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Castillo de Heinstein - Sala de Reunión
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Castillo de Heinstein - Sala de Reunión
por Paradox Dom Mayo 01, 2011 5:03 am
Recuerdo del primer mensaje :
Llegué pasando por los largos pasillos a una enorme sala. Estaba salvaguardada por varios guardas en las entradas, los cuales me pidieron que entrara.
Se trataba de una sala enorme. Había un altar y un majestuoso premio donde suponía que se sentaría el todopoderoso Hades. Esos rumores podían ser ciertos. Ya se notaba su poderoso cosmos llegando al castillo Heinstein. ¡Era él, Hades-sama!
Sentí gran admiración hacia él sólo de pensar en él. No era incluso digno de estar ante su presencia, pero lo haría y luego comunicaría mi informe sobre la expedición a China. Afrontaría pues, mi castigo con todo el peso. Nunca pensé que fallaría mi plan, pese a que sea un dios tan poderoso.
Pensaba en la situación y rayos de esperanza iluminaban mi situación. Era obvio que la deidad en el santuario era muy peligrosa, y toda la población la notó, eran testigos del peligro que había en su villa y esperaban una respuesta por parte de su dios, y así concluyó con éxito mi plan.
No fue perfecto, pues aún no tenemos China, pero había puesto en Jaque al dios Fuxi, dejándole a dos opciones.
Como aquella siniestra presencia tenía un cosmos superior o igual a Fuxi, si combatieran quedarían desgastados por igual, con alguien muerto, y eso era lo que quería, y esa sería le primera opción de Fuxi. Hacer caso al poderoso cosmos comportaría ese brutal combate, a lo que en seguida podríamos tomar China por la fuerza y por el exterior.
La otra alternativa que había dejado a Fuxi era pasar de la presencia. Los habitantes de China escucharon la conversación y notaban la presencia y... ¿qué pensarían si su dios no les puede o no quiere protegerles ante un peligro? Su reputación se desmoronaría y las revueltas empezarían, estallando una guerra civil en china, que aprovecharíamos para atacar y conseguirla.
Era obvio que eso eran ideas vagas, pensamientos base. Sabía que no fallaría del todo y ahora sólo había que esperar a China, y qué pasaba con ella, pues esa ciudad ya me interesaba de forma sobrehumana.
Mientras yo pensaba profundamente en mis pensamientos, esperaba en la sala enorme el regreso del todopoderoso Hades. Esta guerra sería nuestra.
Se trataba de una sala enorme. Había un altar y un majestuoso premio donde suponía que se sentaría el todopoderoso Hades. Esos rumores podían ser ciertos. Ya se notaba su poderoso cosmos llegando al castillo Heinstein. ¡Era él, Hades-sama!
Sentí gran admiración hacia él sólo de pensar en él. No era incluso digno de estar ante su presencia, pero lo haría y luego comunicaría mi informe sobre la expedición a China. Afrontaría pues, mi castigo con todo el peso. Nunca pensé que fallaría mi plan, pese a que sea un dios tan poderoso.
Pensaba en la situación y rayos de esperanza iluminaban mi situación. Era obvio que la deidad en el santuario era muy peligrosa, y toda la población la notó, eran testigos del peligro que había en su villa y esperaban una respuesta por parte de su dios, y así concluyó con éxito mi plan.
No fue perfecto, pues aún no tenemos China, pero había puesto en Jaque al dios Fuxi, dejándole a dos opciones.
Como aquella siniestra presencia tenía un cosmos superior o igual a Fuxi, si combatieran quedarían desgastados por igual, con alguien muerto, y eso era lo que quería, y esa sería le primera opción de Fuxi. Hacer caso al poderoso cosmos comportaría ese brutal combate, a lo que en seguida podríamos tomar China por la fuerza y por el exterior.
La otra alternativa que había dejado a Fuxi era pasar de la presencia. Los habitantes de China escucharon la conversación y notaban la presencia y... ¿qué pensarían si su dios no les puede o no quiere protegerles ante un peligro? Su reputación se desmoronaría y las revueltas empezarían, estallando una guerra civil en china, que aprovecharíamos para atacar y conseguirla.
