Ficha de Ampel

Nombre: Ampel.

Edad: Veinte años.

Armadura: Perséfone/Koré

Signo del zodiaco: Géminis.

Maestro: N/A

Descripción de su personalidad:

Chica tímida, observadora y que prefiere mantener la distancia de los demás. No le agrada demasiado mantener conversaciones largas o convivir con otros mucho tiempo. Responsable e inteligente, tanto que siempre se le dio la mejor educación al demostrar ese interés en aprender. Se considera a sí misma una persona de poca belleza. Aunque todos le dicen lo contrario cuando le conocen. Por eso mismo lo cree: como nunca se da el tiempo de hablar con otros, tiene una imagen muy deteriorada de cómo es. Su personalidad como diosa difiere mucho de Ampel, ya que como la implacable reina del Inframundo posee un carácter de temer, capaz de hacer temblar a un hombre con su tajante mirada. Dejando la timidez y amabilidad de un lado, se convierte en una harpía detestable y pomposa. Lo que más disfruta es humillar a los hombres y a su esposo cuando puede. Es mucho más determinada y fuerte que Ampel. Le desagradan los oponentes que juzgan a su rival por su apariencia, y especialmente que pasen de ella por ser una mujer. Le gustan las flores, y siempre está cuidando de ellas cuando tiene la oportunidad de hacerlo.

Imagen:


Historia:

Nació en una familia de clase alta, o bueno, si se le podía llamar familia a un hermano adinerado que hacía todo por comprarla, o como él decía, "complacerla". Maxwell siempre la protegió del mundo, diciéndole que era un lugar malo y hostil, lleno de personas sin moral y educación, y que si se atrevía a poner un pie fuera de la propiedad el mundo de allá afuera se la iba a comer viva. Ampel era muy ingenua y creía cada cosa que salía de la boca de su hermano. Debido a que no tenía padres, sentía un gran cariño por él, y lo cuidaba ya que no contaba con el apoyo de otros parientes. Un día, mientras se hallaba en el jardín cortando flores, se encontró con un joven de esplendorosa belleza. Se trataba de un hombre de cabello azulado, un príncipe azul como el de los cuentos de hadas pensó ella desde el primer momento en el que lo vio. Pero, recordando su horrible aspecto ella corrió despavorida de él, escondiéndose entre los arbustos. Él fue tras ella, pidiéndole que se detuviera pero ella no hacía caso. Sólo quería perderse en el verdor y no volver a verlo jamás. Era algo demasiado bueno para ella y seguro él podría encontrarse algo mejor. Suspiró aliviada cuando ya no lo vio más, aunque en cierta forma le dolía. Parecía ser un chico agradable y ella se había portado descortés con él. Cuando lo perdió de vista, mientras marchaba hacia su hogar en los alrededores (sin explicación) florecieran hermosas rosas, de color azul, como el cabello de aquel chico.

Llegó a su residencia, devastada, pero su ánimo se elevó por los cielos cuando su hermano le dijo que un joven lo estaba esperando. Sabía que sólo podía ser al que vio en el jardín debido a que ella no tenía ningún amigo. Si Maxwell lo había dejado entrar era por mera educación. El chico misterioso la esperaba en la recepción. El castillo tenía un aura macabra, pero aquello era por obra de su hermano. Sorprendentemente ese chico parecía poder disipar la oscuridad del ambiente, como si fuera luz. Se sentía atraída por él, y esperaba de corazón que Maxwell no fuera a echarlo como a todos los que intentaban acercarse a ella. Ampel no sabía que su querido hermano estaba tramando algo al descubrir quién era ese chico. Se trataba del hijo de uno de sus socios, uno muy rico, y si tomaba a Ampel como esposa sería asegurarle un buen futuro en caso de que él ya no pudiera cuidarla. Después de meses, en los que la relación de ambos jóvenes se fue fortaleciendo hasta el punto en el que él le pidió su mano en matrimonio, Ampel ya estaba lista para dar ese paso. El día acordado para la ceremonia era el más feliz en la vida de la joven, siendo todo perfecto hasta que se dio cuenta de que su prometido no aparecía. La había dejado plantada en el altar, sintiendo como algo en el interior de su pecho se hacía pedazos por esa decepción amorosa. Aquel día algo despertó en ella y se fue lejos sin razón aparente, como si una fuerza invisible la empujara al templo de la primavera. Las personas hicieron correr el rumor de que se volvió loca por el despecho, pero no tenía tiempo para ir y desmentir esas tonterías. Mejores planes tenía en la cabeza.

Objetos:

• Cetro de Koré: es el cetro que se le dio como deidad de la primavera, el cual conserva el poder puro de la diosa, antes de ser corrompida por Hades. Le brinda control sobre las estaciones y autoridad sobre toda la vida en el planeta, protegiendo la naturaleza que Deméter creo.
  (Solo por portar aumenta +8 el cosmos, si se usa como objeto podrás obtener +15 de cosmos.)
  
  
• Espada de Perséfone: hermosa espada, forjada por Hefesto como un regalo hacia la nueva reina del Inframundo. Fue creada para una de las reencarnaciones anteriores de Perséfone y se encuentra en el reino de Hades, esperando que su dueña vaya por ella. Esta arma es la contraparte del cetro, siendo sus poderes completamente opuestos al ser Koré una deidad otorgadora de vida y Perséfone una diosa Inframundana.
  (Solo por portar aumenta 10% de daño final, si se usa como Objeto 500 de daño.Si se usa en el templo de la primavera o en el inframundo hará un daño de 2000.)