Armstrong VS Requiem

- ¿De que debo prepararme? - Musitó el caballero de Andrómeda observando con extrañeza a Armstrong. Se quedó estático con su armadura puesta, sus cadenas colgaban desde sus brazos y tenuemente se mecían por la suave brisa que había. Parpadeó dos veces mientras se quedaba en silencio, no supo que hacer, quizás estaba demasiado perdido en aquel lugar o era muy costoso entender a ese hombre.

Portaba un físico impresionante, de temer, cualquiera hubiese dicho, sin embargo sabía muy bien que si quería una pelea, un combate todo dependía del cosmos y no del físico que portara el otro. Tan solo se echó un poco para atrás y entendió las palabras del hombre, sonrió un instante mientras que cerraba sus ojos, asintiendo con su cabeza e inclinándose un poco, mientras que llevaba sus manos juntas. - He de suponer que lo que quiere es un combate de practica, supongo que por mi estará bien, señor. Es un gusto medir fuerzas contra otro Ateniense aunque no sea muy normal... mi nombre es Réquiem, Réquiem de Andrómeda ¿El suyo si se puede saber?

Espetó mientras su cosmos se iluminaba un poco y llevaba sus manos a su cabeza acomodando bien su tiara para que estuviera preparada para el combate. Su sonrisa seguía en su rostro, no la quitaba de él y esperaba entusiasmado la respuesta o el ataque del hombre. No era la mejor manera de hacer una amistad, pero sería bueno estrenar su armadura de Bronce con un guerrero tan fuerte, como aparentaba ser quien tenía enfrente. - Estoy listo para comenzar, si así lo desea, Señor.

- Disculpe si lo decepciono, señor. Es que no soy poseedor de gran fuerza, pues no me rigo de eso... sin embargo soy portador de un gran intelecto, según dicen, no me gusta alardear de ello pero tengo que advertirlo que se llevará una gran decepción si lo que busca en mi es fuerza. - Musitó para que la cadena nebular comenzara a serpentear por el suelo y moverse con lentitud hasta detenerse un instante quedándose erguida al menos cincuenta centímetros contando de su extremidad. Esta comenzó a mecerse y en ese momento el caballero de Andrómeda rompió el silencio.

Las cadenas tienen la cualidad de ser una de las mas grandes cosas que puede representar al hombre, pues representan el encarcelamiento, si tu la observas puedes quedar aprisionado en algo que no se te irá jamás de la mente, es un juego de palabras, pero muy interesante de probar... - dijo con una sonrisa en su rostro, mas expandida que la que solía tener, mientras sus mejillas se enrojecían por tal discurso que daba. - Será un gusto, señor Armstrong, tener una batalla de fuerza contra inteligencia, se podría decir que es un clásico y una hermosa lucha según historiales pasados.

La cadena comenzó a mecerse, con lentitud, como atrapando en confusión al musculoso guerrero de la Ballena, al menos eso intentaba. Pronto parecía haber muchas, pero era solo una que provocaba tal ilusión al ojo humano. Pronto montones de cadenas se trenzaron y salieron despedidas hacia el oponente de Andrómeda, intentando buscar su cabeza, aunque solo una era la original de seguro iba a costar un poco encontrarla antes de que diera en su cráneo. - Cadenas Ilusorias.

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Ataque: 600 [AB] + 198 (33% Cosmos (29+ 4 [Tiara de la Esperanza]) = 798.

HP: 1500.