Era obvio que eso eran ideas vagas, pensamientos base. Sabía que no fallaría del todo y ahora sólo había que esperar a China, y qué pasaba con ella, pues esa ciudad ya me interesaba de forma sobrehumana.
Mientras yo pensaba profundamente en mis pensamientos, esperaba en la sala enorme el regreso del todopoderoso Hades. Esta guerra sería nuestra.
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Re: Castillo de Heinstein - Sala de Reunión
por Sune Mar Mayo 24, 2011 1:20 am
Parecía haberlo perdido entre la penumbra y los escombros, alcé mi rostro, pero no sentía su cosmos y la oscuridad era tan inmensa como la habitación. Llamó la atención a mis oídos una alteración en la sala de reuniones, me acerque al hueco en la pared para ver que ocurría. Fue entonces que resonó la voz desesperada del juez de Garuda, frenético y fuera de control, jamás lo había visto así. Pero no era precisamente eso lo que llamaba mi atención, sino el prácticamente invisible brillo de los hilos presionando su cuello. Tal vez era que mis ojos estaban tan acostumbrados a verlos que no me pasaban desapercibidos, la letal técnica del señor Seisyll.
Volví a voltear mi rostro hacia la oscuridad de la habitación continua, cuando su voz se hizo escuchar y de entre las sombras surgió asiéndose presente y expresando algunas palabras a su hermano juez. Aun no comprendía la situación, me preocupaba el hecho de que se estuviese dejando llevar por sus instintos, después de todo Garuda tenía su mismo rango dentro de las huestes. Sus acciones se volvían cada vez más hostiles, pero su voz aún mantenía su serenidad y una seriedad propia de su forma de ser. Sin embargo observaba su rostro y podía percibir cierto enojo.
La desesperación de Aiakos, su miedo ya demasiado presente para no ser notable, era algo indescriptible. Jamás habría podido imaginar así a uno de los jueces, menos aun al más arrogante de ellos. Por un momento parecía que mi señor recobraba su sentido frente a su “hermano” pero algo sonaba extraño, no se porque pero lo que ocurriría a continuación de alguna forma ya me lo estaba imaginando. Cerré mis ojos y bajé la cabeza al escuchar la orden final que había dado al parecer nuestro dios. Un juez menos para guiar el ejercito Inframundano. Volví a abrir mis ojos, viéndolo caer inerte. Daba pena esa escena…verdaderamente.
Seisyll se dirigió a los demás allí presentes, los espectros bajo su mando, ordenando nuestra retirada por el momento hasta volver a ser llamados para nuestra próxima misión. La batalla estaría a la espera para nosotros. Sin embargo a pesar de sus palabras no me puse de pie, no tenia intención de retirarme a menos que me lo ordenara específicamente. El tiempo me había convertido en algo así como su mano derecha, mas allá del respeto por mi señor tenía cierta confianza con él de poder estar a su lado para servirle incluso en los momentos que no involucraban el deber inframundano. Pidió que le acompañase, asentí con mi cabeza y me puse de pie para seguirle sin decir una palabra. La tensión en su cuerpo y en su expresión mostraba lo que le había costado hacer lo que debía. Seguí sus pasos en silencio…
Volví a voltear mi rostro hacia la oscuridad de la habitación continua, cuando su voz se hizo escuchar y de entre las sombras surgió asiéndose presente y expresando algunas palabras a su hermano juez. Aun no comprendía la situación, me preocupaba el hecho de que se estuviese dejando llevar por sus instintos, después de todo Garuda tenía su mismo rango dentro de las huestes. Sus acciones se volvían cada vez más hostiles, pero su voz aún mantenía su serenidad y una seriedad propia de su forma de ser. Sin embargo observaba su rostro y podía percibir cierto enojo.
