puede que unas armas poderosas que ni sabrían utilizarlas. Sin embargo, me habían hehco enfurecer mucho por decirme cómo fallé y lo que tenía que hacer. Mi orgullo era muy alto y no permitía que alguien le faltase.

Éstos estúpidos caballeros al aprecer no sabían nada del cosmos ni podían ejecutarlo ni percibirlo. Así pues, alcé mis cosmos con una gran mueca de furia hacia él que tenía delante mientra él seguía fanaforreando.
Así, pudo oír:

-¡Suspendium strigis!-Dije mientras la máscara de Mandrágora abía potentemente su boca y salía un brusco refulgo sónico que hizo que le caballero retrocediera por inercia.

El caballero se mareó y vomitó a causa de la vibración que causó en su cerebro. Fedor aprovecho la oportunidad para atacar con agresividad, armado de un cuchillo, cortando la vena carótida, en el cuello. Ésta, al ser la vena que más sangre porta bombeada, salió un gran chorro de ésta, salpicando a Fedor provocanod la muerte por desangre del caballero serpiente.

El otro se quedó aterroricado, al ver a Fedor cubierto de sangre y con un cuchillo acercarse a él. En mi rostro manchado se dibujaba una sonrisa maliciosa.

El caballero huyó despavorido en dirección al Lago Aqueronte, y no reparé en seguirle.

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