La desesperación de Aiakos, su miedo ya demasiado presente para no ser notable, era algo indescriptible. Jamás habría podido imaginar así a uno de los jueces, menos aun al más arrogante de ellos. Por un momento parecía que mi señor recobraba su sentido frente a su “hermano” pero algo sonaba extraño, no se porque pero lo que ocurriría a continuación de alguna forma ya me lo estaba imaginando. Cerré mis ojos y bajé la cabeza al escuchar la orden final que había dado al parecer nuestro dios. Un juez menos para guiar el ejercito Inframundano. Volví a abrir mis ojos, viéndolo caer inerte. Daba pena esa escena…verdaderamente.
Seisyll se dirigió a los demás allí presentes, los espectros bajo su mando, ordenando nuestra retirada por el momento hasta volver a ser llamados para nuestra próxima misión. La batalla estaría a la espera para nosotros. Sin embargo a pesar de sus palabras no me puse de pie, no tenia intención de retirarme a menos que me lo ordenara específicamente. El tiempo me había convertido en algo así como su mano derecha, mas allá del respeto por mi señor tenía cierta confianza con él de poder estar a su lado para servirle incluso en los momentos que no involucraban el deber inframundano. Pidió que le acompañase, asentí con mi cabeza y me puse de pie para seguirle sin decir una palabra. La tensión en su cuerpo y en su expresión mostraba lo que le había costado hacer lo que debía. Seguí sus pasos en silencio…
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Re: Castillo de Heinstein - Sala de Reunión
por Pandora2 Miér Mayo 25, 2011 7:05 am
Había llegado el momento en que Hades haría su primera aparición en este mundo, espectros y jueces esperaban la ocasión de que su dios se levantara de entre las sombras y reclamara no solo su posición como el soberano del Inframundo sino también del resto del mundo como debió haber sido desde un principio. Pandora le esperaba a lado de su asiento de pie para atender cualquier indicación de su parte, sin poder evitarlo alzaba su rostro en dirección de la puerta que daba acceso a la entrada, deseando ver una vez más la silueta del ser que más apreciaba por toda la eternidad…
Algo inusitado, el ambiente que rodeaba a cada uno de los presentes se distorsionaba, su cosmos era tan imponente que sintió temor al llegar a percibir esa energía casi desbordante. Entre múltiples sombras y humo se escapaba la melancolía, el dolor, la tristeza… era la contraparte perfecta de la diosa Athena.
Mi Señor Hades.. –pudiendo ser capaz de pronunciar esas palabras en un tono apenas audible, su mirada se iluminó dejando caer su mano sobre el antebrazo de la silla, queriendo avanzar unos pasos más para recibirlo como se merecía pero esa escena se esfumo en el momento en que Hades prosiguió.
Sus ojos se abrieron en un horror absoluto, estaba segura que ella controlaba las huestes del dios si este se encontraba ausente, lo que nunca imagino fue que aquel ser ya estaba pendiente de todos y cada uno de los movimientos de sus fieles seguidores. Inmediatamente barrió su vista en torno al lugar donde el espectro de la rana se ocultó durante todo ese tiempo, regocijándose absolutamente por el mismo fallo de Pandora. Estaba avergonzada, humillada por dejar que la situación se le escapara de las manos y más presentando dicho espectáculo impartido por aquellos tres hombres, ahora lo único que le estaba permitido era callar y aceptar la manera en como terminaría procediendo hacia sus hombres. La pelinegra siempre se había jactado de no poseer ningún tipo de sentimientos que no fueran exclusivamente para su dios, solo que esta vez cambio todo desde el momento en que las reprimendas comenzaban a caer sobre ellos, se sentía culpable de no proceder de la manera más correcta.
Ya no era capaz de presenciar ese acto de humillación, temerosa termino arrodillándose tratando de interceder por esos hombres…
Señor la única y verdadera culpable soy yo al no detenerlos a tiempo, no debería rebajarse a hacer este acto de humillación y reprimenda al ser usted un dios.
Pandora no existía al menos en esos instantes, arrodillada espero que su voz hubiera sido tomada en cuenta solo que Hades no parecía escucharla más. En silencio tuvo que soportar y ser testigo de los que le rodeaba, ya no cabía duda que se trataba del verdadero dios que tomó posesión de ese cuerpo, no tenía que lidiar sobre esa parte “humana”, pero en esos instantes… solo por un fugaz momento deseaba que el alma de su Señor siguiera dormitando antes de tener que someter a los jueces en ese trato innecesario. No era un acto de misericordia hacia ellos pero no se les permitía el lujo de tener bajas en una guerra que apenas y estaba comenzando. El tiempo parecía convertirse en algo eterno, la pesadez de su cosmos hacía que su cuerpo terminara quedando inmóvil, sus labios se apretaban queriendo resistir pero parecía que después de los destrozos provocados en el castillo llegaría el turno del espectro de la rana, feliz de haber cumplido su tarea a excepción de que Aiacos volvía a intervenir.
Tskk… -su respiración salió en un mínimo quejido cuando prácticamente blasfemó hacia Hades, deseaba que todo terminara no podía quedarme ahí pero fue entonces que ese ser divino terminaba con la existencia de Zeros, asustada la mujer solo quedo observando en dirección a Aiacos pero solo fue ignorado dándole el privilegio de tomar el alma del patriarca…
No entendía lo que estaba pasando, solo supo que ella ya se encontraba de pie para seguir a Hades…
Algo inusitado, el ambiente que rodeaba a cada uno de los presentes se distorsionaba, su cosmos era tan imponente que sintió temor al llegar a percibir esa energía casi desbordante. Entre múltiples sombras y humo se escapaba la melancolía, el dolor, la tristeza… era la contraparte perfecta de la diosa Athena.
Mi Señor Hades.. –pudiendo ser capaz de pronunciar esas palabras en un tono apenas audible, su mirada se iluminó dejando caer su mano sobre el antebrazo de la silla, queriendo avanzar unos pasos más para recibirlo como se merecía pero esa escena se esfumo en el momento en que Hades prosiguió.
Sus ojos se abrieron en un horror absoluto, estaba segura que ella controlaba las huestes del dios si este se encontraba ausente, lo que nunca imagino fue que aquel ser ya estaba pendiente de todos y cada uno de los movimientos de sus fieles seguidores. Inmediatamente barrió su vista en torno al lugar donde el espectro de la rana se ocultó durante todo ese tiempo, regocijándose absolutamente por el mismo fallo de Pandora. Estaba avergonzada, humillada por dejar que la situación se le escapara de las manos y más presentando dicho espectáculo impartido por aquellos tres hombres, ahora lo único que le estaba permitido era callar y aceptar la manera en como terminaría procediendo hacia sus hombres. La pelinegra siempre se había jactado de no poseer ningún tipo de sentimientos que no fueran exclusivamente para su dios, solo que esta vez cambio todo desde el momento en que las reprimendas comenzaban a caer sobre ellos, se sentía culpable de no proceder de la manera más correcta.
Ya no era capaz de presenciar ese acto de humillación, temerosa termino arrodillándose tratando de interceder por esos hombres…
Señor la única y verdadera culpable soy yo al no detenerlos a tiempo, no debería rebajarse a hacer este acto de humillación y reprimenda al ser usted un dios.
Pandora no existía al menos en esos instantes, arrodillada espero que su voz hubiera sido tomada en cuenta solo que Hades no parecía escucharla más. En silencio tuvo que soportar y ser testigo de los que le rodeaba, ya no cabía duda que se trataba del verdadero dios que tomó posesión de ese cuerpo, no tenía que lidiar sobre esa parte “humana”, pero en esos instantes… solo por un fugaz momento deseaba que el alma de su Señor siguiera dormitando antes de tener que someter a los jueces en ese trato innecesario. No era un acto de misericordia hacia ellos pero no se les permitía el lujo de tener bajas en una guerra que apenas y estaba comenzando. El tiempo parecía convertirse en algo eterno, la pesadez de su cosmos hacía que su cuerpo terminara quedando inmóvil, sus labios se apretaban queriendo resistir pero parecía que después de los destrozos provocados en el castillo llegaría el turno del espectro de la rana, feliz de haber cumplido su tarea a excepción de que Aiacos volvía a intervenir.
Tskk… -su respiración salió en un mínimo quejido cuando prácticamente blasfemó hacia Hades, deseaba que todo terminara no podía quedarme ahí pero fue entonces que ese ser divino terminaba con la existencia de Zeros, asustada la mujer solo quedo observando en dirección a Aiacos pero solo fue ignorado dándole el privilegio de tomar el alma del patriarca…
No entendía lo que estaba pasando, solo supo que ella ya se encontraba de pie para seguir a Hades…
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Re: Castillo de Heinstein - Sala de Reunión
por Xemnas Miér Mayo 25, 2011 9:39 pm
Observaba todo callado desde mi posición, Fedor me empezó a dar asco, conseguí controlarme y no atacarle sus palabras no solo eran ofensivas, si no que a mi juicio debería merecer la muerte, pero a pesar de eso, lo ignore. En verdad esta reunión me parecía una estupidez, cuando llegara Hades nos daríamos cuenta, esto no sirve de nada, o al menos eso pensé.
Pandora hablaba, otra de las personas a las que protegería sin pensarlo, a pesar de que me da un asco tremendo, ya que pienso que es su ``grupi´´ de un modo u otro.
Cuando por fin llego Hades ocurrió lo bueno, mi sonrisa creció, dando un tono maquiavélico a mi rostro, el espectáculo y sus palabras me hacían sentirme bien, quien querría la inmortalidad, cuando en verdad lo que se necesita es ser listo.
Pensamiento: Jaja valla, el amo del terror llego, espero que en esta vez lo hagamos mejor, sobre todo el... yo salí bien parado, creo que fui de los únicos que pudieron salir bien, pero en verdad ni lo se ni me importa.
Después de que ese pensamiento se cruzara por mi cabeza, vi como mi hermano era mandado de un lado a otro de la sala, en ese momento me incorpore y mire mal ha Hades, empezando a darme asco, por muy mal o bien que me llevase con Ricardo, solo yo podría golpearle así, así que so me molesto bastante.
A demás, presencie la muerte de un espectro inferior, eso me provoco risa, demasiada para contenerla eternamente, así que cuando saliera me reiría, no sin antes quemar los restos de piel y sangre esparcidos por el lugar.
Por fin, el señor Hades y Pandora se marchaban, la sala se vaciaba, y me tocaba acompañar a mi hermano, espere un rato mas y empece a marchar hacia los restos de Rana, los cuales queme quedando solo la armadura intacta, Mientras provoque eso, encontré algo mas, vi como Seisyll, uno de los jueces hablaba seriamente con Aiakos, alguien al que profundamente odiaba de hace tiempo, a demás....la anterior vez quedo mal parado jajaja.
Presencie que Seisyll no era como aparentaba ser, era mas sanguinario y peor persona de lo que siempre creí, eso me gustaba, por fin alguien con valor para atacar a alguien. Este clavaba una bella daga en el cráneo, Aiakos, me provoco una gran sonrisa a pesar de mi callado ser, reí a carcajada limpia, eso me gustaba liberaba mi forma de ser, después de todo aquello, vi como se marchaban quedando yo solo, con aquel cuerpo. Hice lo mismo que con el anterior, solo que esta vez cogí la armadura y la lleve conmigo mismo, esperando poder usarla en algún momento, y estar mas cerca de mis planes..... Colocaba las piezas a mi espalda sonriendo maliciosamente, después de eso, me dispuse a caminar hacia la salida, con el fin de contarle lo que vi a Ricardo.....
Antes de terminar de irme, se me cruzo un pensamiento por la cabeza, me alegraba la muerte de Aiakos, aunque tal vez yo ahora seria su sucesor, pero aun así Seisyll me otorgo un gran regalo indirectamente, lo que esperaba es que esto fuera un regalo de Hades por mis servicios en la anterior época...Ya que yo me lo merecía, de un modo u otro, seria el único digno de llevar esta vez la armadura que cargo.
Según salia por la puerta, quite mi sonrisa, ya que rondaban espectros, y podría pensar mal, o tal vez bien, segun se mirara.....
Pandora hablaba, otra de las personas a las que protegería sin pensarlo, a pesar de que me da un asco tremendo, ya que pienso que es su ``grupi´´ de un modo u otro.
Cuando por fin llego Hades ocurrió lo bueno, mi sonrisa creció, dando un tono maquiavélico a mi rostro, el espectáculo y sus palabras me hacían sentirme bien, quien querría la inmortalidad, cuando en verdad lo que se necesita es ser listo.
Pensamiento: Jaja valla, el amo del terror llego, espero que en esta vez lo hagamos mejor, sobre todo el... yo salí bien parado, creo que fui de los únicos que pudieron salir bien, pero en verdad ni lo se ni me importa.
Después de que ese pensamiento se cruzara por mi cabeza, vi como mi hermano era mandado de un lado a otro de la sala, en ese momento me incorpore y mire mal ha Hades, empezando a darme asco, por muy mal o bien que me llevase con Ricardo, solo yo podría golpearle así, así que so me molesto bastante.
A demás, presencie la muerte de un espectro inferior, eso me provoco risa, demasiada para contenerla eternamente, así que cuando saliera me reiría, no sin antes quemar los restos de piel y sangre esparcidos por el lugar.
Por fin, el señor Hades y Pandora se marchaban, la sala se vaciaba, y me tocaba acompañar a mi hermano, espere un rato mas y empece a marchar hacia los restos de Rana, los cuales queme quedando solo la armadura intacta, Mientras provoque eso, encontré algo mas, vi como Seisyll, uno de los jueces hablaba seriamente con Aiakos, alguien al que profundamente odiaba de hace tiempo, a demás....la anterior vez quedo mal parado jajaja.
Presencie que Seisyll no era como aparentaba ser, era mas sanguinario y peor persona de lo que siempre creí, eso me gustaba, por fin alguien con valor para atacar a alguien. Este clavaba una bella daga en el cráneo, Aiakos, me provoco una gran sonrisa a pesar de mi callado ser, reí a carcajada limpia, eso me gustaba liberaba mi forma de ser, después de todo aquello, vi como se marchaban quedando yo solo, con aquel cuerpo. Hice lo mismo que con el anterior, solo que esta vez cogí la armadura y la lleve conmigo mismo, esperando poder usarla en algún momento, y estar mas cerca de mis planes..... Colocaba las piezas a mi espalda sonriendo maliciosamente, después de eso, me dispuse a caminar hacia la salida, con el fin de contarle lo que vi a Ricardo.....
Antes de terminar de irme, se me cruzo un pensamiento por la cabeza, me alegraba la muerte de Aiakos, aunque tal vez yo ahora seria su sucesor, pero aun así Seisyll me otorgo un gran regalo indirectamente, lo que esperaba es que esto fuera un regalo de Hades por mis servicios en la anterior época...Ya que yo me lo merecía, de un modo u otro, seria el único digno de llevar esta vez la armadura que cargo.
Según salia por la puerta, quite mi sonrisa, ya que rondaban espectros, y podría pensar mal, o tal vez bien, segun se mirara.....
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Re: Castillo de Heinstein - Sala de Reunión
por Anterior Alucard Jue Mayo 26, 2011 6:43 am
Aun me encontraba frente a mi juez al mando Seysill de Griffon, este estaba levantandose despues del castigo que Hades le habia impartido, solo espere ordenes hasta que este se digno a darlas, no sin antes ver a un espectro de Mandragora acercarse a mi lado para ofrecer los respetos a su nuevo jefe.
Despues de que Seysill de Griffon se repusiera del castigo de mi señor Hades, presencie una escena a la que fui totalmente indiferente, el juez Seysill atacaba y mataba a quien se hacia llamar su hermano, el juez de Garudo, la verdad poco me importo y simplemente me parecia el pan de cada dia en el inframundo, alguien mas tomaria su posicion, y despues todo seria ovidado hasta que se repitiera de nuevo, a eso estabamos ligados aquellos que "gozamos" de la inmortalidad. Despues de cumplir con las ordenes de Hades-sama, Seysill nos ordeno que nos dispersaramos y estuvieramos pendientes a su llamado, despues le dijo a la espectro de Behemont que lo acompañara y se fueron juntos mientras Mandragora y yo aun estabamos ahi.
Sin voltear a mirar a ningun lado y con la mirada serena que me caracterizaba sali de aquel sala de reuniones con afan por reparar mi armadura, seguro encontraria alguien en el mundo o en el inframundo que pudiera hacerlo. Sali sin mirar atras ni siquiera me fije en el cuerpo del juez de Garuda que yacia en el medio de la sala, como espectro habia visto muchas cosas terribles y un ser decapitado que ademas le habia faltado al respeto a mi dios no era la gran cosa para mi, es mas despues de todo me causaria una pequeña sonrisa saber que pago por lo osado que fue al contestarle a mi señor Hades, mi unico amo.
Despues de que Seysill de Griffon se repusiera del castigo de mi señor Hades, presencie una escena a la que fui totalmente indiferente, el juez Seysill atacaba y mataba a quien se hacia llamar su hermano, el juez de Garudo, la verdad poco me importo y simplemente me parecia el pan de cada dia en el inframundo, alguien mas tomaria su posicion, y despues todo seria ovidado hasta que se repitiera de nuevo, a eso estabamos ligados aquellos que "gozamos" de la inmortalidad. Despues de cumplir con las ordenes de Hades-sama, Seysill nos ordeno que nos dispersaramos y estuvieramos pendientes a su llamado, despues le dijo a la espectro de Behemont que lo acompañara y se fueron juntos mientras Mandragora y yo aun estabamos ahi.
Sin voltear a mirar a ningun lado y con la mirada serena que me caracterizaba sali de aquel sala de reuniones con afan por reparar mi armadura, seguro encontraria alguien en el mundo o en el inframundo que pudiera hacerlo. Sali sin mirar atras ni siquiera me fije en el cuerpo del juez de Garuda que yacia en el medio de la sala, como espectro habia visto muchas cosas terribles y un ser decapitado que ademas le habia faltado al respeto a mi dios no era la gran cosa para mi, es mas despues de todo me causaria una pequeña sonrisa saber que pago por lo osado que fue al contestarle a mi señor Hades, mi unico amo.
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Re: Castillo de Heinstein - Sala de Reunión
por Aragoth Miér Jun 01, 2011 3:33 am
A paso lento el nuevo espectro entraba al castillo; podía sentir aun el olor a sangre del cuerpo asesinado en el lugar, sabiendo muy bien de quien se trataba ya que el mismo lo había terminado de condenar; observando la situación se dio cuenta de que Hades no se encontraba en aquella sala, pero si cerca de esta y eso le hizo sonreír de forma un poco tonta. Elevando su cosmos observo la sala, mientras comenzaba a hablar en su soledad.
-Hermosa sala, estaría genial tener algo así para provocar una gran y movida matanza de guerreros inútiles jejejeje. Me parecería interesante practicar con aquellos esqueletos mi puntería pero al fin y al cabo esos feitos nos sirven como carne de cañón, aunque yo les podría dar un mejor uso… Interesante… Ahora a buscar a Ha… digo Mi señor… Me cuesta ser formal en estos momentos pero como es debido a cumplir lo pactado se ha dicho…
Aragoth desapareció nuevamente en dirección desconocida, pro medio de su cosmos fue absorbido de forma rápida para aparecer en su nuevo destino.
-Hermosa sala, estaría genial tener algo así para provocar una gran y movida matanza de guerreros inútiles jejejeje. Me parecería interesante practicar con aquellos esqueletos mi puntería pero al fin y al cabo esos feitos nos sirven como carne de cañón, aunque yo les podría dar un mejor uso… Interesante… Ahora a buscar a Ha… digo Mi señor… Me cuesta ser formal en estos momentos pero como es debido a cumplir lo pactado se ha dicho…
Aragoth desapareció nuevamente en dirección desconocida, pro medio de su cosmos fue absorbido de forma rápida para aparecer en su nuevo destino.
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